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Alguien en la marca americana ha hecho una apuesta comercial tras ver una oportunidad en el vilipendiado nicho de mercado de los monovolúmenes familiares de tamaño medio, esa categoría donde militan el Renault Espace o el Seat Alhambra y que ha sido canibalizada por los SUV equivalentes. Con valentía, Ford ha decidido así actualizar el S-Max, y su hermano Galaxy, más práctico todavía, incorporándoles la mecánica híbrida del Kuga, una tecnología más que probada con la que estos modelos consiguen la etiqueta ECO y se quedan como únicos representantes de este concepto.
Nosotros aplaudimos desde aquí este movimiento por parte de Ford, máxime si tenemos en cuenta que tanto el S-Max como el Galaxy se fabrican en la factoría española de Almussafes. El resultado es además más que satisfactorio, pues con su motor híbrido de 190CV este modelo anuncia un moderado consumo medio de 6,4 litros a los 100 y una autonomía de hasta 1.100km, un atributo de enorme valor en un coche familiar pensado para viajar. Ello lo consiguen además sin renunciar a un cierto dinamismo, con una aceleración de 0 a 100 por debajo de 10 segundos y una velocidad máxima de 185Km/h.
Con el Ford S-Max y el Galaxy Hybrid estamos ante las únicas versiones monovolumen de siete plazas del mercado dotadas de mecánica híbrida autorrecargable, la cual permite como máximo unos 2km de autonomía eléctrica con su batería de 1,1kwh, más que suficiente para circular sin ruido en los movimientos urbanos a baja velocidad. El sistema de propulsión está compuesto por un motor eléctrico de 120 CV y otro de gasolina 2.5 Duratec de 165 CV, capaces de proporcionar una potencia conjunta de 190 CV y de reducir las emisiones de CO2 en más de un 10% en comparación con el motor diésel equivalente, que por cierto ya no se ofrece en España.
El sistema híbrido de Ford es capaz de funcionar sólo con el motor eléctrico (dos kilómetros de autonomía máxima), sólo con el de gasolina o bien mediante la suma de los dos, gracias a lo que consigue ofrecer una una comodidad de rodadura encomiable. La batería se carga de forma automática gracias a la acción del motor de gasolina y a la función de carga regenerativa en deceleraciones o frenadas. El sistema es capaz de aprovechar hasta el 90% de la energía que normalmente se pierde en las frenadas, gracias a la cual, a la hora de la verdad puede llegar a circular más de la mitad del tiempo en modo eléctrico en trayectos urbanos.
Gracias a que las baterías apenas pesan 30 kilos y son muy planas, no restan capacidad de carga alguna al ir situadas bajo el piso del habitáculo. Ello permite seguir ofreciendo 7 plazas y hasta 2.200 litros de maletero, que incluso en configuración de máxima ocupación del Ford S-Max mantiene casi 300 litros de capacidad. Admite cargas de hasta casi 1 metro de altura y más de 1 metro de anchura en el maletero, y la segunda fila de asientos tiene toda ella anclajes isofix, ya que son 3 plazas independientes. Un familiar con todas las de la ley vamos, y que en el caso del Galaxy es todavía mejor al ser un poco más largo y más alto en su parte trasera.
Es verdad que el Ford S-Max y el Galaxy acusan el paso del tiempo en su salpicadero, que no se siente tan moderno como el del espectacular Mustang Mach-E o el del Explorer, pero el equipamiento de esta versión Hybrid ha sido actualizado y cuenta con tecnología de última hornada en materia de seguridad, entretenimiento y ayudas a la conducción. Dispone de módem FordPass Connect de serie, capaz de proporcionar WiFi para hasta 10 dispositivos, y permite planificar viajes con Live Traffic para el sistema de navegación. También es capaz de facilitar funciones remotas como el desbloqueo de puertas, conocer el estado del vehículo y la localización del mismo a través de la aplicación móvil FordPass.
Disponible en cuatro acabados, las variantes Trend y Titanium cuentan con asientos ajustables en 18 posiciones distintas y el acabado Vignale incorpora, además, asiento del conductor y del acompañante calefactable y refrigerado, ajustable en 10 posiciones y con función de masaje. Por su parte, el acabado ST-Line, de enfoque más deportivo, añade spoiler trasero y lunas oscurecidas. Para facilitar la vida a bordo, está disponible el portón trasero manos libres, el sistema de arranque sin llave, la cámara de visión frontal o trasera, el equipo de audio de alta fidelidad. La mayoría de estas opciones se pueden agrupar en un Paquete X, opcional, que tiene un precio de 3.500 euros. Teniendo en cuenta los descuentos disponibles, el precio final del nuevo Ford S-Max Hybrid parte de unos fantásticos 39.000 euros.
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