22/11/2024 07:27
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1. Se ha publicado que los varios miles de test del coronavirus se compraron a una empresa pirata china, desoyendo las recomendaciones de la cámara de comercio española en Shanghai, que facilitó un listado con cuatro empresas recomendadas, y dignas de toda solvencia.

El gobierno, o algún imbécil con chorreras, prefirió “aventurarse” y comprar a una empresa pirata, que al fin y al cabo, la salud de los españoles y la prevención de la pandemia no tiene mayor importancia…

Seguramente se dejó llevar por su “olfato” comercial hacia aquella empresa que le ofrecía una mayor comisión o mordida, es decir, la empresa pirata.

Llegó aquí la mercancía, y excuso decirles que era una mierda, y no servía para nada.

Dinero tirado a la basura, supongo: “mi no entender”, “yo ser chino”, y las reclamaciones al maestro armero, es decir, a China.

Pues bien, vuelve el burro a la cebada, y persisten en encargar el pedido a la misma empresa…, desoyendo todos los informes técnicos existentes en su contra, pero el “negocio” es el negocio. (Otra explicación plausible no encuentro).

Pero como los chinos son comunistas, pero no son tontos, y un buen comunista nunca se fía de un mal comunista, proletario en público y burgués en familia, exigen el pago por adelantado, o una generosa entrega para ponerse a fabricar el pedido, que al paso que vamos, media España ya estará muerte y enterrada cuando llegue…

Eso al gobierno no le preocupa lo más mínimo, pues tienen un buen contingente de respiradores guardados, dos en el chalet de Pablo Iglesias, según se ha publicado, y en el peor de los casos, serán atendidos de forma prioritaria, que ellos son un bien del estado, ¿o debería decir del gobierno…?

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El 27 de marzo de 2020, BOE del 28, se promulga el Real Decreto-ley 9/2020, “por el que se adoptan medidas complementarias, en el ámbito laboral, para paliar los efectos derivados del COVID-19”, y en su disposición adicional segunda, modificando el artículo 16 del Real Decreto-ley 7/2020, de 12 de marzo, BOE del 13, se dice que:

“…si fuera necesario realizar abonos a cuenta por actuaciones preparatorias a realizar por el contratista, no será de aplicación lo dispuesto respecto a las garantías en la mencionada Ley 9/2017, siendo el órgano de contratación quien determinará tal circunstancia en función de la naturaleza de la prestación a contratar…”.

Es decir que se hace un pedido, y se entrega un dinero, supongo que un dineral, sin garantía ninguna, confiando simplemente en el “buen hacer” de una empresa pirata. ¡Acojonante!

Pero como estos politicastros socialistas y podemitas son tontos, pero no idiotas, se curan en salud, y en el núm. 4, in fine, del artículo 16, antes referenciado, dicen que:

Cuando fuera imprescindible de acuerdo con la situación del mercado y el tráfico comercial del Estado en el que la contratación se lleve a cabo, podrán realizarse la totalidad o parte de los pagos con anterioridad a la realización de la prestación por el contratista… EL RIESGO DE QUEBRANTO que pudiera derivarse de estas operaciones será asumido POR EL PRESUPUESTO DEL ESTADO”.

Es decir, que el dinero estafado lo perderemos usted y yo, pero nunca ellos, que son “un bien público”, el Gran Hermano que vela por nuestra miseria…

Esto me recuerda a un médico socialista de mi pueblo, que además de cobrar su sueldo percibía una iguala, total y absolutamente ilegal, de todos los asegurados, que ya cotizaban a la seguridad social por su asistencia sanitaria, pero que luego recetaba todo, hasta los anticonceptivos, a las ancianas de ochenta años, pues decía que “robar al Estado, no es pecado”.

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Vamos a esperar pues, Dios no lo quiera, el próximo robo millonario del dinero público, con estas compras a una empresa pirata de China…, en la seguridad de que una buena parte de ese dinero retornará a España, en forma de comisiones a uno o dos partidos –más bien partidas- de España, y a la castuza política que los pastorea.

¡Aló Comandantes!

Autor

Ramiro Grau Morancho