Don Alfredo Asensi, Pilar Redondo, don Enrique Sánchez, el día de la presentación
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En las afueras de la esperanza asido a las promesas el columpio ciego que se coloca la máscara del miedo, hermosamente herida. Desabotonar la resurrección de la flor del almendro que reaviva a la lluvia apuñalada por el tiempo y la tinta que golpean con fuerza. Reescribir los códigos, despejar incógnitas. Esto puede ser la lectura entrelíneas del libro: Poema del Toro Lorquiano.
Este es el último trabajo de Enrique Sánchez Campos. Va precedido de un bello prólogo, autoría de don Joaquín Criado Costa.
Se ha presentado días pasados en Córdoba, en la Librería Luque, el presentador ha sido don Alfredo Asensi.
Enrique se deja llevar por su capacidad creativa e inspiración y por medio de una prosa intensa, inmaculada, poderosa, y con giros constantes consigue que de las páginas fluya la atemporalidad del tiempo que le confecciona un traje a medida, y las agrietadas huellas de la desdicha y del silencio.
Con destreza indaga en las eternas incógnitas de la existencia.
Es una narración excepcional y atípica, donde hábilmente interrelaciona las añoranzas y los sentimientos.
Cada lector encuentra en este volumen emociones que le resultan propias y la búsqueda de la identidad. Es una lectura llena de fuerza, de estilo envolvente y ágil, que nos arrastra a un absorbente y entretejido laberinto. De ella emanan vestigios lorquianos.
Sánchez Campos ha acometido este proyecto con gran ilusión y profesionalidad. Ni copia ni emula a Federico, crea su propia historia repleta de meticulosos detalles.
Escena arquetípica de honda raigambre en el imaginario popular español.
Posiblemente, sin proponérselo, realiza una peculiar y férrea disección de la conducta humana.
Don Alfredo y don Enrique, en un momento de la presentación
La luna se convierte en altavoz y entre sus manos esconde los secretos de las hortensias de ceniza que no sangran, y que piden permiso para soñar cuando el recuerdo no olvida.
En el ángulo inferior de la boca de la madrugada, subyacente, el creador despliega las distintas voces que habitan en él, sus pasos buscan el hito que marca las tumbas, que sucumben al ritual, que le definen…
Aunque ha elegido componentes representativos del arte del toreo como pueden ser: la muerte, el toro, un niño de etnia gitana, la adversidad, el núcleo del relato no es la tauromaquia.
El texto está dividido en dos partes, la primera es poética, la segunda prosística.
Los títulos:
* Poema del Toro Lorquiano.
«Gitanos pintaba Lorca/ en los campos machadianos;/ ¡habrase visto una etnia/ más sufrida y luchadora!/ Esta historia que relato,/ la suerte de un torerillo/ que sintiendo el arrebato/ de alcanzar fama y tronío,/ con un capote de grana/ saltaba las alambradas/ y, musitando un quejío,/ entre las púas oxidadas/ dejaba al miedo clavado./ (…).
* Barrunto negro.
» (…). El joven que, ceñido con traje de luces, ascendía como el humo de la hoguera y se plasmaba, cual mágico dibujo, sobre el fino lienzo que es la bóveda celeste. Sonido de clarines y timbales, un momento de profundo silencio, murmullo, expectación, el ruido del portón y la salida en tropel ciego y salvaje de la fiera astada, (…).
Descontar inviernos que se apropian del pasado que roba amaneceres con los labios pintados de florida primavera.
El pretérito indefinido del verbo olvidar extirpa la linde que separa la vida y la muerte que está peligrosamente desdibujada…
«La luna vuelve a asomarse a la dehesa, sobre el balcón de la oscura noche, ahora enlutada, y su luz plañidera se plasma sobre una libreta caída a escasos metros del torerillo, abierta casualmente por un poema donde se lee: <Sangre oscura en la dehesa/ sobre tierra salpicada;/ un ramo de flores negras/ de su pecho se derrama./ Entre sus manos colocan/ un cristo de plata,/y sobre su boca un beso/ deja su novia gitana./ El patriarca, muy serio,/ sin hablar mueve la vara,/ y cuatro gitanas viejas/ al torerillo amortajan>.
Autor
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Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.
