22/11/2024 13:43
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Macarena tiene grandes dones que Dios le dio. Es guapa, inteligente, generosa y amante de la verdad. Esa verdad que suele ser cruel para quien la detesta y amiga para quien la ama. Esa verdad de la que la izquierda huye como diablo de la cruz. El dique contra el que se estrella la patulea que se nombra «progresista» que lleva a las cavernas a todo el que se deje engañar. Vive de la mentira y es la mentira con patas como Abascal dijo a Pedro Sánchez. Por lo tanto la izquierda tiene miedo a la verdad y lo personaliza en Macarena Olona que se la sirve en bandeja plateá, como las balas falsas de Marlasca, o la navajita plateá con la que se desmayó la ministra Reyes Maroto, o la mariconada del bulo del culo, o últimamente la cosa de los teléfonos espiados del Pegasus. La carrera de estos tipos no tiene desperdicio, ante los ojos con la ceguera voluntaria de sus votantes.

En su programa electoral para Andalucía tienen en los dos puntos primeros subir impuestos y echar a Macarena. Algunos pronostican que la campaña de la izquierda en Andalucía será la más sucia y violenta desde que ETA dejó de matar. Superará a la campaña de Madrid que desplegaron toda su artillería e hicieron lo que no está escrito. Ya VOX no se gastó ni un euro en la campaña de Andalucía que va a empezar. Se la están haciendo socialistas y extrema izquierda que usarán todas las artimañas y patrañas que le son propias, desde sacar el fantasma de Franco y el fascismo a volar, la ultraderecha, junto a las piedras lanzadas a Vox y todo tipo de esputos, insultos y violencias que les manda o mandaba Sánchez y Marlasca.

La tomaron con el empadronamiento de Macarena en Salobreña a raíz de la denuncia falsa de la alcaldesa socialista de esta localidad granadina. La retomaron los de Podemos que son los especialistas en estas trampas de los empadronamientos, empezando por Julio Rodríguez (quien ultrajó su uniforme militar) que estuvo bailando por varios destinos al no sacar escaño en ninguno. O los socialistas cuando empadronaron a María Teresa Fernández de la Vega en una casa abandonada en Valencia, para fichar allí, viviendo en Madrid. Hasta el PP salió en contra de lo de Olona, como el indigno Rafael Hernando, o Javier Maroto que se empadronó en un pueblo castellano que no pisó en su vida. Con estos amigos, no hacen falta enemigos) A las izquierdas les salió el tiro por la culata, tras todo lo que revolvieron, y ahora la susodicha alcaldesa procaz está agachada y denunciada por prevaricación, cuya denuncia tiene todos los visos de prosperar.

El PSOE sacó una ley para que los inmigrantes a millares que introduce se empadronaran donde les diera la gana, como si era encima de un banco, y les votaran también, claro, sin embargo decidió que el empadronamiento de Olona era ilegal sin ningún tipo de prueba que lo acreditara. Así son los pajes rojos, en cuestión, por eso hay que entenderlos y nunca dejarse engañar por ellos, al ser incapaces de ver la verdad y menos decirla.

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El miedo es tan grande que empezó por el PP de Bonilla que con su gobierno del cambio no cambió nada en Andalucía, ni redes clientelares, ni chiringuitos, ni sindicatos corruptos. La UGT, una organización criminal y mafiosa, que robó 40 millones a los trabajadores y la encubrió el PP actual; y ahora Bonilla le pide ayuda. ¡Qué vergüenza ayudar a los sinvergüenzas! Si ahora llega Macarena Olona al palacio de San Telmo volarán las alfombras por las ventanas como si un huracán hubiera entrado; y saldrán las corrupciones y corruptelas que estuvieron ocultado. Hasta lo que gastaron en el ambiente socio-festivo de sus visitas a los puticlubs, drogas y puteríos. ¿De dónde viene el miedo, sino? El miedo de la izquierda ya lo sabemos cómo es. Lo que es una pena que la derecha no salga de la corrupción que también aprendió de la izquierda.

La izquierda no quiere urnas ni las quiso jamás, y nunca llegó al poder limpiamente. Si acaso cuando empezó con Felipe González. Nunca antes ni después. Es el cáncer de España del que será difícil librarse. Sigue al pie de la letra las frase de Largo Caballero: «respetaremos la ley, solo si nos conviene», «Lo que no ganemos en las urnas lo ganaremos en la calle». «Nosotros vamos a la guerra». Recordemos cuando dieron la alerta antifascista por Pablo Iglesias, o lo que hicieron pisando sobre los muertos del 11 M. El manejo para conseguir el poder tras el gran atentado por ellos inspirado. Y el largo rosario de cuentas que nadie les ajusta, y todas las que hacen y llevan haciendo.

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Pero Macarena Olona les puso las pilas a todos. Puso en su sitio a las feministas, con Irene Montero, y su amigo el coletas que azotaría a Mariló hasta hacerla sangrar; al Ministro perejil, que fue el que violó la tumba de Franco, el condenado, a los atracadores golpistas, que fueron espiados; «y… ¿dónde está el problema?…poco fueron espiados» Para los periodistas comprados, para todo indeseable que se tercie, porque Macarena es una mujer española, patriota y ejemplar. Canta las verdades del barquero a cualquiera y…? -como dice ella- el miedo es libre.

Autor

REDACCIÓN