20/09/2024 12:33
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Yo que soy tan mayor que ni recuerdo mi mayoría de edad, he vivido los tiempos en los que los guarros eran antisistema. Años donde cualquier tipo de autoridad era enfrentada por ellos, bajo los auspicios de la “anarkía y birra fría” , el “mucha policía poca diversión” o “si no bebes, no fumas y no follas, ¿para qué vives, gilipollas?”. Y como me crié en una ciudad dominada por ellos, Leganés, y debido a mis filias creativas e inquietudes culturales he estado muy rodeado de ellos (y de ellas, hay que hacer una distinción que no tiene nada que ver con la gilipollez de género, sino con el “tiran más 2 tetas que 2 carretas”) ver que ahora los gorrinos son hombres de Estado… qué queréis que os diga: me emociona.

¿Dónde quedaron esos puercos que en los 80 deambulaban por Madrid, bailando al ritmo de la criminal “movida madrileña” y fueron cayendo como moscas víctimas de la heroína y la tontería liberticida instaurada por el genocida comunista Tierno Galván? ¿Dónde están los supervivientes de aquella masacre, que en los 90 asolaban Madrid hostiando a todos los “nazis” (creedme que antes no decían “fachas”, sino “nazis”), rockers y pijos. Yo les he visto desfilar con hachas de leñador al hombro… ¡sí, con putos hachas, cadenas, machetes, navajas abiertas y tal! ¿Qué fue del espíritu del “cojo manteca” rompiendo semáforos a golpe de muleta? El hábitat natural de los verracos siempre ha sido la calle, y su lucha la protesta contra todos los sistemas que estructuran la sociedad. Tanto religiosos como políticos. Mi emoción viene por el cambio de este tipo de cerdos, que desde 2011 llevan usando las calles para defender a los partidos políticos comunistas en el desGobierno (Podemos a partir de 2014) y a una religión (Islam). Porque los comunistas que asolaban las calles hasta el 2011, no eran guarros sensu stricto, sino burgueses (o, peor aún, aspirantes a ello) que se manifestaban pero no vivían en la calle, sino en despachos, universidades y puestos de trabajo diversos. ¿Cuántos de los guarros trabajan ahora?

Fuera de las calles, cada puerco es de su padre y de su madre y todos suelen ser pijuarros, gente antisistema que vive de puta madre en el sistema. En Espena el mejor ejemplo es la familia Bardem, o Ana Belén y Víctor Manuel y, en definitiva, los miles y miles de beneficiarios directos de “la movida” y la nueva casta política encabezada por los marqueses de Galapagar. ¿Pero en las calles? ¿Cómo se pueden quemar contenedores defendiendo al Gobierno que los pone? ¿Cómo se puede ir contra la policía del desGobierno, llamándola para denunciar a todo el que no acepte la dictadura del pijuarro y para que les proteja de los españoles a los que, constantemente, agreden en manada? ¡Lo están haciendo calcadito a los separratas de Qatarlunya!

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Estos días, con las caceroladas contra el desGobierno comunista de Espena, podemos ver a los puercos en la calle, agrediendo a los manifestantes… ¡agrediendo a los que son como ellos eran hasta hace unos años! La excusa que se han inventado es la defensa de la Sanidad. Así, a lo bestia, sin especificar. Vamos, que los que no somos unos putos marranos como ellos no queremos Sanidad, queremos pasarnos la vida sufriendo y enfermos y, si puede ser, morir abandonados en un rincón oscuro y húmedo, para que ningún médico nos atisbe… y todo esto sin dejar de pagar religiosamente a la Sanidad Pública… ¡que dicen estos analfabetos que no queremos! La Sanidad que ellos, como parásitos que son, tienen gratis. ¿Desde cuándo alguien que no es cliente de un producto puede beneficiarse de ese producto y, encima, hostiar a los clientes que lo han comprado? Pues muy sencillo: atracando. Pero los atracadores de ahora, los neoguarros, son originales al haber inventado que la victima es el victimario. Ellos, como se arrogan la defensa de todos los obreros, lo hacen todo por nuestro bien y el que no quiera ser ayudado por ellos, será hostiado y encarcelado. Los Síndromes de Estocolmo y Munchausen han sido unificados en el Síndrome del neoguarro.

Puedo entender, y descojonarme por ello, que los del 15 M (ya sabéis, el germen bien estudiado de Podemos y surgido ex profeso para el advenimiento de los puercos universitarios y mediáticos a la política) utilizaran la protesta callejera para alcanzar el poder político. ¿Pero los cochinos de ahora? ¿Esos de Distrito 14 de Moratalaz, los de Alcorkón no sé qué pollas más se llaman, los Putaneros del Rayo Chabacano y todos los grupos de vagos y maleantes que hay… ¿Esos qué poder político van a lograr si su mayor logro político es votar? Punto. De ahí no van a pasar. ¿Cómo consiguen sus líderes (los beneficiaros de los chiringuitos rojos y cargos públicos y políticos) unir a toda la piara callejera en defensa de sus intereses? Pues muy fácil, como ya hizo el nauseabundo Tierno Galván: con promesas populistas, con libertinaje legal que dé rienda suelta al psicópata liberticida que todos llevan dentro y, por supuesto, identificando “su lucha” como “antifascista” y por lo tanto JUSTA. Pero, como son tan iletrados, no han calculado que van a ser víctimas de su propia estupidez, como lo fueron los guarros de los 80 y los 90. Que están pastoreados y que viven en un enorme matadero en el cual ellos creen ser los matarifes y en realidad son los animales sacrificados.

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Lo más desternillante es que ahora los menas y moros adultos (todos expoliadores del erario y delincuentes habituales) se han unido a los guarros, bandera tricolor y símbolos de anarkía en mano… ¡precisamente ellos que odian al cerdo! Dentro de no mucho, estos moros que vemos dirigiendo y participando en todas las “manifas” pasarán a cuchillo a los puercos espenoles –los neoguarros –, tal como hacen con los corderos. Porque en eso se han tornado los cochinos espenoles, en mansos corderitos que defienden al desGobierno y a sus estructuras sociopolíticas.

Tétrico futuro tenemos con este nauseabundo presente cultural, intelectual y sociopolítico. Pero esto ya nos lo enseña el pasado, ergo… la historia se vuelve a repetir, una vez más. Pero a los cerdos de ahora ya no les basta con tropezar una y otra vez con la misma piedra, porque han sido infectados por la ideología comunista-ultracapitalista y son defensores de este Estado, al que pronto llamarán “patria”. Los guarros de ahora cogen esa piedra y la estampan en la cabeza de los que protestan contra el Estado, de los que defienden los intereses obreros… de los 4 españoles que quedamos. ¡Menudo panorama cuando ese lema de “Patria o muerte” que les han inculcado desde las cochiqueras bolivarianas tercermundista, sea aplicado en Espena! Porque nos van a matar por doquier, como ya hacían hasta hace poco los psicópatas de ETA, GRAPO y etc. Grupos comunistas que eran también enemigos de los guarros de antaño, de esos cerdos entre los cuales yo tuve hasta amigos, porque era un movimiento social contestatario, y no el brazo estúpido y armado del poder.

Menos mal que somos mortales.

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REDACCIÓN