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Revistas Autogestión Feb-mar 2020

Esta revista es de izquierda cristiana y anti fascista, pero veremos que coincidimos en su planteamiento económico contra el liberalismo y capitalismo actual del sistema, pero disentiríamos de ellos en otros temas. En cambio con VOX sería lo contrario en este tema económico, ultraliberal, somos enemigos, aunque coincidamos en otros temas. Eso demuestra que no se trata de coincidir en algo para apoyar a Vox ni a la izquierda, si no hay una coincidencia mayor en la cosmovisión del mundo, que es lo esencial.

Hoy se ha impuesto la tradición liberal como la única solución para remediar los males del mundo.

Por Angela Elósegui

Ante el fracaso de los sistemas comunistas y los populismos del siglo XX, asistimos a una propuesta de carácter totalitaria que intenta construir un nuevo orden mundial basado en las tradiciones liberales. El liberalismo se propone como la única y verdadera alternativa para alcanzar el bienestar y el desarrollo económico. Por doquier se pregonan sus supuestos éxitos económicos y logros democráticos.

¿Pero es esto verdad? A juzgar por los hechos nada más alejado de la realidad. El hambre sigue aumentando (como lo confirma el último informe de la FAO, Organización de la ONU para la Alimentación), aumenta la ignorancia, el desempleo y la esclavitud infantil.

Se está llevando a cabo, una configuración del mundo y del hombre, en el que ya no es necesario preocuparse por la búsqueda de la justicia y el cuidado de los más débiles e improductivos, sino que se quiere mantener el estatus de una minoría privilegiada. Ya no merece la pena sacrificarse por el bienestar de todos. Esta propuesta es perversa porque detrás hay toda una estrategia planificada que pretende resolver la pobreza acabando con los pobres. Y acabar con los improductivos mediante la eutanasia.

El liberalismo no es solo un recetario económico, que lleva a la absolutización del mercado como fuerza organizadora de la economía, ni es solo la democracia representativa con su separación de poderes, muchas veces sometidos a esos mismos mercados. El liberalismo es una cosmovisión, una forma de ver y entender el mundo, que tiene su origen en la Ilustración. Es por ello que el liberalismo plantea una determinada antropología, filosofía, teología y un programa socio-político coherentes entre sí. Abarca todos los aspectos del ser humano y de la sociedad.

A pesar de que los historiadores han descubierto elementos de la perspectiva liberal en el mundo antiguo, y más particularmente en la Grecia y Roma clásicas, como corriente política y tradición intelectual, como un movimiento identificable en la teoría y en la práctica, el liberalismo nace en el siglo XVII.

En el campo político los principales pensadores fueron, Hobbes (1588-1672), Locke (1632-1704), Montesquieu (1689-1755) y Rousseau (1712-1778). En cuanto a la parte económica sus principales teóricos fueron Adam Smith (1723-1790) y David Ricardo (1772-1823).

Los rasgos distintivos que marcaron en sus principios, la concepción liberal del hombre en la sociedad en la Inglaterra del siglo XVII, se han visto alterados y readaptados -pero no hasta el punto de hacerse irreconocibles. Se han ido adaptando y renovando a las diversas crisis de la modernidad: La disolución del orden feudal en Europa en los siglos XVI y XVII, los acontecimientos en torno a las revoluciones francesas y norteamericanas en la última década del siglo XVIII, el surgimiento de los movimientos socialistas y democráticos durante la segunda mitad del siglo XIX, los gobiernos totalitarios del siglo XX.

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Existe una concepción definida del hombre y la sociedad que es común a todas las variantes de la tradición liberal. Los rasgos más significativos de esta nueva concepción son:

a) Primacía de lo individual frente a lo estatal y frente a lo colectivo. Proclamación de derechos individuales de libertad e igualdad. La soberanía reside en la nación y no en una persona o familia determinada.

b) Libertad individual ante todo (libertad sin igualdad).

