20/09/2024 18:49
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Jugué al fútbol con cierta propiedad en la posición de extremo izquierdo, primero en el colegio y después en la Universidad, siempre formando en la selección de los mejores. El fútbol me llegó a gustar tanto como para hacer un curso de entrenador, pero desde hace bastantes años no me interesa.  Compruebo que todos los clubes, sean de Primea, Segunda, Tercera o incluso Regional, cada vez tienen más jugadores extranjeros, y cada vez más africanos, y creo que esto es uno de los llamados “efectos llamada”. Tal es el panorama, que se ha roto la idiosincrasia de lo que es el fútbol para las sociedades: el amor a los colores del club de nuestras vidas. Con todo, el fútbol, que es mucho más que un negocio, siempre será para quienes lo jugamos y vivimos “un pretexto para ser felices”, que dicen los argentinos.

Williams Arthuer, de padres ghaneses, que llegaron a España vete a saber cómo, y que se desplazaron a Pamplona donde él nació, hoy forma en las filas del Athletic de Bilbao, porque sin ser un gran jugador, en el Athletic, por aquello de que sólo juegan los nacidos en Vascongadas, sí tiene sitio. Hasta aquí, nos siente mejor o peor, nada que objetar.

Objetemos, eso sí, la osadía de estos que llegan y, en el caso que nos ocupa, la de este muchacho que se lo debe todo a España, pues de lo contrario puede que ya se hubiera muerto de hambre, asesinado por alguna tribu rival o por alguna enfermedad incurable en el país de sus papás.

Objetamos lo que ha dicho Williams, de origen africano, respecto del señor Abascal y de su discurso sobre la inmigración ilegal: Si dijera lo que pienso me metería en problemas”.

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Objetemos la osadía de este individuo de querer cercenar el derecho que asiste a cualquier español a expresar su opinión, y sobre un asunto de tantísima gravedad para España como es la invasión extranjera que soportamos de todas partes, etnias y culturas.

Williams, ¿qué es lo que te molesta del discurso del señor Abascal? ¿Acaso el discurso del señor Abascal, español por los cuatro costados, es racista? ¿Ha dicho algo en contra de los negros, pongamos de tus papás o de ti mismo? ¿En qué problemas te meterías si dijeras lo que no te atreves a decir? 

Es demencial que estos que llegan con una mano delante y otra de tras, muertos de hambre y miseria, que asaltan nuestras fronteras y que aquí han encontrado la dignidad que se les niega en sus países de origen, se crezcan amparados en unas leyes cuyo contenido cercena la libertad de los nacionales de una forma imposible de seguir sosteniéndose. Que ya veremos como acaba esto.

Aquí hoy nos ha salido Williams Arthuer de origen africano, pero antes hizo sus “pinitos” ese tal Samuel Eto’o, joven problemático cuando el Real Madrid se le trajo del África profunda, que cuando ya era jugador consagrado se atrevió a interrumpir un partido por supuestos gritos racistas. Algo que en su país, si lo hubiera hecho un blanco, le hubiera costado puede que hasta la horca. Digo que aquí nos sale este, pero en Bélgica Bienvenu Mbutu Mondondo, ciudadano congolés, sentó en el banquillo a Tintín por su “aventura en el Congo”. Una aventura extraordinaria como todas las de este querido personaje. Y todavía hay más, porque en Estados Unidos el indocumentado durante 17 años dominicano de piel oscura Daniel Padilla Peralta, hoy profesor de la Universidad de Princeton, sostiene que la cultura de Roma y Grecia ha fomentado el racismo.

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Como les dejemos seguir terminarán destruyéndonos como civilización.

Pero sigamos con nuestro Williams, e interroguémosle. Williams ¿estás mandando dinero a Ghana para construir algo allí? Williams ¿piensas irte a la tierra de tus papás, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y demás ancestros para contribuir a solucionar sus muchos, enormes e irresolubles problemas?

Por cierto, Williams, si lees esto, que no me extrañaría, no te entretengas en acusarme de nada. Sepas que no vulnero ninguna ley, que no transgredo ninguna norma, que no incurro en ningún delito por expresar mi opinión, a lo que tengo derecho en mi patria.     

Advertencia lógica y honrada. Ningún club español debería fichar a Mbappé, no sea que por alguna trifulca en el campo juego, mate a alguien en la calle.

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Pablo Gasco de la Rocha