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Hoy reabre sus puertas el renovado aparcamiento de la plaza de Santo Domingo, cerrado desde 2005 por deficiencias estructurales, y lo hace reconvertido en un espacio que promueve la movilidad sostenible, con plazas reservadas para vehículos eléctricos, carsharing, micrologística y, por primera vez, con plazas exclusivas para los residentes. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado del concejal de Centro, José Fernández, ha inaugurado hoy esta instalación subterránea y ha descubierto en la plaza que da nombre al parquin la escultura Ágora, del madrileño Carlos Albert, quien también ha estado presente en el acto.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad ha afirmado que esta instalación es un ejemplo de lo que pretende hacer el Ayuntamiento de Madrid en los aparcamientos subterráneos: «convertirlos en verdaderas plataformas multimodales, porque en este aparcamiento va a tener cabida los coches de rotación, pero también los coches para residentes, el carsharing, distribución urbana de mercancías, vehículos eléctricos, y por tanto, todo el menú de alternativas de movilidad que hay en la ciudad de Madrid».
Este aparcamiento, según Carabante, «es la prueba de que la Ayuntamiento de Madrid está apostando por la movilidad sostenible». En esa línea ha recordado el delegado que al distrito de Centro se puede acceder en trasporte público, con las líneas de autobús gratuitas, y también en vehículo privado, «siempre y cuando sea sostenible» y para ello y «en esa política de movilidad sostenible se enmarca también esta nueva plataforma multimodal».
Tras una inversión de 4,6 millones de euros, el nuevo aparcamiento de Santo Domingo, con una superficie total de 10.300 m2 repartida en tres plantas, va a funcionar por primera vez con uso mixto. De las 320 plazas de las que consta, 71 están reservadas para turismos de vecinos abonados, con tarifas de 170 euros al mes si se contrata por año, 160 euros si es por tres años, o 150 euros si es por cinco años. También dispone de 16 plazas para motos de residentes, con tarifas de 72 euros mensuales, 68 y 64, respectivamente.
El resto de las reservas se reparten del siguiente modo: 203 plazas para turismos de rotación, con 10 plazas de recarga eléctrica; 10 plazas para servicios municipales; 10 plazas para carsharing, y 10 plazas para espacio de micrologística de distribución urbana de última milla para mejorar la movilidad en superficie. En la nueva instalación también se han situado taquillas de comercio electrónico.
Este aparcamiento es una plataforma multimodal 100 % accesible y cuenta con accesos por lector de matrícula, pago por móvil, reserva de plaza online y sistema cerrado de videovigilancia.
Este aparcamiento municipal lo va a gestionar vía concesión durante los próximos 10 años Continental Parking.
Historia del aparcamiento
En 1959 se terminó la construcción del aparcamiento conocido como Santo Domingo, siendo éste una instalación semienterrada que emergía, en parte, a la superficie. El aparcamiento quedaba confinado entre los dos viales perimetrales de la cuesta de Santo Domingo, generando una edificación que, en su lado sobre rasante tenía forma de ‘piano de cola’. El espacio experimentó ampliaciones en 1967 y en 1979.
Esta edificación constaba de cinco plantas en su extremo sudoeste, es decir en la parte redondeada del ‘piano de cola’, de las cuales dos quedaban bajo rasante, y tres, sobre rasante. La presencia de esta edificación, que ocupaba prácticamente la totalidad de la plaza, resultaba incompatible con el uso del espacio público en superficie para el ciudadano. Por ese motivo, se proyectó en 2003 la demolición de la parte emergente del aparcamiento (las tres plantas en superficie), la urbanización del ámbito comprendido entre la plaza y la cuesta de Santo Domingo, el acondicionamiento del aparcamiento en la zona a mantener y la ampliación del mismo para recuperar la capacidad inicial.
Para ello, el Ayuntamiento clausuró en 2005 el aparcamiento que desde hoy vuelve a estar operativo para los ciudadanos. Las obras de remodelación y demolición de las plantas sobre rasante fueron adjudicadas en 2005 y finalizaron en abril de 2007, inaugurándose en dicho año la nueva configuración de la plaza de Santo Domingo. Sin embargo, en el aparcamiento se detectaron deficiencias estructurales y constructivas que requerían de una reforma integral para poder ponerlo en uso.
La escultura
La escultura de acero corten Ágora, de casi cuatro metros de altura y 275 kilos de peso, se convierte en una nueva ‘vecina’ permanente para la ciudad. Ideada por el escultor madrileño Carlos Albert, representa Madrid como cruce de caminos y lugar de encuentro, como la plaza donde se ha situado, un enclave donde desembocan numerosas calles.
«Madrid es una ciudad de todos y para todos. Cuantos más lugares conozco, más orgulloso me siento de ella y más me enamoran sus calles, sus monumentos y, especialmente, su gente y su hospitalidad», ha señalado Albert, quien ha añadido que es la ciudad que le vio nacer y la que acogió a sus padres y abuelos «y a tantas personas que sigue acogiendo que, con su entusiasmo y ganas de progresar, la hacen suya». El autor ha asegurado que «esta realidad es el motivo conceptual de esta propuesta escultórica, y la plaza de Santo Domingo, un emplazamiento excepcional: castiza y llena de significado por ser un verdadero cruce de caminos». /
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