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El Correo de España inicia un cuestionario a diferentes personalidades de la vida política y social española con motivo de la concentración de protesta contra Ley de Memoria Democrática frente al Congreso de los Diputados el próximo día 14 de julio

Entrevistamos al historiador y escritor Francisco Torres.

1.¿Cómo valora la concentración de protesta contra la Ley de Memoria Democrática frente al Congreso de los Diputados del 14 de julio?

Protestar es un derecho que tienen los ciudadanos, y, en ocasiones, un deber. A mí personalmente toda concentración de protesta ante una ley sectaria y liberticida como la presente, más allá de quienes asuman el riesgo de la convocatoria, que es fruto de la libertad de expresión y opinión proclamada, que esta Ley, como su antecesora y madre (Ley de Memoria Histórica), con subterfugios y juegos de palabras busca cercenar, me parece tan oportuna como necesaria. Hacerlo delante del Congreso de los Diputados para visibilizar, de algún modo, la necesidad de parar a la izquierda y a Sánchez en su afán por imponer un elemento capital de su nuevo programa, elevado a doctrina por Rodríguez Zapatero y sus proclamas a los nuevos «jóvenes rojos», como es la «ideología de la memoria» me parece aún mejor. De no ser por la distancia iría.

Tampoco me voy a engañar y conviene asumirlo. No va a ser algo multitudinario, no puede serlo, pero que conste que estamos habituados a los planos bajos y encuadres cerrados de concentraciones muy escasas de gente, mucho más si se ponen en relación con la teórica fuerza de los convocantes que son magnificadas por los medios como expresión de un apoyo popular manifiesto, lo que no sucederá con esta; no va a serlo por los medios de que disponen los convocantes para darla a conocer son de muy corto alcance. Incluso no sé si más allá de El Correo de España otros medios que, teóricamente, están en contra de la LMD, por razones diversas, se harán eco publicitario de la misma, pese a la importancia que debiera tener.

Luego, y es un factor fácil de percibir, está el miedo. El miedo es libre y existe, pero existe desde hace tiempo, porque la presión no se puede ignorar. En este caso, el gobierno y sus medios continúan practicando lo que llevan difundiendo desde hace algunos años, lo hacen con los anuncios sobre la ley en los aspectos de coerción al ciudadano. Luego están los protestantes por INTERNET pero que, teniendo posibilidades, prefieren quedarse en casa y así se ahorran el que les señalen; por no hablar de los prejuicios ante quien convoca, quien se suma y quien apoya. Dejando eso a un lado, yo, que ignoro casi todo de esa convocatoria, más allá de la razón, invito a los lectores de El Correo de España a acudir y a difundir la convocatoria.

Pero no solo hay que protestar, hay que exigir. Exigir a los diputados, en este caso de PP, VOX y Cs, no solo que voten en contra, que ya veremos lo que hacen, sino que, además de hacer promesas de derogaciones futuras (el PP ya hizo esas promesas con respecto a la Ley de Memoria Histórica y luego no solo no lo hizo sino que de algún modo permitió que se avanzara hacia el segundo escalón que es la Ley de Memoria Democrática, que ya tiene antecedentes, como nos indica el propio texto, en las leyes autonómicas; como la andaluza que el PP se niega a derogar), hay que arrancar el anuncio inmediato de la presentación del recurso de inconstitucionalidad en cuanto la ley acabe su tramitación; pero también la derogación de la ley previa que es la mal llamada de la «memoria histórica».

No obstante coincide con el Pleno Extraordinario en el que, inicuamente, se aprobará la ley, toda vez que socialistas y comunistas cuentan con el apoyo de Bildu y otras fuerzas secesionistas con representación parlamentaria.

Creo que ya le he respondido con lo anterior. De todos modos, a mí personalmente, en mi juicio sobre la ley, no influye el que Bildu la apoye o no. La ley, esta y la original, la LMH, son fruto de esa «ideología de la memoria» de la izquierda y por tanto es lógico que obtenga el voto parlamentario de todos, otra cosa son las situaciones tácticas en que se están moviendo.

El problema para el presidente es que esta ley no solo tiene un objetivo hacia su derecha sino también hacia su izquierda. Sánchez ha hecho de la patrimonialización de elementos ideológicos clave en la izquierda poscomunista, descontenta con la evolución de la socialdemocracia, un objetivo de primer orden. Con ello estima posible detraer votos y debilitar a su izquierda para apuntalar los resultados del PSOE haciendo menos rotundo el rechazo en las urnas. Algo que hemos visto en Andalucía. Aunque me parece que solo ERC ha sabido leer a Sánchez con corrección.

“Resulta muy significativo -concluyen los convocantes- que vaya a salir adelante dicha ley gracias al apoyo de la marca electoral de la banda terrorista ETA -en referencia a Bildu- y que vaya a ser ETA la que determine el relato histórico oficial”.

