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Esto de la televisión basura, producto de entretenimiento de nuestro sistema político venía de lejos y gran parte del paquete se lo quedó la cadena TELECINCO, cuyo operador es Mediaset España Comunicación que se convirtió, entre 2004 a 2008, en líder de audiencia en España, con sus “Mamá chichos”, exportadas por el más que turbio magnate italiano Berlusconi, producto político de nuestros tiempos, a mitad de camino entre lo mafioso y lo populista; y coincidiendo la gestión con otro sujeto curioso, Paolo Vasile, giro completamente hacia la televisión “basura”, eufemísticamente llamada “rosa”, con programas como: Aquí hay tomate, Hormigas blancas, La Noria, El gran debate, Cámbiame, En la Caja, Resistiré, ¿vale?, Las Campos o Cazamariposas, y actualmente: Sálvame, Deluxe, Socialité. Programas que, al frente de sus directores y presentadores, sin dejar de mencionar a sus colaboradores, han vulnerado sistemáticamente el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia.

    ¿De qué hablamos?

    Hablamos de un contenido televisivo inmoral y delictivo. Un producto que, como ha denunciado infinidad de veces el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia -según parece sin mucho éxito- ha vulnerado no sólo los derechos del niño, sino el derecho a la intimidad y a la buena imagen de las personas, imputando comportamientos delictivos o cosas inventadas a cientos de personas.

    Y quienes vienen haciendo esto, públicamente y en horario de máxima audiencia, entreteniendo a pobres diablos frustrados, son personas, mayormente, sin ninguna formación, siquiera cultural, y mucho menos ética. Individuos e individuas salidos, mayormente, del submundo cultural, de los gimnasios o de exponer sus más sórdidos secretos al resto del mundo sin más pretensión que vivir a cuerpo de rey, porque de lo contrario se tendrían que ir a la limpieza de colegios, a la construcción, de vuelta a la aldea a recoger patatas o intentar ver de ocupar una portería. Por más nobles que son estas actividades. Gentes venidas del mundo del chiste, con un nivel cultural tan bajo que son incapaces de pronunciar determinadas palabras correctamente. Gentes, muchas de ellas, agresivas, de palabra, formas, modos y maneras, enfrentadas a sus compañeros y hasta a su propia familia, porque ello da más juego a fin de conseguir audiencia. Hijos arrastrando a sus propias madres al fango. O madres que promocionan los comportamientos absolutamente inmorales de sus hijos. Llegando al caso de convertir en estrellas a porteros de discoteca y a señoras que contaban las veces que se habían acostado con un famoso.

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    Entre estos especímenes… Carlota Corredera, Kiko Hernández, Paz Padilla, Gustavo González, Carmen Alcaide, Belén Esteban (pese a todo y tanto, la mejor de todas), María Patiño, Alonso Caparrós, Chelo García, Gema López, Víctor Sandoval (el más prudente, ético y comedido), Ángela Portero y Terelu Campos. Entre otros. La mayoría con cirugías de tetas, nariz y pectorales… El túnel del terror.

    Pero hete aquí, que esto de vulnerar el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia se les ha quedado pequeño si tenemos en cuenta lo que puede haber detrás de la denominada por la Policía, “Operación Deluxe”, destapada el día 26 de marzo, que ha provocado la destitución inmediata de los directivos del programa Sálvame: David Valdeperas y Alberto Díaz Cabezón, más el de su presentadora estrella, Carlota Corredera. Una investigación abierta desde hace dos años sobre, al menos, una decena de famosos de los que se han intentado obtener, de forma ilegal, datos de su vida personal que obran en poder de los archivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Siendo que estos famosos ya han sido citados por la policía para comunicarles, en condición de perjudicados. En dichas citas se les ha informado de que varios periodistas, mayormente Paparazzis (palabra de origen italiano que se usa para denominar a las personas que tienen una conducta de fisgón, entrometido y sin escrúpulos) habían tratado de obtener, a través de fuentes policiales, datos sobre su vida personal (parejas, amigos, coches, multas, domicilios, etc.) con el fin de revelar esa información en los programas.

    Ocurre entonces, que, con ocasión de decir lo que dijo el presentador del programa Sálvame, el tal Jorge Javier Vázquez… “Este programa es de rojos y maricones” (27/04/2020), le faltó decir, y hecho por presuntos delincuentes.  

Autor

Pablo Gasco de la Rocha
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