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José Antonio De la Iglesia Hernández es militar en situación de retiro por edad y un entusiasta de la historia militar española. Autor de: El fuerte de San Francisco en Guadalajara y sus Ingenieros Militares (Defensa); mañana saldrá el Sol (De Librum Tremens); Suboficiales Españoles en Rusia. Sargentos y Brigadas en la División Azul (Galland Books); La daga de las lágrimas (De Librum Tremens); La traición de Jano (Good Books); La habanera final (De Librum Tremens), ¡Pregúntale a la Luna! (Libros Mablaz), El secreto del Sudoeste (Libros Mablaz), Yo soy el Viento (Libros Mablaz), trilogía Más allá del borde exterior, Elhx Truxxall, libro I; Krisshian, libro II; Los mundos de Balckl, libro III (Libros Mablaz); Sueños en la antesala del Hades (Libros Mablaz), Cien mil Venecias (Libros Mablaz), El renacer de Kallhat (Libros Mablaz), Jaque a la Ariadne, buque de Su Majestad (De Librum Tremens).
Colaborador en Historia del Arma de Ingenieros, en 75 años de Ingenieros de Armamento y Construcción (ambos de Defensa); y en dos antologías poéticas (Libros Mablaz).Varios artículos suyos han sido publicados en las Revistas Alabarda, Guión, Ejército, Armas y Cuerpos.
¿Por qué un libro sobre la participación de los españoles en la II Guerra Mundial titulado Españoles en guerra ajena?
Porque los casi 150.000 españoles que participaron directamente como combatientes, trabajadores armados o no, sacerdotes, médicos, enfermeras o como espías o agentes secretos; a pesar de que la mayoría de los que lo hicieron de forma voluntaria pensaron que era su guerra, su forma de continuar su lucha contra el fascismo o contra el comunismo bolchevique; lo cierto es que su país, España, se posicionó como neutral y, en el peor de los casos como no beligerante. No fue una guerra de España, España no era un país contendiente por tanto, para los españoles era una guerra ajena.
¿Por qué recalca que fue en todos los frentes y bajo todas las enseñas?
Porque hubo españoles o, en el más alejado de los condicionamientos, descendientes de primera generación con doble nacionalidad, en la práctica totalidad de los grandes frentes: en África, Europa, Rusia, Oriente medio, y en los frentes del Pacífico. Por tierra, mar o aire, bajo las banderas francesas de Vichy y de la Francia Libre, la británica, la alemana, la de la Unión Soviética, la de Estados Unidos y la propia de España bajo la que se movía la División Azul.
¿Por qué empieza hablando de la situación de España en 1939, tras la Guerra Civil y de la deuda española con Alemania y con Italia?
La guerra española terminó en abril de 1939 y en septiembre de 1939 comenzó la guerra civil. España, una vez se desentendió de las deudas que tenía la República, aún estaba estaba constreñida, económicamente hablando, por una fuerte deuda con los principales países del Eje, Alemania e Italia, deuda que había que saldar sin remedio y la contienda europea vino a ser una forma de dar salida a buena parte del pago de esas deudas. Por otra parte, la nación se encontraba agostada, sin la mayor parte de su tejido productivo, con su moneda devaluada y con las mejores empresas en manos de alemanes, italianos y británicos.
En esta situación, tanto los condicionamientos de buena parte de los españoles exiliados en Francia como los de los falangistas y de una sección importante del estamento militar de la España franquista veían esa contienda como una forma de continuar su ideario de lucha, como ya he dicho, unos contra el fascismo y otros a su favor; en la España franquista nada más terminar la guerra, algunos grupos de fuerza consideraban que había que devolver la ayuda prestada por Alemania e Italia y comenzaron a poner los ojos en diversos intereses nacionales históricos como la reconquista de Gibraltar. Esas ideas que hubiesen producido una gran catástrofe en un país endeudado, recién salido de una guerra fratricida y que apenas si mantenía una mínima parte de su tejido productivo, fueron detenidas por Franco con el apoyo del estamento militar más reacio a la intervención. Pero cuando Alemania invadió la Unión Soviética, a la que acusaba de todos los males por los que había pasado España durante los últimos años, el clamor fue general en una juventud ideologizada al máximo, había que devolver a Rusia lo que Rusia había hecho en España. Esa fue la constante de la época.
¿Por qué era importante la situación geoestratégica. de la península ibérica en los planes de operaciones durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial en Europa?
