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«¿Has sufrido abusos en la comisaría de Padre Amigo, en Carabanchel? ¿Has tenido una mala experiencia con la policía de Carabanchel? Otras personas, también. Buscamos testimonios de malas prácticas, abusos o torturas por parte de la policía de Carabanchel. Escribe a grupodeapoyolili@riseup.net contándonos tu historia. Mantendremos la confidencialidad». El Grupo de apoyo a Lili, pues. Si tienen alguna historia en esta sórdida comisaría cercana a Vista Alegre, el correo electrónico lo tienen dos líneas arriba. Lo dicho en innúmeras ocasiones, tan agotador: Hágase justicia aunque caiga el mundo. Pues eso. Y, de paso, les cuento una historia, en esta tercera entrega, sobre el posible homicidio/asesinato de Stefan Lache en esta comisaría de irás y no volverás, tal rúe de Carretas o el ochentero narco-Inchaurrrondo.
Comisaría de Carabanchel, el reino de Irásynovolverás
2015, no ha tanto, siete tacos, sin más. Detenciones a punta pala de policías de la citada comisaría acusados de falsificar pruebas para cerrar con celeridad ciertos casos. La comisaria jefa ya había sido apartada previamente en diciembre de 2014.
Todo comenzó cuando la Brigada de Policía Científica empezó a descubrir “huellas demasiado perfectas” en los informes policiales de casos aparentemente cerrados durante los años 2013 y 2014. En concreto, la prueba que “destapó todo” se encontraba en deliberadamente escondida caja de cartón.
Fue en esa caja donde se descubrió la primera “huella perfecta”: aparecía toda la huella dactilar del sospechoso, algo que en criminalística no se da apenas nunca. A raíz de ese “nimio” detalle se decidió realizar otra serie pruebas, descubriéndose las falsificaciones costaron en su día la detención de nueve maderos, incluidos el inspector jefe y el subinspector.
Comisaría, también investigada
Desde ese momento, la Brigada de Policía Científica se puso en contacto con la comisaria jefa del complejo policial, Gloria Martínez Arriaga, para notificarle la investigación abierta contra el equipo del que ella estaba al mando.
Desde su cese en diciembre de 2014, la comisaria jefa, el inspector jefe, y sus subordinados fueron investigados. Expediente abierto contra Martínez Arriaga, pues, máxima responsable del equipo policial, falsificación de pruebas mediante.
Vínculos con el Jefe de Policía de Coslada, el sheriff
No era la primera vez, cual coito que desmiente falsos virgos. La comisaria jefe de Carabanchel ya había tenido “problemas” en el desarrollo de una investigación capitaneada por ella. En ese sentido, la citada Gloria Martínez Arriaga era, en 2008, jefa de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), y coordinadora del equipo policial que investigó al ex jefe de la Policía Local de Coslada, el celebérrimo Ginés Jiménez Buendía, vulgo el sheriff, en el marco de la operación Bloque.
El agente había sido acusado de cohecho, blanqueo, extorsión y amenazas (por cierto, recordemos, penal y completamente absuelto de aquellos «horrendos hechos»: TS, sic). Pero Ginés, obvio, corrupto puede, pero más listo que todos: tenía a (casi) todo cristo, cogido por los cojones: políticos y jueces y periodistas y larguísimo miríada de oficios, de todo tipo y pelaje, magníficamente grabados con putas y lo que no son putas, mayores y…menores. Y más allá: absolución, pues, impepinable.
Y cuatro años después de esas minuciosas investigaciones que provocaron el cese de Jiménez Buendía, los dos inspectores jefe y los dos subinspectores a cargo de Martínez Arriaga fueron denunciados por un hostelero, que les acusó de intentar coaccionarle para que declarase en contra de El Sheriff.
Recordemos que el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid, abrió en su momento una investigación contra los agentes. Y la citada Martínez Arriaga, en el ínterin, fue “reubicada” en octubre de ese año 2012 en la famosísima comisaría de Carabanchel, donde se produjo la susodicha investigación por falsificación de pruebas durante los años 2013 y 2014. Se calculó en su momento que hubo que repasar aproximadamente una treintena de casos presuntamente resueltos con huellas falsas y falsificadas.
Una golondrina, en este caso, sí hace primavera o verano
Los interrogantes suscitados acerca de todos los casos “resueltos” en la comisaría de Carabanchel – ¿y en todas las comisarías? – son, todavía a día de hoy, septenio después, una veraz y comprobable realidad a la que deben enfrentarse todas las brigadas de Policía Judicial y Policía Científica.
Y, obviamente, no lo hacen. Como seas de Asuntos Internos y te tomes tu curro mínimamente en serio, estás acabado. En fin.
Autor
- Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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