22/11/2024 09:50
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Sí, todos sabemos que Falange, que José Antonio, eligió la forma de representación política corporativa, que después se definió como «orgánica», con las clásicas «vías» familiar, municipal y sindical; vías adoptadas por  el franquismo y «oscurecidas» por él… 

No se entiende un joseantoniano, un falangista que  no proclame este tipo de representación en los órganos del Estado, la que representa a  la «persona», frente al «individuo» y frente al «socio»; enfrentada pue a la representación individualista del liberalismo político, y a la «socialista» del colectivismo. 

Todos nosotros comprendemos que el voto de un hombre, miembros de una familia, ciudadano de un municipio y  trabajador  puede -y debe- tener  tres votos diferentes según se trate la cuestión a debatir, ya que los intereses  pueden ser distintos y hasta contrapuestos… 

Pero ese hombre – o mujer, claro-además de ser miembro de una familia, vecino y de esforzarse en una tarea, es un ser único e irrepetible, con pensamientos y criterios que pueden ser asimismo únicos e irrepetibles. Un hombre que tiene pleno derecho a ser representado en los órganos del Estado… 

Esa representación individual tiene, pe sea a quien pese, un nombre:  partidos políticos, entidades que en los años treinta del siglo XX fueron justamente  negados y denigrados por nuestros fundadores…Pero que hoy en pleno XXI exigen su justa valoración e integración en un proyecto político falangista  que pueda ilusionar, en su justicia, a unas generaciones educadas en «otra onda»  . 

Si antes nos hablaban del «tercio familiar, municipal y sindical» en los ayuntamientos, en las diputaciones, en las Cortes, ahora,  nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos deberían ser representados por  los «cuartos» : individual, familiar,  municipal y sindical. 

Una auténtica democracia mixta. 

Autor

REDACCIÓN