05/10/2024 23:01
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Cataluña ha alcanzado índices de criminalidad históricos que superan con creces a cualquier otra región española

En España se ha disparado con creces la delincuencia en seis años, pero nadie recuerda en Cataluña los altos niveles de criminalidad que ahora mismo asolan a esta región española, mientras los responsables políticos se preocupan más por temas triviales. Solo es comparable con los tiempos del golpista y genocida Lluís Compayns, donde los delincuentes campaban a sus anchas en una Cataluña sin ley. La situación ciertamente es muy preocupante y necesita soluciones urgentemente, porque también faltan efectivos y dotaciones en los distintos cuerpos de policía que permitan garantizar el orden público. Todo es un calvario.

Los datos sobre la inseguridad en Cataluña son verdaderamente desoladores y demuestran una realidad caótica, ya que es la comunidad autónoma donde más crecen los ilícitos penales, con más de un 11%. Además, los índices de delincuencia no paran de incrementarse, lo que desata la indignación de los ciudadanos y obviamente con razón.

Las cifras, que se dispararon a principios de 2018 de manera repentina, señalan los robos como uno de los principales problemas. Los que son violentos han aumentado un 19,4%, con una media de 33 al día; aquellos en los que solo se emplea fuerza sobre las cosas —no las personas—, el aumento es del 20,1, con 25 casos al día. A pesar de los malos datos, las cifras reflejan una contención respecto al inicio del año, cuando los robos con fuerza en general se dispararon un 24,5% y un 30,3% en el caso de domicilios.

Cabe destacar, que Barcelona es la ciudad más insegura de España. Y esto no es una valoración política, sino la constatación de un hecho. La capital catalana registró 1.942.212 delitos a lo largo de 2018, un aumento del 17,2% respecto al año anterior, y su tasa de criminalidad está muy por encima del resto de ciudades españolas (119 delitos por cada mil habitantes; la media nacional no supera los 43). Para muchos vecinos la situación es insostenible. Por lo que se están organizando contra el crimen organizado.

Okupaciones, tráfico de drogas, robos, peleas, son algunos hechos delictivos que se pueden observar a cualquier hora del día en diferentes puntos de Cataluña. Es ciertamente alarmante, y este aumento se debe entre otras razones, al fuerte incremento de la inmigración ilegal en los últimos años y a un sistema  garantista que ha permitido a los delincuentes campar a sus anchas, algo que sin la menor duda debe cambiar o dentro de poco tiempo España será la Venezuela europea con Cataluña a la cabeza.

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Ante esta panorama realmente crítico, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y mayoritario en la Guardia Urbana de Barcelona ha exigido ya en varios ocasiones a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, medidas urgentes contra la inseguridad en la ciudad condal. Sin embargo, varios policías me han hecho llegar que Colau no se toma en serio la inseguridad y esto está pasando factura a los ciudadanos.

El sindicato policial e independiente asegura que “con el Gobierno de Colau, Barcelona se ha convertido en la ciudad más insegura de España y en la más insegura de Europa y razones no faltan para que se haya llegado a esta espantosa situación.

La inseguridad ya es el principal problema para 1 de cada 3 barceloneses, según datos que maneja el propio consistorio. En esta línea, advierte de que «la situación se agrava, cada día más, sin que nadie tome las medidas oportunas«.

Pero no debemos obviar que tanto la Generalidad de Cataluña presidida por Quim Torra como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, son culpables de la mala gestión en materia de seguridad y no hacen ningún hecho para que cambie esta deriva que con el tiempo se incrementa convirtiendo a distritos de Barcelona en barrios como el Bronx neoyorquino de los años 20 y 30, y encima con alerta terrorista 4,5, y eso comporta un escenario con altas posibilidades de nuevos atentados en Cataluña, de ahí que los yihadistas sigan amenazando a Barcelona y otras partes de España.

Por lo tanto, ¿a qué esperan las autoridades pertinentes a tomar las medidas oportunas o las que están más arriba? De momento, está claro que existe una auténtica dejadez de funciones que dice mucho del grave contexto político, social y económico en el que se encuentra está región de España.

Autor

Erik Encinas
Erik Encinas
Periodista. Colaborador de diversos medios y tertuliano