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Sánchez hace mucho que aprendió a hacer de la necesidad virtud. Si miramos la historia comprenderemos que la izquierda, en los primeros años de la Transición y antes, tuvo sus debilidades ante ETA, sus miradas con simpatía, la justificación indirecta. Esto nadie me lo va a contar porque yo lo he vivido. He visto manifestaciones de izquierda donde se coreaba el “ETA mátalos”; los intentos de justificación de la violencia por la violencia ejercida desde el Estado; como a los terroristas se les llamaba activistas, jóvenes militantes, etc… Ahora volvemos a eso porque el gobierno lleva mucho tiempo blanqueando a ETA y blanqueando aún más a Bildu.

No solo el gobierno, también se puede apreciar en la izquierda mediática. Fíjese en que si todos a una, la Sexta, la Cuatro, Antena 3, la cadena SER, El País, Ferreras o Ángeles Barceló, pasando por todos los tertulianos que a diario ejercen de portavoces/defensores de todo lo que haga el gobierno, se hubieran manifestado contra la inclusión de las propuestas de Batasuna para comprar su voto, Sánchez se hubiera tragado la LMD. Pero no, han salido en tromba a justificarlo con el argumentario que el PSOE difunde desde hace tiempo: ¿Cómo alguien se opone a que se encuentren los restos del familiar desaparecido, caído en combate, ejecutado o asesinado? Pero esta es una verdad a medias porque no es ese el objetivo real de la ley sino el subsidiario.

Alguna vez deberíamos saber cómo se ha utilizado el dinero que ha llegado en virtud de la LMH a asociaciones y demás; cuál ha sido la actividad de los gobiernos en este tema, pedir en sede parlamentaria las cuentas y los resultados, saber el alcance de exhumaciones, etc… Pero, esto que lo he dicho en otras ocasiones, se encuentra con la falta de valentía por parte de los diputados que son los que pueden hacerlo.

De todos modos no creo que ETA/Bildu vaya a ser el determinante del «relato histórico oficial», porque ya lo es, y lo es desde hace años. Lo es en el País Vasco, donde, como se ha denunciado, se sigue difundiendo la tesis que presenta a los terroristas como héroes. Lo hacen las novelas y documentales equidistantes, el bloqueo a seguir persiguiendo los crímenes de ETA… y esto va a continuar con LMD o sin LMD porque no hay voluntad de combatirlo. La diferencia es que ahora será por ley o con descaro, bajo protección legal. Ahora bien, si en Batasuna son honrados quienes se van a tener que preocupar tienen sede en Ferraz y también en Génova, no Francisco Franco.

Tanto es así que han dado en llamar a la nueva ley “Ley de Memoria Batasuna”.

Eso me parece una trivialización, que puede ser efectista a efectos publicitarios, porque lo incluido por Batasuna es solo tangencial a todo lo que conlleva la ley. Además, creo que se hace para hacer una Ley de Memoria Democrática mala y una Ley de Memoria Democrática/Ley de Memoria Histórica buena. Que es la estrategia de Núñez Feijóo. No me extrañaría que acabara poniendo como ejemplo la de Andalucía. Aquí todo el mundo está hablando de la cuestión de Batasuna, porque es cercana, pero se olvida lo que en realidad plantea la ley. Incluso los que afirman que es un ataque a la Transición ignoran, porque así les conviene, que la Ley de la Memoria Histórica hace exactamente lo mismo, aunque con menor detalle y concreción.

Los convocantes entienden que la Ley de Memoria Democrática viene a endurecer la vigente Ley de Memoria Histórica. ¿Qué consecuencias prácticas considera que va a tener?

El propio articulado y el largo preámbulo de declaración/justificación así lo indica. A mí lo que me sorprende especialmente es que quienes tanto defienden la libertad de expresión, incluida la de Batasuna, cierren los ojos ante una ley de incontenible objetivo coercitivo y sancionador.

Cierto es que aún podría ser peor. Estaba así en los textos oficiales previos (hay que recordar que detrás de estas leyes en su arranque han estado Carmen Calvo y la alabada como recambio Margarita Robles), pero las advertencias sobre la inconstitucionalidad evidente que conllevaba llevaron a esconder el aparato coercitivo y a crear, indirectamente, a futuro, un aparato represivo para la aplicación de la ley. Me sorprende, insisto, en que no se haya denunciado.

¿Por qué supone un gran atentado contra los derechos y las libertades fundamentales de los españoles como son el derecho de asociación, la libertad de cátedra, la libertad religiosa, la libertad de imprenta, la libertad de expresión y difusión de ideas, etc. ?

