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Cuesta reconocer en esta mezcla de Isabel Pantoja y Belén Esteban en que ha devenido Macarena Olona a aquella parlamentaria ruda y contundente que llamaba la atención al comienzo de la legislatura que ahora termina. Cualquiera diría que no es la misma mujer. Pero las personas cambian, unas por azar, otras por circunstancias, la mayoría por interés propio.
Macarena, conviene recordarlo, ha montado lo que ella misma llamaría «chiringuito» político de «Caminando Juntos» después de haber abandonado a los miles de votantes andaluces de Vox con una excusa que luego se demostró falsa, o al menos no del todo cierta. Porque, si realmente era real su enfermedad, ¿qué le impedía tomarse un descanso, o una baja por enfermedad, y luego volver a su escaño? Daba y sigue dando la sensación de que, habituada al relumbrón de los focos televisivos en la Cámara Baja, los asientos del Parlamento andaluz se le hicieron muy pequeños.
Tras asegurar que dejaba la política para volver a la abogacía del Estado (algo que nadie se creyó), se embarcó en un Camino de Santiago «groupi», de cuchipandi y calimocho, con guiños a la entrada de Jesús en Jerusalén allá por el primer Domingo de Pascua de la historia. Sólo le faltó hacer algún milagro pasado El Bierzo. Aunque en realidad, para milagro, su portentosa curación, en tiempo récord, que le sirvió para aumentar la agenda, conocer gente nueva e ir diseñando su regreso a la política, de la que verdaderamente nunca se fue.
La nueva Macarena, al contrario de aquella ruda parlamentaria de Vox, puede ahora ser a la vez monárquica y republicana, progre y neocon, feminista y clásica, moderna y algo carca, lo que toque en cada momento, demostrando haberse convertido, a toda prisa, en una auténtica profesional de la política. Caminando Juntos es, en realidad, un «caminando revueltos» porque el objetivo evidente de Olona con su nuevo proyecto no es otro que volver a pisar la moqueta de la Carrera de San Jerónimo cuanto antes. Con votos de derechas, con votos de izquierdas, o con votos en blanco. Da lo mismo.
Macarena nunca representó la esencia política ni la verdadera fuerza de Vox, que no son sus dirigentes, ni siquiera su presidente, sino que son sus ideas, rebosantes de sentido común. En sus agresivas pero certeras intervenciones contra Yolanda Díaz o Irene Montero había siempre una indisimulada vocación monologuista, un deseo de «chupar cámara» (nunca mejor dicho) que no casaba con la esencia de Vox. Porque la política no consiste sólo en decir, ni siquiera en decir muy bien, sino sobre todo en proponer y en hacer.
La nueva Macarena, a ratos Belén Esteban y a ratos La Pantoja, parece querer reinventarse en una versión femenina de José Antonio con su «ni de izquierdas, ni de derechas» (a lo que ella añadiría «sino todo lo contrario»). A ratos monárquica y a veces republicana. A favor y en contra del aborto. Feminista en redes sociales y partidaria de la igualdad entre hombres y mujeres cuando su auditorio lo requiere. Lo que haga falta y mucho más. Porque para quien ha bebido las dulces mieles del aplauso y la ovación parlamentaria, la gris y aburrida abogacía del Estado se le queda muy corta.
Autor
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Nació en Madrid en 1975. Es Doctor en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU. Ha dedicado casi toda su vida profesional a la radio, primero en Radio España y desde 2001 en Radio Inter, donde dirige y presenta distintos programas e informativos, entre ellos "Micrófono Abierto", los Domingos a las 8,30 horas. Ha dirigido la versión digital del Diario Ya y es columnista habitual de ÑTV en Internet. Ha publicado los libros "España no se vota" y "Defender la Verdad", "Sin miedo a nada ni a nadie", "Autopsia al periodismo". Esta casado y tiene un hijo.
«… en que se ha convertido Macarena Olona».
El verbo devenir es un galicismo innecesario.
Bueno, esta mujer es un ejemplar de narcisismo que no es infrecuente en España ( y en todas partes). Vayan ustedes al blog de Pio Moa, digan que Franco fue el mejor gobernante de España en mucho tiempo, que es lo mismo que dice ese individuo y verán como les borra el comentario además de propinarles algún que otro insulto. A este tipo de morrallas ( en su acepción de escaso valor ) lo mejor es dejarles que se cuezan en su propia salsa y no hacerles ni caso.
A mí esta señora me preocupa, sobre todo porque creo que ha dejado de visitar al psiquiatra, o la medicación, o ambas cosas.
Espero, y lo digo de corazón, que se mejore, pues falta le hace.
Que piense en su hijo pequeño, y la necesaria estabilidad que un niño necesita, para criarse y educarse como Dios manda.
¡Y que no vaya saltando de cama en cama, que no somos sumisas, pero tampoco putas!
Una brillante parlamentaria, que subió a la gloria…, y ahora está en la mierda.
Creo que se ha liado con un rockero republicano, y ha dejado -o le ha dejado-, el brillante Oficial de la Guardia Civil con el que habían tenido un niño…
Lo siento mucho, la verdad, pero creo que a esta señora no hay nadie que la pueda aguantar, como sucede normalmente con las personas pasadas de rosca.
Cada día estoy más convencida de que lo que decían los de VOX que estaba loca, que hacía lo que le gana la gana, que no hacía caso a nada ni a nadie…ERA Y ES VERDAD.
Creo necesita ayuda psicológica y/o psiquiátrica, con urgencia.
Y, sobre todo, que no deje la medicación, en su caso…
La cita de, nada menos, José Antonio, el héroe apellidado Primo de Rivera, supongo, estableciendo una «comparación» con la protagonista de este artículo es desagradablemente sorprendente y obliga a la protesta más enérgica por su frivolidad.
Contundente, templado, austero, con una capacidad de sacrificio sobecogedora, sacrificio que asumió con estoicismo, fiel a España hasta su último suspiro, leal con sus compatriotas con una generosidad que roza lo épico…
Este era José Antonio Primo de Rivera. Un hombre de honor.
Sólo añadir que los últimos acontecimientos ocurridos en cuanto a su recuerdo, su persona, la falta de respeto incomodando su descanso son un cargo de conciencia para muchos, y una afrenta muy dolorosa para algunos.
Pues sigue siendo alguien a tener en cuenta
Aunque mucha gente se pregunta donde
En politica parece que no
Ahora anda liada con un rockero y republicano gallego, después de dejar, o ser dejada, por un Oficial de la Guardia Civil, con el que, al parecer, tiene un hijo (aunque nunca llegaron a estar casados, según creo, pero serían pareja de hecho).
Por eso pide unb referéndum sobre monarquía o república…
Con todo mi respeto hacia la persona, pero en términos de crítica política, creo que está todavía peor que MARÍA GUARDIOLA, y ya es decir mucho.