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El pasado día 16 de marzo se celebró reunión del Patronato de la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF), con la asistencia (presentes o representados) de todos los patronos, y entre otros acuerdos se reeligió como Presidente Ejecutivo por otros cinco años -el periodo previsto en los Estatutos- al General de División de Infantería de Marina (r) Excmo. Sr. D. Juan Chicharro Ortega.
Con ese motivo el General Chicharro hizo un repaso de las actuaciones realizadas durante los primeros cinco años de su presidencia, así como de los retos a los que se enfrenta la FNFF y al correspondiente Plan de Actuación para el siguiente quinquenio.
La FNFF es una organización que tiene como finalidad defender y difundir el legado, el pensamiento, la obra y la memoria de Francisco Franco. Su peculiaridad y relevancia provienen del hecho de ser la única institución, por extraño que parezca, que honra y defiende la figura de quien liderara los destinos de España durante 35 años. Durante ese periodo histórico España experimentó tras una cruenta guerra civil la mayor transformación social/económica de su historia. Nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo mayoritario del pueblo español, lo que hace ciertamente inverosímil que, tal y como he dicho, sea esta organización la única que hoy sin complejos no le haya abandonado. Sí, instituciones tales como la Iglesia, las Fuerzas Armadas y gran parte de la sociedad civil, que constituyeron el soporte de la obra del Caudillo y del movimiento que vertebró España durante tanto tiempo, hoy le han abandonado de una forma tal que apenas hay parangón en la historia de tamaña felonía. Esta es la cruda realidad y a ella hay que atenerse. Si uno se acerca siquiera someramente a las hemerotecas de la época y observa las multitudes que le aclamaban allá donde fuera, le entrará un profundo escalofrío y estupor al comprobar que sólo la FNFF defiende su legado y recuerdo hoy. ¿Qué ha pasado en España?
Sí, sólo la FNFF mantiene enhiesta la Bandera. Somos pocos pero mantendremos la llama encendida de la verdad histórica en momentos que se avecinan complicados por la aplicación de una Ley sectaria y totalitaria promulgada por un Gobierno socialcomunista: la Ley de Memoria Democrática.
Vamos a seguir la misma línea emprendida durante los pasados cinco años y por eso cara al futuro no está de más echar la vista atrás y contemplar lo hecho en el reciente pasado para corregir errores cometidos al tiempo que mantenernos en lo que han sido aciertos indudables.
La FNFF pese a tantas limitaciones funciona medianamente bien y sin duda podría funcionar aún mejor. Seguro.
Desde la presidencia ejecutiva de la FNFF se manifestó que no existe “un a partir de ahora” sino una continuación de lo hasta ahora hecho; eso sí: con las modificaciones o mejoras que sean oportunas.
Todo con la inestimable cooperación y colaboración de afiliados, benefactores y simpatizantes.
Sí, la Ley de Memoria Democrática amenaza directamente a esta FNFF, y salvo que tras las próximas elecciones generales se produzca el cambio que la sociedad española necesita, habrá que hacer frente a una norma que supone un desprecio absoluto a los fundamentos del estado de derecho recogidos en la Constitución. La FNFF en uso de su derecho constitucional defiende la figura de Francisco Franco y lo que representó, extremo opinable, pero no reprobable y menos excluible de los fines de una Fundación para ser legal.
El ser contrarios a la mal llamada Ley de Memoria Democrática forma parte de la disparidad de criterios que todo estado de derecho defiende y cuya interpretación sólo a los tribunales corresponde dilucidar. Pero no sólo es en los tribunales donde se entabla la batalla. También en los medios que constituyen hoy el soporte de la manipulación de la opinión pública.
En definitiva, en los próximos años, al igual que hemos hecho durante el pasado lustro lucharemos y defenderemos la verdad, nuestra verdad, no les quepa duda, porque consideramos que Franco fue la solución en el pasado a todos los problemas que aquejaron a España y es de justicia el así reconocerlo por respeto a la historia y a los que nos precedieron.
Este es nuestro objetivo y nuestra razón de ser.
Nada ni nadie nos detendrá en el uso de nuestros derechos dentro del mayor respeto a la Ley a la que siempre nos ajustaremos.
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