Murió “Carmen de España”, la más Bella cantante u actriz internacional, que tuvo España. Capítulo Cuarto. Por Miguel Sánchez

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Los mitos, las leyendas, los grandes, se nos van, despacito, si meter ruido y nos dejan solos, nos abandonan, pero con sus recuerdos.

Carmen de España, la mujer leyenda, que en la realidad, tuvo decenas de pretendientes, los actores y cantantes más famosos de la época y no les aceptó un anillo de brillantes como compromiso. Y además, nunca presumió de ello.

Todo lo que populariza con el cuponcito de Telecinco es real: Patuel era también empresario artístico, con sala de fiestas en Madrid, cines, etc., que vendió todo y se compró una finca en Badajoz. Al principio lo acepta pero al pasar el tiempo se cansa. De allí la saca Valerio Lazarov al ofrecerle hacer el cupón de la ONCE por 300.000 pesetas. Ella acepta creyendo que se trata del sueldo mensual pero es lo que cobrará cada día. Era al inicio de las cadenas privadas y la lucha por la audiencia lleva a que se pague muy bien.

Carmen Sevilla entrevistada por Jose María Iñigo en Estudio Abierto

Su última etapa es como presentadora de éxito en televisión, desde el Telecupón a Cine de Barrio pasando por galas, programas de variedades e incluso las campanadas de Nochevieja. De los 60 a los 80 trabajó tanto como antes.

No hay nadie más que haya presentado las campanadas en TVE, Antena 3 y Telecinco, lo que da medida de su éxito. Hace de todo, no solo el cupón, sino que en Cine de Barrio está siete años. Incluso se apunta a ¡Mira quién baila! en TVE. Es un regreso espectacular.

¿Diría que hoy en día se le perdonaría a un presentador aquellos entrañables y característicos despistes suyos?

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Ella era graciosa por naturaleza hasta el punto en que el público creía que llevaba guión. Y no era así. Incluso lo potenciaba, como aquello de salir en directo en zapatillas, según me ha contado Agustín Bravo, copresentador del Telecupón. A lo mejor se equivocó una vez, pero el resto era cosa suya. Se reía la primera de sí misma.

Carmen Sevilla, Conchita Piquer y María Jimenez – Estudio Abierto (1984/HD)

En 2010 Carmen deja Cine de Barrio y se despide de la televisión. El alzhéimer ya es imparable. Lleva once años retirada y vive en una residencia. ¿Cómo se encuentra ahora y quién puede verla?

Su hijo, Augusto, y Moncho Ferrer, persona de su máxima confianza. Cada semana acuden a verla y el mes pasado le llevaron su pastel de cumpleaños aunque ella ya no recuerda quién ha sido. Allí está muy bien cuidada.

Aunque se fue a vivir a Madrid siendo una niña siempre ha ejercido de embajadora de su tierra, ¿es así?

Exactamente. Aunque se apellida García Galisteo, escogió como nombre artístico el de su Sevilla natal para pasearlo por el mundo. Venía siempre en Semana Santa, para la Feria de Abril, se compró un piso para retirarse aquí e inauguró una residencia para enfermos de alzhéimer que lleva su nombre. Su madre murió por eso y ella estaba muy sensibilizada, aunque en ese momento no sabía que le afectaría también.

Carmen es un personaje querido por todos. No se le ha conocido ninguna enemistad significativa, ¿verdad?

En el libro hay fotos de ella con tanta gente… Yo, que llevo muchos años en este mundillo, no he oído jamás a nadie hablar mal de ella.

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Especial homenaje, Carmen Sevilla

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.