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Simplemente, Isabel Díaz Ayuso y VOX, son un respiro de oxígeno en este oscuro ambiente sórdido, asfixiante y hostil de la izquierda; en esta cosa que se llama a sí misma, izquierda progresista y feminista y a los demás llama como le da la gana, pero nunca nada bueno. Esta es mi respuesta al Facebook de Isabel Ayuso, a la que a veces digo que es una mujer perfecta pero solo le falta un detalle: no ser de VOX. 

Isabel usa bastante el Facebook, y para recibir todo lo que «cuelga» en la red no hay más que dar a «seguir» bajo su nombre. Siempre es muy bueno todo lo que dice, al igual que pasaba cuando seguíamos a Esperanza Aguirre, y hoy pasa también con Rocío Monasterio. Son mujeres encantadoras, inteligentes y buenas que da gusto escucharlas. Tenemos la suerte de tener grandes mujeres; mujeres enteras y de una vez. A muchas las mataron por el camino como pasó con la gran mujer y jueza Mercedes Alaya. (Caso ERE de Andalucía, mayor caso de corrupción socialista) Decir la verdad es peligroso y máximo juzgar a la mentira y corrupción en la que está instalada la izquierda. Cayetana también dijo la verdad como es que Pablo Iglesias es hijo de un terrorista. La tomaron con ella en la derechita cobarde de Pablo Casado, y le hacen la vida imposible para que se vaya. Ya la están centrando en la diana para disparar si no se va. De momento ya la multaron por no respetar la disciplina de voto, y del origen de la movida; no es «políticamente correcto» lo que dijo, aunque sea una verdad como un piano. El cuento de lo políticamente correcto es otra trampa como el «hombre nuevo del marxismo», en la que cae la derecha que manda como una tonta. Los «progresistas» son maestros en el arte de engañar con las palabras, y en la propaganda. Mientras haya tontos que se dejen engañar, seguirán con lo suyo. Y máxime cuando encuentran el terreno abonado.

Intentaremos respirar y no morir en el intento como otros desean que nos ocurra. A ver si vamos liberándonos del ahogo de la finada Almudena Grandes, una roja de estilo mular, que la extrema izquierda nos la mete hasta en la sopa. Tengo el honor de no haber leído ni el primer bodrio de la finada, que me han dicho que cubre de su ideología política marxista, cosa buena para un panfleto propagandístico de partido, pero ajeno a la literatura. Contribuyó a meter subliminalmente lo suyo en la lectura. Que Dios la perdone que va a tener bastante que perdonar. Y quizá le haya dado en recompensa la hija en común con Luis García Montero, la «camarada Elisa» al militar en Falange, las antípodas de sus padres, y cuya joven no la mencionaron para nada durante todos estos escritos que se publicaron con motivo de la muerte de la madre. Quizá tenga la espiritualidad de la que carecen sus padres. Quizá rece por ellos.

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A Almudena, que no se cómo con un nombre tan bonito fue capaz de escribir cosas tan horribles, como las publicadas en el diario Izquierdista, El País, mofándose de las violaciones de monjas por milicianos sudorosos y otros disparates en esa línea, la quiere subir su gente a los altares, poner una calle, una biblioteca y no sé cuántas cosas más. Desde la literatura empezó a destacar cuando vino aquello de la literatura erótica, con Las edades de Lulú. Por entonces pregunté a mi maestro CJ. Cela, si existía esa literatura que decían se leía con una sola mano. Me habló mal de la entonces llamada literatura erótica de la sonrisa vertical. No hay literatura erótica, aunque en una obra como en la vida pueda haber un momento de erotismo. Sólo hay buena o mala literatura. Afirmó. Ni qué decirte tiene que la literatura de la finada, es… como la izquierda.

Por otra parte tenemos a la intelectual Carmen Calvo, al viejo coletas y otros locos diciendo burradas contra la reciente manifestación de la policía, el 27N. Sus comentarios causan profunda opresión y ahogo en el corazón como si te estuviera matando el virus comunista chino. Todo va en la misma línea del parecido de la izquierda con el virus de Xi Jinping, el político e ingeniero químico chino que ya debe mandar en el mundo entero. Si no lo mata antes.

Toparse de pronto con una mujer inteligente, clara y razonable, como Isabel, es tomar una bocanada de aire fresco al escapar del bochorno y agobiante ambiente izquierdoso que lo domina e infecta todo. Es una persona normal igual que la gente de VOX. Todos amantes de la libertad, y del respeto, con sentido del humor y otros sentidos, como lo que llaman sentido común, personas trabajadoras con las que puedes hablar y convivir. No tienen la mente enferma como ocurre con los de izquierdas. Ven y distinguen perfectamente el bien del mal, y procuran orientar su vida hacia el primero.

Cuanto expresa Isabel Natividad Díaz Ayuso, es constructivo, coincide con lo que se dice en VOX.  Este grupo, más que formación política es un modo de ser de la gente normal y valiente que le planta cara a los abusos sistemáticos de la izquierda y reconoce todo el mal que lleva hecho. Su gente es apolítica y nunca se preocupó de tal cosa. Actúa por la extrema necesidad, y no es de extrema derecha para nada como los enemigos de España la califican.

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La derecha profunda no sabía más que trabajar pero ya está despertando ante el secular engaño continuado de la izquierda ladrona y fatal.  Al ver y sufrir la ruina económica, el paro, la España derribada, los delincuentes en la calle y en el gobierno, los presos y etarras saliendo, la dictadura y falta de libertad y el negro porvenir que nos anuncia que la izquierda es capaz de volver a llevar a España a lo peor. De esta gente que huele a azufre, no se espere nada bueno. Eso sí, en su modus operandi prende fuego y sale corriendo echando la culpa a la derecha que ni pasaba por allí.

Roció Monasterio es otra gran mujer y madre de cuatro educados niños. Cuando uno ve niños así, también respira. Rocío conoce bien el comunismo del que tuvo que huir desde Cuba. Están haciendo pactos y buena llevanza con Isabel Díaz, como sabemos; redundarán los acuerdos en una mejor y coherente política que nos beneficiará a todos. Las dos son mujeres valientes. Isabel tiene un patrón cobarde, que le revolverá las tripas, siendo tan respetuosa y coherente. Pablo Casado ya pactó con el PSOE, lo que desde luego es imperdonable. (Y el Alcalde, Almeida, no hizo menos) Isabel y Pablo Casado llevan 43 días sin verse, lo que ha levantado una polvareda periodística, pero se encontrarán, hoy primero de diciembre, en la presentación del libro de Rajoy. 

Falta hace un poco de estabilidad y paz en esta vida ingrata y absurda a la que nos someten los revolucionarios, sin descanso. Sin la revolución no son nada, y llevan revolviendo todo y destruyéndolo, desde que hicieron el gran atentado 11-M para instalarse en el poder. (Propio de la izquierda cuando lo pierde) Otra vez vuelven desaforados, a escarbar huesos porque sacan mucho dinero, propiedad de los que no queremos nada de eso. Bueno es lo que dice Quevedo al respecto: «No revuelvas los huesos sepultados; que hallarás más gusanos que blasones, en testigos de nuevo examinados…» 

Autor

REDACCIÓN