La situación de la Península Ibérica en Europa siempre ha sido importante estratégicamente hablando por su propia situación como extremo de Europa y como enlace con los continentes de África y laa Américas, y aún lo fue en gran medida durante la II G M. Para los alemanes como puente de paso a África, cierre del Estrecho de Gibraltar y dominio del Atlántico africano en Canarias, Fernando Poo y Cabo Verde con bases adelantadas en Madeira y Azores. Para los aliados suponía el paso de África a Europa y una estupenda plataforma de desembarco para la reconquista de Europa por parte de los norteamericanos con el dominio de las mismas islas atlánticas de Canarias, Cabo Verde, Madeira y Azores. No en vano, hasta cinco planes de invasión total o parcial de España se cursaron por parte del Estado Mayor Alemán y otros cuatro lo fueron por británicos y estadounidenses.
¿Qué podemos destacar la actuación de los españoles en el Frente Occidental?
Fundamentalmente, y por encima de todo, su sacrificio en la Batalla de Francia como componentes de los regimientos de infantería y los regimientos extranjeros de infantería, así como de las compañías de trabajadores extranjeros. Varias unidades y compañías de Trabajadores se sacrificaron para que el resto de los ejércitos francés y británico pudiesen ser embarcados en Dunquerque. Buena parte de ellos murió en los combates o fueron capturados y enviados a los stalags y posteriormente a los campos de concentración donde murieron el 80% de ellos. Ellos fueron los verdaderos héroes sacrificados en el frente occidental.
Los que se salvaron junto a franceses e ingleses al poder pasar a Inglaterra desde Dunquerque o ya estaban allí procedentes de la campaña de Narvik; junto a los de las unidades africanas, fueron el germen de las nuevas unidades de la Francia Libre y participaron en las unidades de zapadores británicas. Esas incipientes unidades de la Francia Libre, una vez estructuradas y unificadas con el Cuerpo Franco de África, combatieron junto a americanos y británicos en la liberación de Francia e Italia y en la marcha hasta Berlín.
¿Qué podemos destacar de los españoles que combatieron en el Frente Europeo Oriental, el contingente español antisoviético?
Podemos destacar el empeño y el pundonor de combatiente de todos ellos independientemente de la bandera que les acogiese, la española bajo el paraguas de Alemania o la de la Unión Soviética.
¿Qué papel jugó la División azul en la contienda?
En realidad jugó varios papeles que, desde la distancia y dependiendo del visor de observación que se escoja podríamos resumir en: devolución de la visita que hicieron los rusos a España en la guerra civil, según unos; eliminar el cáncer bolchevique que amenazaba con tragarse toda Europa, según otros; participar testimonialmente al lado de Alemania en la contienda, según algunos terceros; servir de cortafuegos a la entrada de España en la II G M y, sobre todo, contribuir al pago de una gran deuda que hubiese hundido económica y socialmente a España durante muchos años.
En el aspecto militar, aunque la D.E.V. (División Española de Voluntarios contra el Comunismo) o División Azul, participó en batallas y combates de baja o media importancia, según algunos historiadores, no es menos cierto que sirvió de apoyo al ejército alemán en la ocupación del territorio que sus unidades abandonaban para integrarse en las grandes operaciones, cubriendo sus zonas de abastecimiento y retirada, asegurando su retaguardia para evitar sustos “desde atrás” y todo ello ante fuerzas muy superiores en número y material de fuego; fue encargada del rescate de unidades alemanas cercadas, en terribles condiciones ambientales y de diferencia de fuerzas con las unidades soviéticas; y en el frente de Leningrado supo parar a fuerzas superiores en 9:1 en personal, 10:1 en medios de fuego, 100:1 en medios acorazados y 250:1 en medios aéreos; lo que sucedió en el término del poblado de Krasny Bor, consiguiendo parar el avance ruso y destruyendo las expectativas de la Operación Estrella Polar soviética y retrasando la ruptura del frente durante un año.
Por último tiene un apartado sobre el Frente Europeo Central y los españoles del III Reich.
