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El  entonces Reino de Castilla, con la unión de sus reinos limítrofes y regiones cristianas, formaban una impresionante fuerza de buena dirección y sabiduría, que nos hicieron ser un Imperio, en el cuál no se ponía el sol.

Mientras Europa era fue nuestra, durante 200 años, gracias a nuestros Tercios Viejos, que componían el llamado Ejército de Flandes, dominaron media Europa, en continuas Batallas, que en su mayoría ganaban, en inferioridad de efectivos.

Mientras esto ocurría en la vieja Europa, a partir de 1.492, gracias a nuestra Reina Madre S.A.R. Dª Ysabel, quién creyó en el marino Cristobal Colón y le proporcionó todo un cofre de dinero, para formar un gran equipo de marineros, que en solo 3 navíos, descubrieron un nuevo mundo.

Desde ese año de gloria, Castilla y sus regiones cristianas, conquistaron, pueblos y más pueblos, en los que se asentaron, proporcionaron un idioma, una cultura y los hicieron parte de España. NUNCA FUERON COLONIA, como las gentes que odian a España dicen y ello se demuestra tan fácilmente, como que allí crearon escuelas y hasta universidades, que fueron de las más antiguas del mundo. La religión católica y la evangelización, fue la más grande que hubo en la cristiandad, construyendo iglesias y catedrales, que hoy en día perduran como un gran legado español.

A estos territorios, se les llamó Hispano-América, pero no solo fueron territorios españoles los de América del Sur y la América Central, sino que en la América del Norte, se consiguió gran parte de ella, además de Méjico, cuyos pueblos fueron españoles.

Pero, nuestros conquistadores, también pusieron su vista en el continente asiático, de tal forma que hicieron españolas a Filipinas, la Isla de Guam y otras.

Durante más de 300 años, España era todo un inmenso Imperio, que con sus navío traían y llevaban mercancía, en un intercambio de materias, que eran desconocidas para pueblos y para la gran madre Patria, como empezó a llamarse a España.

Todo ese gran Imperio, de nuestros Reyes Católicos y sus descendientes, era tan inmenso, que a la vez era admirado y temido.

Sin embargo; llegó su decadencia, con la subida al Trono, de la Casa de Borbón, impuesta por los Gabachos, a la muerte del último Rey  de los Austrias, Carlos II, que no tuvo descendencia, debido a su cuerpo enfermizo desde su nacimiento, muriendo a los 35 años de edad, en el 1700.

Aunque disponía de parientes, que muy bien podrían haber seguido reinando la Casa de los Habsburgo, aprovecharon los gabachos, nuestros enemigos de siempre, para con malas artes, introducir su Dinastía malévola, en ese mismo año de 1700, que fue la desgracia de España, hasta nuestros días.

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Todos los pueblos, nuestros pueblos hermanos, nunca colonias, fueron cayendo como fichas de dominó, por culpa de esta Dinastía francesa y afrancesada, que seguía dirigida por los Reyes franceses, para nuestra desgracia.

Aunque su etapa, despreciable para España, fue en particular, el reinado de Carlos IV y su hijo Fernando VII, los reyes FELONES, que introdujeron a sus parientes los franceses,  en España, para robarla, arruinarla, quemarla, esclavizando al pueblo y violando a sus mujeres.

En esa ignominiosa e infame época, los gabachos se adueñaron de toda la península, hasta, que hartos, el pueblo le declaró la guerra, con la reconquista española de los héroes civiles y los militares Daóiz y Velarde, que arrastraron en la lucha, a otros militares, para echar a esta basura impuesta.

En ese desconcierto, de una España sin Reyes españoles, que lucharan por ella y con el regreso del Rey Felón Fernando VII, que reinó hasta su muerte en 1933, fue una debacle, pues entre los años 1808 y 1825, perdimos todos los pueblos, del continente americano. Cuando los dirigentes antiespañoles, vieron el desastre de la Madre Patria, se alzaron oportunistas, para atacarnos y aprovechar el desconcierto y la decadencia española, para lograr la separación de la Patria, que les había dado todo.

En tan solo 15 años, perdimos todos nuestros pueblos hispanos, gracias a esta maldita Dinastía.

Pero ahora, en pleno siglo XXI, esta misma Dinastía reinante, gracias al General Invicto, que siguió creyendo, injustificablemente en ella, la volvió a instaura, siendo el peor legado que El Caudillo, nos dejó.

¿Por qué tuvo Franco que instaurar la monarquía, cuando lo único bueno que hizo la República Bolchevique y criminal, fue echarles?

Pues gracias a ellos, los dos reyes, que estamos padeciendo, tienen a España vertebrada en su seno interior, son regiones, que buscan la independencia y exteriormente, con unos Países, que como pasó hace 200 años, buscan el comernos tierras nuestras, de más de 500 años que son propias.

A esos malditos Borbones, que ha destruido, nuestros pueblos de allende los mares, ahora, lo van hacer con la propia Nación española.

Sin embargo, al igual que se aclamó por el populacho al maldito rey Fernando VII y se le coronó después de su inmensa TRAICIÓN, ahora a estos dos monarcas, “El Viejo y el Joven”, se les aclama, se les vitorea, se les rinden pleitesía, cuando son dos mangantes, en brazos de la izquierda, que firma cualquier Decreto, siempre que no sea que se vayan a su Francia querida, para haber si allí les premian, por la labor de más de 320 años, han ejercido destruyéndola

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Como los gabachos, no podían vencernos en los Campos de Batalla, nos inocularon este virus letal, que terminará con nuestra Patria, mientras los esclavos y despreciables patrioteros, siguen vitoreando y arrodillándose ante estos dos Perjuros, Herejes y Traidores reyezuelos, que espero y deseo, que sean los últimos, de una puñetera vez.

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.


Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.


Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas


Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.


Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.