31.10.20. INMIGRACIÓN CANARIAS.- Arguineguín, Mogán, Gran Canaria. Manifestación por el desmantelamiento del campamento de primera acogida de inmigrantes del muelle de Arguineguín, convocada por la Plataforma Vecinal de Arguineguín con el apoyo del Ayuntamiento de Mogán. Foto: Quique Curbelo
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Miembros de los partidos de “extrema derecha” – según la jerga del sistema – a veces se refieren abiertamente, sobre todo al reciente fenómeno inmigratorio, como a una invasión. Desde 2015 nada más que Alemania ha recibido más de 10 millones de inmigrantes. En los últimos años Francia ha ido recibiendo alrededor de medio millón de inmigrantes al año. Grandes oleadas reciben también Italia, España, el RU, etc. Como ejemplo de citada reacción política – esta vez incluso por parte de un partido denominado conservador – a este fenómeno, la secretaria del Ministerio del Interior del Reino Unido, que regula la inmigración, provocó hace un par de meses un escándalo al referirse al incesante inlujo de inmigrantes, en su mayoría musulmanes, como una «invasión.» El 30 de octubre de 2022, Suella Braverman dijo:
„El pueblo británico merece saber qué partido se toma en serio detener la invasión en nuestra costa sur y cuál no… Unas 40.000 personas han llegado a la costa sur sólo este año, muchas de ellas facilitadas por bandas criminales, algunas de ellas miembros reales de bandas criminales. Así que dejemos de fingir que todos son refugiados en apuros: todo el país sabe que eso no es cierto…. Me tomo muy en serio acabar con la lacra de la inmigración ilegal y estoy decidido a hacer lo que sea necesario para acabar con las bandas criminales y arreglar nuestro sistema de asilo, desesperadamente laxo…“
Sin embargo, para hablar con precisión, no se puede decir que se trata de una invasión. La invasión sí hubo en su momento, y fue rechazada con mayor o menor éxito en distantas parte de Europa y del mundo. Desde 711 y la entrada de árabes musulmanes en la Península ibérica, hasta 1683 de la derrota turca ante Viena, Europa, y antes el Norte de África desde Egipto actual hasta Marruecos; el Medio Oriente (parte de persa iraquí también era cristiano antes de ser musulmán depués de sucumbir a la invasión), el Oriente Próximo (Turquía de hoy), Grecia, Blancanes en general hasta Hungría, Romanía, la costa norte de Mar Negro con Odesa y Crimea; a todas esas partes, con incursiones constantes hacia la península itálica, es decir las tres cuartas partes del previamente mundo cristiano fue conquistado por las tropas sea de árabes, sea de turcos, pero musulmanes tanto en un caso como en otro. Eso sí fue por medio de una invasión, pero lo de hoy no lo es.
Lo de hoy es una invitación. Una entrada masiva de inmigrantes en buen número musulmanes, año tras año, pero por medio de una invitación consentida de los que gobiernan.
Se dan razones de tipo económico y de regeneración social. Es decir, se dice que falta la mano de obra para asegurar pensiones, para realizar determinado tipo de trabajos, etc. De acuerdo. Decid a la gente que tengan más hijos. Dadles facilidades para ello. Hablad con honra y aprecio de las mujeres que optan por la maternidad, incluso en el orden de prioridades por encima del trabajo. Aunque no se trate de incompatibilidades. Pero no, eso no se promociona. Eso parece el mayor de los crímenes sociales, excepto si lo hacen las familias de inmigrantes. Basta ver todo lo que se promueve desde la política oficial en casi todos los países de la UE, con especial distanciamiento de Hungría. Desde el aborto hasta la eutanasia, pasando por la ideología de género. Todo tiene como consecuencia directa la disminución de natalidad.
Desde la recogida de embarcaciones de inmigrantes muy cerca de los puntos de partida por los barcos de las ONG – a veces de los organismos estatales – que operan sin problemas en tales cometidos aunque pueda suponer colaboración implícita con las mafias de tráfico de personas, hasta la política de subvenciones generosas para las personas recién llegadas, y con tiempo „en situación de vulnerabilidad“, todo ello se entiende perfectamente como una invitación para entrar. ¿Para qué voy a cansarme para trabajar y esforzarme en mi país, si pagando una cantidad con algo de ahorros, o en base a un préstamo que luego devolveré, puedo entrar a otro país donde me darán todo tipo de facilidades? Es la reflexión que se ofrece como inmediata para tantos jóvenes y no tan jóvenes de los países de salida.
Tiene pues la perfecta lectura de una invitación. Una invitación de la que saben que conlleva toda la potencialidad para cambiar radicalmente la configuración demográfica de los países europeos en ya pocos años. Europa que hemos conocido va camino de cambio radical. Camino de su desaparición. Por eso, de forma análoga a la eutanasia de una persona – efectuada por un acto voluntario -, se puede hablar aquí de la eutanasia de una sociedad, efectuada por los que la gobiernan. Simbólicamente la representa muy bien el gobierno canadiense con un vídeo promocional de la eutanasia. Aparecen en el vídeo en un momento 46 personas, casi todas de descendencia europea, excepto tal vez una. Todos acompañan a una mujer podríamos decir relativamente joven, pero se supone enferma. Se presenta la eutanasia de esa señora como un acto entrañable, hasta emocionante. Un trance elogiable. El mismo vídeo tiene por título: „All is Beauty“ – Todo es Belleza. Aunque podría tener otra lectura: ¡adiós y no escribas!
Más o menos es la imagen de lo que se desea para toda nuestra sociedad. De acuerdo. Los malos pueden desear lo que quieran, pero no quiere decir que así será. El hombre propone, y Dios dispone. Ante ese escenario, son posibles las siguientes respuestas:
- Así será, porque la gente lo querrá así. Sin duda, es una opción.
- Mediante una respuesta política adecuada, no ocurrirá tal desenlace. También podría ser. Aunque es de saber que para ello no queda mucho tiempo. Pero a plazo más largo es necesario de que un número significativo de personas cambie su visión del mundo. Algo que no se dará sin un trabajo adecuado, sobre todo en pequeños grupos diseminados por toda la red nacional.
Si no se cumple el punto 2), será como en el punto 1). Todos verán lo que hacen.
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Cuando nuestro territorio está siendo invadido, día tras día, por decenas o por cientos de marroquíes y de argelinos, con el peligro que supone el continuo aumento de la población islámica para el futuro de la España europea y cristiana, algunas personas están obsesionadas con la «Sinagoga de Satanás». ¡Qué visión tan desenfocada de cuales son los verdaderos enemigos que amenazan la existencia de nuestra Nación!.