Sí, es cierto. Es que los hispanos, como se ha dicho desde tiempos antiguos, siempre están combatiendo contra el mundo o contra ellos mismos y hasta en el infierno. El capítulo trata de los españoles que al despedirse la Legión Azul del frente Oriental, desertaron de la unidad y se alistaron en unidades alemanas, de los españoles que procedentes de la División Azul, una vez en España, volvieron a pasar la frontera con los mismos motivos que los anteriores, de los cientos de compatriotas que desde los inicios de la guerra fueron pasando clandestinamente para unirse a las fuerzas alemanas; y de un importante grupo de trabajadores emigrantes y de miembros de la Organización Todt que se alistaron una vez en Alemania o Francia en unidades y comandos alemanes. Todos estos, cuyo número pudiera ascender a 1.700, combatieron dentro de unidades de las Waffen SS, unidades de montaña y acorazadas. Gran parte de ellos murieron en los frentes centrales y su exponente final fue la Compañía Ezquerra que combatió en Berlín hasta el último momento.
¿Algo que decir de los prisioneros y los campos de concentración?
Creo que no solo hay que hablar del calvario sufrido por los prisioneros, sino que también hay que hablar del olvido de 20.000 españoles muertos en total en el frente Occidental, desde que comenzó el exilio en el último trimestre de 1938, hasta la finalización de la guerra en Europa en mayo de 1945: internados en los distintos campos de concentración franceses, combatientes en las distintas unidades, trabajadores obligados en las C.T.E., G.T.E., S.T.O., Organización Todt; entre los que se citan los cerca de 7.000 que murieron estando presos en los campos nazis y en los campos de exterminio o del horror donde se dieron las mayores cotas de crueldad entre verdugos y víctimas.
En los frentes del Este y Central, no menos de 6.500 españoles murieron en los combates o como resulta de las heridas sufridas; en los inhumanos trabajos de los campos de concentración del G.U.L.A.G. soviético o durante las terribles marchas de prisioneros durante su clasificación y traslado a los distintos campos.
En el más llevadero de los campos de concentración de prisioneros de Este a Oeste de Europa, en el que más suave se manifestó el trato a los internados, sus condiciones humanas cayeron en el trato más denigrante que hoy, con la concepción actual podemos pensar.
Tanto unos como otros han sido olvidados de forma oficial dependiendo del momento o la ideología política de los distintos gobiernos españoles. Y siendo eso malo, lo peor que también han sido olvidados has ta épocas muy recientes, por los países que acogieron a aquellos miles de exiliados españoles que combatieron en sus unidades militares, caso de Francia y la U.R.S.S.
¿Cuál podría ser la reflexión final sobre la participación de los españoles en la II Guerra Mundial?
La realidad es que todos los combatientes españoles en la II G. M., independientemente del tipo de unidad en la que militaron, de primera línea o auxiliares; o del bando para el que combatieron, Francia, Alemania, la U.R.S.S., o el resto de las naciones aliadas; fueron admirados por los camaradas y compañeros de aquellos países que les acogieron entre sus filas, y respetados por sus enemigos. Multitud de documentos lo prueban y su alto número de caídos en combate independientemente del bando en que combatieron, muy próximo por defecto al de 10.000; así como la elevada cantidad de menciones y condecoraciones recibidas, lo atestiguan.
Ningún soldado que luche por un ideal y que es capaz de ofrecer su vida por él en un campo de batalla, merece ser reo de ocultación sistemática, ni tampoco merece que se tienda sobre él la capa del olvido. Sin embargo, a partir de principios del siglo XX han surgido en España diversas pero fuertes corrientes revisionistas de la historia, hasta tal punto que es frecuente ver cómo, dependiendo del signo político de quien gobierne o de quien la revise y reescriba, se tiende por sistema a olvidar a “los otros”, menospreciando y ridiculizando sus logros científicos, artísticos, humanos y cívicos, o los hechos de armas en el caso de los militares; como si solo hacer mención de ellos supusiese arrastrar anatema moral e incluso legal, como si pudiese producir una infección de peste bubónica.
Todo aquel soldado que, como he dicho, es capaz de estar dispuesto a ofrecer su vida por un ideal, merece, si no el respeto social propio de cada momento político, sí al menos, el recuerdo histórico cuando haya sido partícipe de un hecho catalogable como tal. Nada impide a las distintas corrientes políticas o sociales, recordar y panegirizar más a unos que a otros, según su proximidad ideológica con cada grupo determinado; pero todos ellos tienen derecho a constar, sin ningún tipo de restricción o cortapisa, en la memoria histórica de su propio país, y a poder estar, tanto incluidos en la enseñanza de la historia, como inmersos en los cauces de información y divulgación que puedan facilitar a todos los habitantes, la posibilidad de conocer, estudiar e investigar todo lo que a ellos pueda concernir.
Autor
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Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.
Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.
Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.
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