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Cortesía de: La Clave Del Misterio De La Vida

Mar 04, 2012 | 12,860 views | by Jesús 24×7

En 1993 el profesor Philip Johnson de la universidad de california en Berkley invito a un grupo de científicos y filosofos a una pequeña población playera en la costa central de california, llamada Pájaro Dune.  Procedían de importantes centros académicos como; Kembrich, Munich y la universidad de Chicago. Para cuestionar una idea que había dominado la ciencia durante 150 años.

Todos estaban dispuestos a afrontar el misterio fundamental del origen de la vida. ¿De dónde venimos? ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Qué nos trajo a la existencia? ¿Cuál es nuestra relación con la realidad como un todo?

¿Qué trajo todo esto a la existencia? Fue simplemente el azar, la necesidad, fuerzas naturales sin dirección, ¿O hay algo más?; ¿Un propósito un plan, un designio? ¿El designio de una causa inteligente? Esta es la pregunta fundamenta.

Todos ellos albergaban dudas acerca de las ideas evolucionistas, generalmente aceptadas ¿Cómo unos procesos naturales habían ensamblado las delicadas estructuras de las células vivas?

Dean Kenyon era un biólogo evolucionista que ya no creía que la química por si sola pudiera explicar el origen de la vida en la tierra. También buscaban un nuevo enfoque que pudiera explicar el origen de la información genética codificada en los organismos vivos. Y comenzaron a formular una alternativa a la teoría central de la biología moderna, teoría surgida  de la mente de un naturalista británico llamado Charles Darwin

En 1831 Charles Darwin que entonces tenía 22 años, se incorporo a una expedición de cinco años preparada por el imperio británico. Paso un mes en las islas galápagos donde observo especies tomo notas y partió para no volver jamás. En los 25 años siguientes desarrollo una teoría que explicaba el origen de las diversas formas de vida sobre la tierra y en 1859 Darwin publico un libro titulado SOBRE EL ORIGEN DE LAS ESPECIES, que tuvo un gran impacto. Darwin argumento que toda la vida era producto de unas fuerzas naturales sin dirección alguna… El tiempo, el azar, y un proceso que denomino como selección natural. Esto podría producir un cambio biológico a lo largo de dilatados periodos de tiempo.

Pero una cosa es tratar de explicar alguna diferencia en el tamaño y la forma del pico de los pinzones y otra explicar el origen del organismo como tal y la existencia del pinzón que según Darwin son el resultado de la selección natural. La selección natural era una idea convincente, las variaciones físicas que resultaban ventajosas eran heredadas por generaciones sucesivas.

Por medio de este proceso se alternaban las generaciones sucesivas y con el paso del tiempo surgirían organismos fundamentalmente diferentes y todo ello sin ninguna clase de conducción inteligente.

Darwin quería explicarlo todo en la historia en términos de procesos naturales no inteligentes,  carentes de designio. Y cuando busco una explicación lo que encontró fue que un proceso que funcionaba en las poblaciones domesticadas también funciona en el ambiente natural. Para Charles Darwin, la selección natural explicaba la apariencia de designio sin un diseñador, ya no había más necesidad de invocar una causa inteligente para la complejidad de la vida.

En la última mitad del siglo XX el conocimiento de la célula ha avanzado de manera formidable. Los potentes instrumentales revelan unos complejos mundos microscópicos, mundos tan diminutos que solo un dedal lleno de un cultivo líquido puede albergar más de 4.000 millones de bacterias unicelulares, cada una de ellas repletas de circuitos, instrucciones de montaje y maquinas miniaturizadas de tal complejidad que Carles Darwin jamás pudo haberse imaginado.

En la misma base de la vida donde las moléculas y las células realizan su función han descubierto maquinas, literalmente maquinas moleculares. Hay diminutos camiones moleculares que transportan suministros de una parte a otra de la célula, hay maquinas que capturan la energía de la luz solar y la transforman en energía utilizable.

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Hay tantas maquinas moleculares en nuestro cuerpo como funciones realiza. El oído, la vista, el gusto, el tacto, la coagulación de la sangre la acción respiratoria, el olfato, la respuesta inmunológica. Todo esto exige una multitud de maquinas y cuando contemplamos estas maquinas nos preguntamos, ¿De dónde vienen? Y la respuesta rutinaria de la evolución Darwinista es sumamente inadecuada.

A principios de los noventa en una serie de conferencias científicas  Michael Behe comenzó a compartir sus dudas acerca de la capacidad de la selección natural para construir maquinas moleculares complejas. Una de las maquinas en particular indujo a Michael Behe a la duda, llamada el flagelo bacteriano con todas sus piezas. Tenía una región de propulsión y codo, el eje rotor y el motor y al contemplar eso se dijo — esto es un motor fuera borda, esto ha sido diseñado, no hay montaje de piezas al azar—. Estas piezas aparecen claras cuando se amplían porciones de una célula 50.000 veces. Los científicos han empleado micrografías electrónicas para identificar las piezas y la estructura tridimensional del motor del flagelo, desvelando una maravilla de ingeniería a escala miniaturizada que se ha designado como la maquina más eficiente del universo, algunas de estas maquinas giran a 100.000 revoluciones por minuto y tienen una conexión fija con un mecanismo transductor o detector de señales que recibe información del medio en el que se encuentra. Incluso cuando están girando a esta velocidad pueden detenerse en seco, solo necesitan un cuarto de vuelta y ponerse a girar en el sentido contrario a 100.000 revoluciones por minuto.

