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Las ideas políticas se han quedado desfasadas en un mundo de transformaciones radicales, en tanto que la vida política continua sobre sus cauces tradicionales.
El empobrecimiento de la vida política es un factor clave, ya que atrae cada vez menos a los mejores, a los más cultos, a los más idealistas y la clase política cada vez está formada con más frecuencia por burócratas poco imaginativos, puteros, corruptos, cocainómanos y pederastas a los que la gestión de lo público solo es la excusa para su enriquecimiento personal y para pagar sus vicios.
La democracia no se ha renovado, carece de ideas que la pongan en la actualidad. Los dos bloques conformados como izquierda y derecha difieren en lo esencial, mientras la primera de ellas, formada por socialistas, comunistas e independentistas, basa su éxito en la propaganda, los medios de comunicación y la manipulación de las masas, renunciando a gestionar, que entienden es cosa de burgueses.
Mientras que el PP , que hasta hace unos años representaba la derecha que cada vez se ha mostrado más acomplejada por no ser progre ni tener medios de comunicación que los ensalcen, y basó su acción política en la capacidad de gestionar el Estado, pero sin explicarlo ni enfrentarlo a lo que pasa cuando gobierna la izquierda, porque esto es políticamente incorrecto y en lugar de deshacer por la noche lo tejido por el día como Penélope, no solo no desmontaban los pilares de la propaganda de la izquierda y sus chiringuitos ideológicos, sino que los han mantenido y a veces potenciado. Por eso no es de extrañar que el PP esté llamando a la puerta de la izquierda, para ver si le dejan entrar, aunque sea por la puerta de atrás.
Por otro lado, los buenos gestores, tanto de la derecha como de la izquierda, tampoco se pueden dedicar mucho a la política, porque son incorrectos políticamente ya que piensan más en mejorar la gestión de los recursos públicos que en captar votos para las siguientes elecciones.
VOX surge como un movimiento desesperado de ennoblecer la vida pública y cambiar de forma radical la forma de entender la política y de gestionar el dinero público.
La empresa es titánica ya que desde que el Comité Central del Partido Comunista en 1943 aconsejara a los camaradas que deberían avergonzar, desacreditar y degradar a los críticos y que cuando se encontrasen con obstruccionistas a sus políticas deberían etiquetarlos como fascistas o nazis, consiguiendo tras repetirlo continuamente que esa asociación calase en la conciencia de la gente. Esto lo vienen poniendo en práctica con VOX desde hace años y hay que destacar la entereza y el valor de sus dirigentes para no haber cedido a lo más sencillo y cómodo que hubiera sido cambiar de actitud y dejar de ser incómodos y obstruccionistas.
Habría que preguntarle al votante: ¿Qué hay que hacer para remediar el hecho de que la clase política tenga tantos defectos? Mucha gente seguirá votando al PSOE y a Podemos a pesar de haber hecho la peor gestión posible en los últimos cuatro años.
¿Tiene la gente la idea de que con el voto se pueden remediar ciertas cosa, o piensa que cada votante es un mero espectador, o un cautivo ideológico?
No nos queda más que una actuación a través de los pocos medios de comunicación no intervenidos ni paniaguados, que consiste en plantear las contradicciones que la democracia tiene e intentar que el ciudadano que no necesita salir a manifestaciones ni recibir subvenciones para hacerlo , tome conciencia que su voto vale mucho y que su acción cuando se planteen nuevas elecciones no sea de mero espectador ni de cautivo ideológico, sino de actor principal y decidir si queremos que nos cuenten historias, nos manipulen y nos engañen o que gestionen adecuadamente los impuestos que pagamos y resuelvan las crisis sanitarias como correspondería a un país como España.
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Muy cierto pero me permito añadir. No es sólo la política. Es todo, incluyendo sistemas sociales tales como la empresa, donde el ciclo de mediocridad se perpetúa por el control que el hombre masa resabiado ejerce. España es un país que experimenta una degeneración grave, digamos, postmoderna. Mientras que en la anglosfera esta degeneración se expresa en forma de brutalidad estatista y crueldad irracionales, en España lo hace como una aguda manifestación del conflicto entre deseo y realidad, como corresponde a una nación católica, fea y sentimental. Mientras que en otras sociedades el miedo es el resorte, en España es la envidia, la picaresca y la descomposición moral.
Ahora la solución. Las manipulaciones de masa funcionan como funcionan sólo por el fracaso del chistema educativo y la solución es reconstruirlo en base a la concepción griega clásica de retórica y a la disputatio medieval. Sólo mediante el contraste organizado y productivo de ideas se educa. Es justo lo contrario de las facus para loros y para desclasar a una segunda generación de desertores del arado. Es un grave síntoma de estulticia colectiva que, como en España, lo que está realmente mal visto es tener razón y hablar bien.
Todos nos traicionan, sólo son títeres/sicarios elegidos, puestos ahí, enmafiados y protegidos por los anti goyim amos en la sombra