Sería muy prolijo explicarlo, desmenuzando la ley, en tan breve espacio. Evidentemente, por mucho que gramaticalmente se intente justificar, esconder, disimular, algo que para mí resulta clarísimo, que equivale a un «fraude de ley» o a una «burla de ley», siguiendo los viejos planteamientos de la izquierda de avanzar vulnerando la ley y su espíritu mediante los huecos de la ley, la LMD como la LMH (esta tenía menor capacidad ejecutante), que contravienen un importante número de artículos de la propia Constitución, de derechos fundamentales, que, arteramente, el preámbulo de la ley dice defender. Pero es que, además, coloca al ciudadano en una situación manifiesta de indefensión y de victimación por parte de la arbitrariedad elevada a norma por la Ley y la confianza futura en organismos paraestatales creados ad hoc (esto me recuerda mucho a la doctrina de Lenin del «enemigo del pueblo»).

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Es destacable que una Ley que se proclama para defender a la democracia de la tentación totalitaria –evitar la repetición de hechos- lo que hace es establecer un totalitarismo absoluto.

El totalitarismo se caracteriza por dos elementos para mí claves: el Estado te dice lo que tienes que pensar y lo que puedes expresar vulnerando hasta la libertad de pensamiento, y, además, te obliga a pensar así; el Estado es sustituido por el partido. Traducción:

Primero.- La LMD como la LMH establecen un delito de pensamiento, de opinión y de expresión abstracto y por tanto arbitrario: la exaltación del franquismo o de los personajes, organizaciones… Al no definir qué entiende por exaltación cabe cualquier cosa con lo que el ciudadano queda indefenso a expensas de una arbitraria sanción gubernativa, no judicial, que utiliza el procedimiento administrativo como advertencia coactiva hasta extremos durísimos.

Segundo.- Al final establece la denuncia por parte de cualquiera que así lo estime oportuno, es decir la vigilancia del vecino. La Ley establece, de algún modo, una transmisión de funciones a un Consejo de la Memoria y a un Consejo de Asociaciones de Memoria que se convierten en auténticos comisarios políticos. Hay que recordar que gran parte de esas asociaciones están vinculadas o lo han estado al PCE, a IU y al ámbito de Podemos. Son estas asociaciones las que, lo hemos visto, estiman y denuncian que presentar un libro es exaltación del franquismo, que decir cualquier cosa que no les guste es exaltación del franquismo, que hacer una Misa, que es un acto privado, es exaltación del franquismo, etc. No cabe mayor dislate porque para ellos cualquier cita es exaltación del franquismo y vejación de las víctimas.

Los textos previos incluían un ataque directo a la libertad de cátedra con régimen sancionador. Debió parecerles excesivo y por ello no lo han incluido, de momento. En este caso se sigue un modelo indirecto. Está en la nueva Ley de Educación que en la enseñanza de la Historia mantiene una redacción hermana al preámbulo de esta Ley porque parten de la misma base, la «ideología de la memoria». El ataque se hace de forma indirecta. Naturalmente, sin decirlo, pero es evidente se iguala la «lucha por la democracia» con la lucha de la izquierda o las fuerzas de progreso, que en su argot es lo mismo. Así con estas leyes se busca, como se hacía en la II República, educar en la tesis de que la democracia es consustancial a la izquierda mientras que la derecha, la acepta a regañadientes, pero en el fondo es enemiga de ella. Es algo que está en el discurso diario de la izquierda política y mediática española. Claro, en ese proceso hay que blanquear a la izquierda y es lo que hace descaradamente esta LMD como la anterior LMH y es necesario recordar que ETA/Batasuna forman parte del universo de la izquierda. Ello implica que los muertos, las violaciones de derechos, las violaciones de mujeres, la destrucción del patrimonio, las revoluciones antidemocráticas de la izquierda deben quedar sepultados, borrados, declarada su inexistencia. Y eso es lo que hace la Ley estableciendo la autocensura como método de autodefensa y por tanto cercenando la posibilidad de investigar en libertad.  

PD: Me hace gracia que en el afán por disimular incluyan entre las violaciones de derechos a los perseguidos por causa de su religión. Que yo sepa los únicos perseguidos por causa de su religión fueron los católicos en la zona frentepopulista por el hecho de serlo. Que yo sepa no existió ningún tipo de represión por razones religiosas en el régimen de Franco, no sé si cabría decir lo mismo en los años de gobierno de la izquierda desde 1975.

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Autor

Álvaro Romero Ferreiro
Álvaro Romero Ferreiro
Madrid 1968. Hasta 2013 se dedicó al mundo de la automoción. En Mayo de 2013 comienza su andadura en el mundo editorial con la publicación de diarios digitales. Sierra Norte Digital (de 2013 a 2018)y El Correo de Madrid desde Mayo del 2018 y el Correo de España hasta la actualidad.
En paralelo funda la editorial SND Editores (2014) y el Canal "Con Ñ de España" en Youtube donde emite todos los días.
Es columnista y tertuliano habitual en varios medios de comunicación, entre ellos Mediterráneo Digital, Radio Inter y Radio Ya, Decisión Radio e Informa Radio.