Y caen, y caen, y caen los grados del Sol... Por Julio Merino

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Es la voz seca de un hombre la que rompe los gritos y los aplausos, que han comenzado en cuanto han visto a la protagonista subir al estrado.

La plaza está llena, abarrotada, las banderas de España dominan y los vítores suenan hasta casi hacer daño… cuando de pronto doña Macarena Olona se acerca al micrófono y los toma en sus manos como si fuese a comulgar.

Y despacio, muy despacio, y bajo, muy bajo, casi en silencio, empieza a decir (que no a leer):

Y CAEN, Y CAEN, Y CAEN

LOS GRADOS DEL SOL…

como caían, y caían, y caían, las gotas de agua de hace tan solo unos días en la Andalucía profunda de los olivos y los naranjos, las vides y los almendros.

27, 28, 29, 30, 32, 34… que son ya los grados que el Sol señala a las 12 del mediodía.

35, 36, 37, 39, 40… y en Écija los grados que comienzan a tostar los huevos y vestir las claras de blanco.

41, 42, 43, 45, 47, 48, 49…. Y cuando ya el Rey Sol se va por las aguas de Moguer tras Colón y los Pinzones porque quiere ser el primero que con Rodrigo de Triana grite: “¡¡¡Tieeeeerra!!! ¡Tierra a la vista!”

Entonces doña Macarena grita: ¡¡Andaluces!!

Y deja que aplaudan, que griten, y canten si quieren.

Luego, ya más bajo, aunque subiendo y muy rápido va diciendo:

Andaluces de Jaén,

Andaluces de Córdoba

Andaluces de Sevilla

Andaluces de Huelva

Andaluces de Cádiz

Andaluces de Granada

Andaluces de Almería

Andaluces de Granada

¡¡¡Andaluces de España!!!

Dicen que las Leyes son iguales para todos… ¡y eso no es verdad!

Porque a los catalanes y a los vascos les hacen las Leyes a su medida y para que ellos mismos se las aprueben.

Dicen que VOX es enemiga de la inmigración… ¡y eso no es verdad!

VOX no se opone a una inmigración estudiada y reglamentada. VOX se opone al negocio sucio de las “mafias” y las “comisiones ilegales”.

Dicen que VOX se opone a las Autonomías ¡y eso no es verdad!

Lo que defiende VOX es que no sean la piedra atada al cuello que está hundiendo en el mar a España. Lo que intentará VOX en cuanto llegue al Poder será eliminar los “chiringuitos” para los amigos, amiguitos, primos, hermanos, tíos, cuñados, y yernos.

Dicen que VOX se opone a las lenguas regionales… ¡y eso no es verdad!

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VOX se opone a que las lenguas regionales se coman a la lengua madre, el español de los 500 millones con Cervantes al frente y que debe figurar a nivel oficial donde quiera que haya una representación del Estado.

Dicen que VOX es contraria a las “plurinaciones”… ¡y eso sí es verdad!

En España solo puede haber una Nación, la Nación Española. Sabemos que ese fue el gran error que cometieron los padres de la Constitución de 1978, pero por aquel error manifiesto no vamos a permitir que desaparezca una Nación tan grande como España. Por eso pediremos que se suprima la palabra nacionalidad de la Constitución.

Dicen que VOX no defiende la igualdad de las mujeres y del hombre… ¡y eso tampoco es verdad!

Lo que sí es verdad es que nos oponemos a que haya un Ministerio con presupuestos especiales y superiores a Ministerios como el de Educación o Defensa para enseñar a los niños de 5 años a masturbarse o hacer el amor o a enseñarles cómo hacen el amor las hormigas o las cucarachas y las lechuzas del Congo. Lo decimos y lo confirmamos si algún día llegamos al Poder en ese momento desaparecerá el Ministerio de la Mujer. Si al menos hubiesen pensado en algo parecido a lo que hizo la República con “La Barraca” de García Lorca…

Dicen que nosotros nos oponemos a la LGTBI+… ¡y eso no es verdad!

VOX no se opone a que la LGTBI+ defienda sus ideas y las divulgue, VOX se opone y se opondrá siempre a que la LGTBI+ viva de las subvenciones públicas que recibe del Estado, de las Autonomías, de los Ayuntamientos grandes, Ayuntamientos pequeños, Instituciones Oficiales, Empresas dependientes del Estado, y reciba más millones que, por ejemplo, Cruz Roja o Cáritas.

En fin, amigos, que estamos aquí para, sin miedos y sin complejos, que somos, la “Extrema Derecha”, porque amamos a España por encima de todo.

La “Extrema Izquierda” porque queremos ayudar a esos pobres que han sido abandonados por una Izquierda entregada y vendida al Poder (agricultores, cazadores, mundo del toro, pescadores, lecheros, camioneros, etc.), a unos católicos que ya no saben a qué Iglesia pertenecen, a unos militares que ya no saben qué son, a unas Fuerzas de Seguridad a las que quieren humillar como “Piolines” y “Piolines” somos todos.

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Amigos, pues sí, ha llegado el momento de la verdad… y la verdad aunque os cueste aceptarlo no es el PP de los señores Moreno y Feijóo.

¡Ya los habéis visto! ¡Ya habéis visto como, incluso, antes de saber lo que les van a decir las urnas ya están pactando con el PSOE por si acaso!

El señor Feijóo decía ayer mismo que él no ha venido a Madrid ni ha aceptado la Presidencia del Partido Popular para entrar en la guerra de las ideologías, que él solo quiere gestión, gestión, gestión… ocultando que si solo hiciera falta la gestión bien podría servirnos, y tal vez mejor que él, don Amancio Ortega, el genio que ha levantado un Imperio que no es Galicia. Y termino con un recuerdo muy especial para el señor Moreno y, claro está, para el señor Feijóo.

Sí, es cierto, el PSOE de Andalucía se pasó 37 años robando a los andaluces… pero, esos mismos años, esos mismos 37 años, fueron los que el PP pasó sin echarse a la calle y evitar el robo que se estaba produciendo.

Así que también para los “MIRONES” ha llegado la hora.

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.