20/09/2024 22:30
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Pablo Casado, sinceramente debo decirte aquello de «de victoria en victoria hasta la derrota final» que es ni más, ni menos, hacia donde os conduce la estrategia del partido que de un tiempo acá habéis pergeñado.

Ni por el forro, lo que ahora estáis haciendo se parece en nada a las cosas que dijiste en aquella triunfal sesión de investidura en la que ganaste a la ratita presumida de Mariano Rajoy porque ésta era la heredera natural del cobarde pontevedrés y de la que buena parte de vuestra militancia parecía estar hasta el gorro porque quería otra cosa, otro rumbo.

Los engañaste. Poco a poco fuiste cambiando la deriva y de aquellos planteamientos iniciales en los que ibas a regenerar la ideología de derecha que tu antecesor había permitido que se contaminase hasta los zancajos de la que Zapatero había implantado, nada de nada. Parecía que ibas a dejar a un lado el inane, soso, melifluo, absurdo e inexistente centrismo desideologizado y hacer política además de gestión.

Se te llenaba la boca de libertad y de otros epítetos que encandilaron a una audiencia que cinco minutos antes había aplaudido a tu antecesor, o a quien se subiera al atrilillo, sea que fuese a conectar los cables. Esto es lo que tienen los partidos, que cuando los pastores juntan las ovejas en el redil, a éstas les da por aplaudir lo que no pueden aplaudir en su casa y en sus vidas.

Creo recordar que fue el 22 de Octubre de 2020 en la moción de censura que VOX presentó contra Pedro Sánchez en la que rompiste amarras de malas formas con Santiago Abascal, insultándole, despreciándole, ciscándote en la amistad que creo ambos manteníais. Pero, con ser esto importante, lo es mucho más la ruptura abisal entre las formaciones que ambos presidís.

La pregunta, Pablo, es: ¿por qué te pegaste este tiro en el pie?, ¿por qué de verdad VOX te parece un partido facha?, ¿por qué vuelves de nuevo al centrismo rajoyano?, ¿ por qué no crees que entre ambos partidos no existen posiciones comunes y fundamentales en defensa de la nación frente al comunismo globalista?

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Si creías que ibas a tener una muleta en C´s para arañar votos en un centrismo veleta, socialdemócrata de nacimiento, más tarde liberal y llevártelos a tu huerto, sólo tienes los escombros. Un tiro en el otro pie. Y ahora estás en medio de la nada entre el muro que levantaste frente a VOX y una socialdemocracia inexistente en la que no puedes arañar nada y que cualquier alianza con quienes hoy nos desgobiernan, certificaría la muerte de tu partido,

Para colmo de males, al aparato os ha salido una chica en Madrid, a su manera respondona, que viene a representar aquella frescura, atrevimiento y sin complejos, que apuntabas en aquellos días de tu nuevo cargo en el partido y que se desvanecieron al poco de empezar a desempeñarlo. Y por ahí también tienes otro descosido muy considerable en tu partido. Yo que tú, empezaría a distanciarme de ese zagal murciano que como un Antonio Pérez te lleva «de victoria en victoria hasta la derrota final», como te ya dije al inicio de estas líneas. Para mi, tu giro al rajoyismo tiene, si no otra explicación, al menos un acelerante que es el siguiente y que radica en la contestación a esta pregunta:

¿Pablo, quiénes y cuándo te dieron el toque de atención para que cambiases el rumbo de relaciones y alianzas con VOX? Como evidentemente tu no la vas a contestar, te lo digo yo: el quién es la cúpula de la dictatorial y globalista burocracia que actualmente ordena y manda en la Unión Europea, (cosa distinta a Europa, a secas) que no pasa ni transige en que nadie se atreva a llevarle la contraria al globalismo ideológico homosexualista, anti-natalidad y el feminismo de género, así como también estigmatiza a aquellos partidos que abiertamente se alinean como soberanistas de los estados y naciones que dieron lugar a la Europa histórica tradicional. Estos burócratas a los que nadie ha elegido, han decidido que los países europeos al completo abdiquen en un estado unitario sumiso a las nuevas élites mundialistas,

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Y tú, con tu cordón pretoriano y la vieja guardia de tu partido os habéis acomodado a la idea de una Europa globalista, no tanto por convicción ( en vuestro caso por interés de seguir amarrados al poder aunque sea de segundones) y ni mucho menos con la aquiescencia de una mayoría de vuestra militancia y electorado, al que no os importa traicionar. Así os va.

¿Y cuándo te dieron el toque? Pues es sencillo adivinarlo. Pues, poco, algo, no mucho antes de que dinamitases tu relación con VOX, traición escenificada en sede parlamentaria con toda serie de altavoces y fanfarrias para que hasta Bruselas llegase tu compromiso de sangre y quedase patente vuestra humillación a sus dictados. El clan al que sumisamente os habéis sometido exige que de ahora en adelante hagáis todo lo habido y por haber para implantar todas y cada una de las directrices que os impongan, entre ellas la de aislar política y socialmente a los díscolos.

Pues nada, ya tenéis el certificado de euro-progres como también lo tenían vuestros hasta ahora socios y aliados gubernamentales en algunas regiones, que borrachos de progresismo empezaron a dar vueltas y vueltas a uno y otro lado cual danzarines derviches, hasta que dieron con sus huesos en el suelo, en este caso electoral.

Lo dicho Pablo, a seguir siendo euro-exigentes, poneos sin rubor la chapita de colorines y de victoria en victoria hasta la derrota final. Amén.

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REDACCIÓN