Getting your Trinity Audio player ready...
|
Esta mañana ha quedado instalada la segunda valla de nuestra campaña para dar visibilidad a los topónimos en español que a lo largo de los últimos años han ido haciendo desaparecer de la vida oficial. Se trata de nombres de lugares de larga tradición, como Vizcaya, Gerona, Orense o Ibiza, documentados históricamente, cartografiados y avalados por la Real Academia Española. Se trata de topónimos de todas las comunidades autónomas con cooficialidad lingüística de España. En el borrado de la toponimia de una lengua oficial somos una rareza a nivel mundial. Se trata de hacer desaparecer cualquier vestigio de la larga presencia del español en las comunidades autónomas con dos lenguas y de la notable asociación de nuestra lengua común a estos lugares.
Ayer, poco tiempo después de que la valla de Sangenjo fuese instalada, entidades nacionalistas hispanófobas empezaron una campaña de acoso en redes y de presión hacia Alcampo, empresa propietaria del terreno donde está la valla. Dos horas más tarde, desde el entorno del fanatismo lingüístico se vanagloriaban de haber conseguido que Alcampo cediese a su chantaje y, sin previo aviso a la empresa de publicidad, propietaria de la valla, ni a nosotros, propietarios de la lona, se procedió a arrancarla y destruirla.
El equipo jurídico de Hablamos Español ya está trabajando. Reaccionaremos de forma contundente y con todas las armas que la ley pone a nuestro alcance. Lo ocurrido ayer es un disparate y una muestra de fanatismo. Tras lograr que nuestros nombres de lugares en español desparezcan de la vida oficial, también quieren prohibirnos usarlos libremente en nuestra vida privada e intentan coaccionarnos para que no podamos hacer campañas reivindicativas con nuestro dinero. Desde ayer la presidente de Hablamos Español, Gloria Lago, está recibiendo amenazas e insultos por teléfono y también llegan mensajes degradantes al teléfono de la asociación.
La campaña está sufraga gracias a los donativos de apoyo a la misma de multitud de colaboradores de toda España que, como agradecimiento a su aportación, reciben un ejemplar del libro recientemente presentado por Hablamos Español “El robo de los nombres de nuestros pueblos. La sinrazón de la toponimia en España”, que ya se han agotado las dos primeras ediciones en dos meses. En este libro, escrito por seis expertos en toponimia, se demuestra hasta qué punto se ha estado engañando a la población, sobre todo a los escolares, sobre la legitimidad de estos nombres de lugar.
Recomendamos leer esta entrada que acabamos de publicar:
En español es La Coruña, un nombre documentado desde hace siglos y del que se copió el topónimo del gallego actual
Autor
Últimas entradas
- Actualidad26/12/2023Reinventando la historia. Magnicidio frustrado. Por Fernando Infante
- Destacados15/08/2023Lepanto. ¿Salvó España a Europa? Por Laus Hispaniae
- Actualidad15/08/2023Entrevista a Lourdes Cabezón López, Presidente del Círculo Cultural Hispanista de Madrid
- Actualidad15/08/2023Grande Marlaska condecora a exdirectora de la Guardia Civil
Cierto. Y mi abuela que es, precisamente, de LA Coruña, bien que lo sabe. Y también que allí no se hablaba gallego ni antes de la época de esa apisonadora que, por lo visto, fue Franco, pues sus padres ( los de mi abuela, claro ) no lo hablaban y sus abuelos no lo hablaban; sí lo hacían, en cambio, las lecheras que venían de los pueblos, y ella las escuchaba asombrada porque no entendía una palabra ( porque aquello era gallego, no era el castrapo que se vende en el momento actual ). En fin.
Un matiz, La Coruña es en castellano, en gallego es A Cruña. Y no le echen la culpa solo al Bloque, las políticas lingüistas en Galicia son del PP