22/11/2024 07:34
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Quedamos retratados con toda nitidez. Y la catadura moral de cada cual. Eso nunca lo diría Pablo Casado cuya cabeza pende de un hilo. «Roma no paga traidores». Con Casado en su salsa es cierto lo de la asturiana Adriana Lastra: «La derecha no gobernará nunca». Tenía la intención de dinamitar la derecha, y lo consiguió.

Según El Debate sobre las negociaciones pendientes en Castilla y León, «Las palabras de Abascal llegan a las puertas del inicio de las negociaciones del gobierno castellanoleonés, como el propio presidente en funciones de la Junta, Fernández Mañueco, fijó para el próximo miércoles. La significación del presidente de Vox está siendo recibida de forma positiva por sus simpatizantes en la red social. Ante el reino de taifas de los populares, Abascal aboga por lo que une, la razón siempre válida para el votante de centro-derecha: España.»

La palabra de guerra de los llamados nacionales en la guerra civil, era España, raíz de su esencia y significado de la mejor razón de ser de quien siente su patria como algo superior y más querido. La madre patria. En esta supuesta democracia y tantos años después, la palabra no ha cambiado. Es la clave, consigna y Santo y Seña de las personas normales. La formación llamada VOX que es sobre todo una corriente social y estado de opinión o de ánimo y así lo siente, es ante todo un sentimiento cuyo motor, va a mover y concitar en torno cada vez a más españoles de buena voluntad. La formación está para unirlos, no para separarlos, que es lo fácil. La mayoría de sus afiliados son apolíticos. La política fue siempre un arma de la izquierda ya que así la utilizó para conquistar el poder y no soltarlo. Y ya lo tiene y de qué manera, y no quiere soltarlo. Parece ser que los buenos españoles encuentran su origen perdido y las cosas tienden a ser normales. Buen presagio de conciliación, bienestar y progreso para que España marche en son de paz por el mejor camino y no por el que la metieron al despeñadero los que hoy la gobiernan.

La política fue convertida en lo peor por la endemoniada izquierda, ya nadie cree en ella. La utilizan como arma propia, y bajo la metamorfosis que puso todo patas arriba. La verdad amanece en una larga noche que no puede ser eterna. Y ya no vale usar esos medios «progresistas», dime de qué presumes y te diré de qué careces. La inversión del lenguaje no fue hecha más que para conquistar el poder mediante la artimaña. Un poder que se parece a sus conquistadores, como los perros a sus amos. Ya engañaron demasiado. Todo lo que venga de la izquierda si no es malo, es peor. Ya nadie es tan estúpido de cree las estupideces de la izquierda, y que el mal no existe para apresar con el todo vale a sus adeptos. Eso es así cuando le interesa porque lo que menos le interesa es un proyecto común de todos los españoles, llamado España. Para ellos todo lo malo es eso, y la derecha que lo defiende, malísima. La mierda es lo suyo y por eso empezaron con ZetaP, embarrando el río, y dividiendo a los españoles, después el mal y la maldad, vinieron solos de su mano y aquí los tenemos en cuerpo y alma.

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Casado que se creía un rey medieval y entregó el poder a su valido, con eso ya se definió. Al estallar lo de Ayuso, se pegó cuando menos un tiro en el pie y la herida no se le curará nunca por lo que siempre andará cojo, justo lo que Pedro Sánchez quería para seguir sacando pecho de gallito y levantando su canto sobre la infamia de sus mentiras. Casado herido y cojo saldrá con bandera blanca para pasarse al enemigo con quien tiene los intereses comunes de destrozar a VOX, cargarse a Isabel Ayuso, y de paso a España, ya que a los dos les importa un rábano.

Como la condición humana es así, y la verdad suele ser cruel, nos quedaremos con ella, antes que con esa banda de bandidos. Quizá pasada la guerra seguiremos diciendo: «sólo nos queda VOX», mientras todos van a destruirlo. O no. Este partido no pide ni el poder político, que para él es secundario, se conforma con el bien de España, que es su razón de ser, pero las cosas pintan así: En este «tiempo de mentira, de infamia, a la malherida España, de carnaval vestida, nos la pusieron pobre, escuálida y beoda, para que no acertara la mano con la herida».

Casado e Isabel ya tuvieron la reunión que pedía Alberto Núñez Feijóo y no llegaron a nada. Es más, Casado pidió a Ayuso que dijera en un comunicado que no la espiaron y a cambio le retiraban el expediente. Un cambalache-chantaje vergonzoso cuando se juega con los demás. Para este viaje no necesitábamos alforjas. Quedamos como estábamos, o peor. Eso ya no tiene arreglo. ¿Quién es el pringado aquí? De la recua de ganado que tenemos en la cuadra, y en venideras jornadas, sólo recibiremos coces y patadas.

Autor

REDACCIÓN