22/11/2024 04:03
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Somos el partido de los avances sociales y de las conquistas laborales le pese a quien le pese. (Pedro Sánchez)

MI OPINIÓN:

Por Dios, Pedro no hagas uso de tu vis cómica que me orino de risa y eso a mi edad puede inducir a mi médico a emitir un diagnóstico equivocado (gracias a Dios) de incontinencia senil condenándome al uso continuado de un pañal, lo que me convertiría, muy a mi pesar, en un émulo del anunciante de Dodotis.

Y concluido este preámbulo, con tu permiso, pasemos a lo más enjundioso de mi pensamiento:

Tus avances sociales, que no sé cómo tienes la cara dura de hacerlos valer, consisten en haber elevado meteóricamente el número de pobres en esta sufrida España, indefensa ante tus desmanes, y como muestra de mi aserto trata de ver, en el televisor que te hemos prestado los españoles, las colas del hambre ante los centros de Cáritas y las del paro ante las oficinas del INEM.
Tus burradas diplomáticas y legislativas nos han dejado expuestos a la desconfianza y el estupor de nuestros socios comunitarios, que nos ven como a ese vecino menesteroso y desvergonzado que trata de robarles el periódico y la leche cuando tiene ocasión.
Las calles, de tus dominios menos privilegiados, se han convertido en intransitables para mujeres y ancianos que, encerrándose en casa, tratan de evitar los abusos y atracos protagonizados por esa jarca de “ignorantes de importación” que tensan la cuerda de la impunidad, ante unas fuerzas de seguridad despreciadas y maniatadas, con la ayuda de tus sicarios togados que parecen amar el desorden y el caos.
Los modestos propietarios viven con la preocupación constante de que un grupo de delincuentes desalmados tomen por asalto sus viviendas, convirtiendo su delito en un derecho gracias al comunismo larvado de tus indignos palmeros.
Nuestras jóvenes son frecuentemente violadas por la gentuza ilegal que reivindica su bestialidad reviviendo los aquelarres propios de sus puñeteros países de origen.
Que estos maleantes reciban, junto con la protección del Estado, jugosas ayudas económicas que se niegan sistemáticamente a nuestros compatriotas en situaciones de extrema necesidad.
Que cuatro hijos(as) de …. infiltrados en el mundo sanitario boicoteen los centros hospitalarios que no son de su agrado con la más absoluta impunidad.
Que un extenso colectivo de vagos y mangantes vivan inactivos chupando de las ubres estatales, con el compromiso de agitar las calles acatando las órdenes de una izquierda insidiosa en su lucha por empobrecer y estabular a la masa borreguil que vive anclada en la ignorancia y el resentimiento.
Que tu gobierno y su cómplice, la alta jerarquía eclesiástica, alienten a un sector vaticanista que oculta el mandil bajo los hábitos y ambos tiendan la mano a los asesinos anticlericales de antaño.
Que tus acólitos se paseen por el mundo avergonzándonos mientras se llenan los bolsillos de narcodólares y fraudulentas dádivas ante la absoluta indiferencia del sistema judicial.
Que seas tan cobarde como para esconderte tras la figura de nuestro monarca dócil y pusilánime, pero inusitadamente honrado en el Patio de Monipodio borbónico, para huir de los abucheos proferidos por las amables y pacificas amas de casa españolas que, hartas de tantos abusos, se han trastocado en agresivas hooligans.
Que nuestras universidades se hayan convertido, gracias a las marionetas del profesorado, en cotos cerrados, donde campan a sus anchas un grupo de matones fanatizados que gobiernan a su antojo dictando las normas de conducta que tratan de imponer al alumnado responsable.
Que nuestros ejércitos soporten impertérritos humillación tras humillación por parte de algunos politiquillos malnacidos que solo buscan la debilidad de la patria.
Que se gasten fortunas, que tanta falta nos hacen, en la difusión de campañas de adoctrinamiento ridículas, que no tienen más finalidad que vender la imagen de que algún imbécil encumbrado a un ministerio de “todo a cien” trabaja dando rienda suelta a sus delirios bolcheviques.
Que vivamos anclados en la mentira, como arma revolucionaria, dando la espalda a los ideales que han sido la divisa de nuestro pueblo a lo largo de los tiempos.
Que un grupo de golfos de Txapela y barretina vivan como potentados robándonos del presupuesto y valiéndose de hacer objeto de chantaje a un indigno como tú.
Que toda tu actividad política sea un continuo trampantojo que provoca las náuseas de los ciudadanos bien informados.
Que vivas como un gorrón que se ha colado en la fiesta del poder, llenándote los bolsillos de habanos y atiborrándote de cigalas y canapés de caviar.
Que nuestro pueblo no pueda acalorarse más que por la indignación que le produce tu villanía, sufriendo los rigores invernales, faltos del confort de la calefacción o el aire acondicionado.
Que nuestras empresas, castigadas al máximo, se vean abocadas al cierre al no poder soportar la factura energética, consecuencia del oportunismo de los “gobiernos de progreso” sufridos anteriormente.
Que la propaganda ideológica, administrada en dosis letales, haya llevado a nuestros descendientes a adjurar de los principios morales que han sido nuestros pilares a lo largo de la historia.
Que te comportes como un patán nuevo rico, entontecido por el poder, haciendo mal uso fraudulento de los bienes del Estado que “temporalmente” pone a tu disposición para facilitar el desempeño de tus funciones.
Que hayáis convertido a nuestro monarca en una marioneta mediática, que vive perseguido por la idea de merecer vuestros parabienes y así conservarse en su trono, tendente al desequilibrio por tener las patas aserradas.
Que hayas beneficiado el burdel masculino, patrimonio familiar, con jugosas subvenciones digitales.
Que hayas convertido a tu consorte en profesora universitaria y experta en geopolítica africanista.
Que se nos humille, se nos exprima, se nos avergüence y se nos prostituya dilapidando a manos llenas nuestras reservas de nobleza y hombría de bien.
Que en vuestro afán de dividir y emponzoñar hayáis convertido a nuestro pueblo en una serie inacabable de subconjuntos irreconciliables y antagónicos rompiendo nuestras viejas tradiciones de Patria, Familia y Leyes.
Que hayas desprestigiado las instituciones del Estado colocando en puestos clave a los inmorales mamporreros que te arropan en tu villanía.

Y, ¡en fin!, no sigo para no convertir “mi confesión de parte” en un alegato interminable del cual saldrías muy mal parado, y solo me resta el destacarte que tú no eres el primero ya que, a lo largo de los tiempos, otros hipócritas han vivido principescamente a costa del sacrificio de sus gobernados, pero no todos han muerto en su cama, algunos, a veces, en la cárcel o generalmente en el exilio y, por eso, recuerda MAS DURA SERA LA CAIDA y, no olvides que, en ocasiones las masas enfervorecidas escriben el colofón de la biografía de algunos traidores.

¡Qué Dios te coja confesado!

CON LA MENTIRA SE PUEDE LLEGAR MUY LEJOS, PERO DIFICILMENTE SE PUEDE VOLVER (proverbio ruso)

Autor

REDACCIÓN