Y lo mismo que los motores fuera borda en las lanchas tienen una gran cantidad de piezas para su funcionamiento. El flagelo bacteriano: dos marchas adelante y atrás con refrigeración por agua, movido por energía protónica, tiene un estator, un rotor, una articulación en U, un eje propulsor y una hélice y funcionan como estas piezas de maquinaria. No es por comodidad que les damos estos nombres, es que estas son verdaderamente sus funciones.

Desde su descubrimiento los científicos han tratado de descubrir como hubiera podido surgir un motor giratorio mediante selección natural.  Hasta ahora no han sido capaces de ofrecer ninguna explicación Darwinista detallada. Teniendo en cuenta que todas y cada una de esas piezas son imprescindibles para su funcionamiento (complejidad irreducible). Esto se aplica también a las maquinas biológicas como el motor flagelar bacteriano en el que hay unas cuarenta piezas proteínicas diferentes que todas son necesarias para que esta máquina funcione. Y si falta una sola de estas piezas la maquina no funcionara o ni siquiera se llegara a montar dentro de la célula.

Según la teoría de Darwin incluso las estructuras biológicas complejas: como un ojo, un brazo, un corazón etc. Pueden construirse gradualmente a lo largo del tiempo en pequeños incrementos.

Sin embargo tal como Darwin puso en claro la selección natural solo puede tener éxito si estos cambios genéticos al azar proporcionan alguna clase de ventaja al organismo en evolución en su lucha por la supervivencia.

¿Pero como esas pequeñas variaciones de Darwin pudieron haber creado un flagelo bacteriano, cuando no existía tal mecanismo?

Imaginemos un escenario así a lo largo de la historia de la tierra: Una bacteria en evolución desarrolla de alguna manera alguna pieza del flagelo; incluso las piezas necesarias para unirlo a la pared celular: Sin embargo sin un ensamblaje completo de motor esta innovación no proporcionaría ninguna clase de ventaja a la célula. En lugar de ello la cola o cualquier otra pieza permanecería inmóvil e inútil, invisible  para la selección natural que por definición solo puede favorecer cambios que ayuden a la supervivencia.

La lógica de la selección natural es muy exigente. A menos que el mecanismo este totalmente montado y funcione de verdad, la selección natural no puede preservarlo y no puede pasar a la siguiente generación. 

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El punto importante a comprender es que la selección natural selecciona solo con vistas a una ventaja funcional. En la mayoría de los casos lo que hace es eliminar cosas que no tienen ninguna función o que perjudican al organismo de modo que si se tuviese una bacteria con una cola que no funciona como flagelo, lo más probable es que la eliminase. La única manera de que el flagelo sea seleccionado es que el flagelo funcione y esto significa que todas las piezas del motor han de estar en su sitio para empezar. De modo que la selección natural no puede producir el flagelo bacteriano, solo puede actuar después de que el flagelo está ahí y es operativo.

Por ello la complejidad integral de estos sistemas indican un designio inteligente, en el que la parte más complicada es el tema de las instrucciones de montaje, porque su construcción no solo demanda unas piezas específicas, sino también una secuencia precisa  de montaje.

La construcción completa del motor requiere un sistema complejo de maquinas que coordine el temporizado de las instrucciones de montaje. ¿Pero cómo puede la selección natural construir un sistema así? Para poder construir el mecanismo del flagelo o decenas de miles de otros mecanismos semejantes en la célula, son necesarias otras maquinas que regulen el montaje de estas estructuras y estas maquinas precisan de otras maquinas para su ensamblaje.

Solo que falte una de estas piezas o que esté donde no le corresponde el motor no funcionara. De modo que el sistema para ensamblar el motor flagelar es por sí mismo irreduciblemente complejo. En biología hay dos grandes interrogantes, ¿Cómo se consiguen nuevas formas vivientes con nuevas estructuras, como alas y ojos a partir de vida que ya existe? Y ¿Cómo se origino la vida en La Tierra por primera vez?

Hoy sabemos que Charles Darwin pasó la mayor parte de su vida formulando una respuesta a la primera pregunta. Y cuando se trataba de explicar el origen de la vida de la primera célula viva Darwin tenía muy poco que decir. De hecho en su famoso libro ni siquiera trato de cómo pudo originarse la vida de la materia no viviente.

En los últimos años de su vida Darwin hizo muy poco por desarrollar su idea de que hubiera surgido una célula primitiva de compuestos químicos simples en las aguas primordiales de la Tierra primitiva. Pero más adelante en los años 20 y 30 un científico ruso llamado Alexandr Oparin formulo una detallada teoría acerca de cómo esto hubiera podido suceder, y la llamo evolución química.

Oparin creyó que podía explicar el origen de la primera vida con los principios darwuinistas. Imagino unos compuestos químicos simples que se combinaban y re-combinaban para formar moléculas mayores, y estas moléculas mas grandes se organizaban a sí mismas con la ayuda de variaciones al azar y la selección natural para constituir la primera célula primitiva. Pero…

¿Cómo pudo evolucionar la vida a partir de unos compuestos químicos simples?

Desde finales de los 60 hasta principios de los 80 Dean Kenyon fue uno de los teorizadores químicos evolucionistas del mundo y como otros en su campo intentaba explicar el origen de la vida por medio de un proceso puramente natural.

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