Su plataforma política postula como bien supremo la libertad del hombre y del ciudadano, limitada solo por la necesidad de no perjudicar la misma libertad en cada uno de los demás individuos.

c) Separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y principio de legalidad, por la que la actuación de los poderes políticos debe atender a lo dispuesto en las normas jurídicas. La Constitución es la única promulgación jurídica llamada a imponer en la sociedad los derechos y limitaciones del individuo y del Estado.

d) El estado liberal no debe interferir en el mercado ni en los asuntos económicos. Solo cuando se altera el orden público. Una visión amoral de la economía.

e) La existencia de competencia perfecta. La libre concurrencia, concebida como absoluta libertad de mercado, y sometimiento a la llamada ley de oferta y demanda.

En el pensamiento liberal se sientan las bases que llevaran a la idolatrización de la libertad y de la razón, autónomas. Se va a producir también el triunfo del triunvirato Ilustración-capitalismo-liberalismo cuya naturaleza común es el materialismo. Esto supone que, al negarse la dimensión transcendente de la persona, y con ello al hombre en su dignidad, este puede ser tratado como mercancía, como mano de obra al servicio del mercado.

El individualismo se impone y se convierte en el impulsor de la vida económica y en guardián del orden natural.

Se va configurando así el capitalismo como sistema económico que va a regir las relaciones de trabajo y producción frente al sistema gremial anterior, con el surgimiento de las clases sociales, y del conflicto entre el capital y el trabajo.

La economía y la burguesía se consolidan mediante el proceso productivo y la evolución de las estructuras financieras. Al mismo tiempo, recibe el apoyo del Estado cada vez más eficaz, que, a través de una legislación liberal, se convierte en el más seguro garante del sistema capitalista.

En teoría el liberalismo promueve un sistema basado en la igualdad, y la propiedad. Pero realmente se impone un sistema que se sustenta en la desigualdad y que niega la propiedad para la mayoría.

Un ejemplo claro de que no va a existir igualdad es la reiterada negativa de los gobiernos liberales a conceder la libertad de asociación a los obreros, reivindicada por ellos desde el comienzo del movimiento obrero (En España no se consiguió hasta 1887).

Y también a pesar del triunfo del liberalismo, las desigualdades no han dejado de crecer. El 10% más rico del planeta posee el 85% de la riqueza mundial y solo el 1% de la población concentra el 50% total de la riqueza.

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Las mentiras del capitalismo liberal

La ideología liberal afirma que las leyes económicas tienen un carácter de verdad absoluta. Pero la realidad nos demuestra que está basada en mentiras.

La mayor parte de la economía está dominada por gigantescas corporaciones con un enorme control sobre los mercados que, por lo tanto, presenta muy poca competencia del tipo que se describe en los manuales de economía.

Solo en los primeros 12 años del siglo XXI el volumen del capital financiero transnacional creció en 105 % (en dólares) o sea, 2,6 veces más que el Producto Interno Bruto mundial que lo hizo solo en 39,8 %, lo que para muchos consolidó su capacidad para orientar en función de sus intereses y reducir el margen de maniobra de agentes sociales como gobiernos, sindicatos, movimientos sociales y organizaciones de consumidores.

Los precios no son fijados por la llamada ley de oferta y demanda. Son los mercados de futuros, los que fijan los precios de los alimentos. Y con el triple de producción de alimentos, los precios siguen subiendo. Y, además, muchos de ellos están subvencionados o protegidos.

La ideología del «libre mercado» es protección estatal y subsidio público para los ricos, y disciplina de mercado para los pobres. ¿Qué es sino la Política Agraria Común de la UE?. ¿Y la política arancelaría que se aplica desde los Estados Unidos para proteger su poderosa industria agrícola?. Esto ha llevado al hambre y a la ruina a numerosos países empobrecidos. La ley del más fuerte impera en los mercados. ¿Esta es la libertad económica que dice defender el liberalismo?

El fuerte intervencionismo de la primera crisis global del siglo XXI no significa que estamos ante el fin del capitalismo. Por el contrario, el Estado se ha convertido en el nuevo prestamista de último recurso. En el 2012 el Banco Central Europeo dio más de un billón de euros al 1% a 800 bancos. Actualmente la Reserva Federal de EEUU, lo da al 0,5%. Un dinero regalado.

Y es que el capitalismo liberal se basa en una gran mentira. Afirma la libertad económica y el derecho a la propiedad privada. Pero niega ambos. No hay libertad económica para la mayoría de la humanidad sometida a la ley de bronce, a salarios de miseria. ¿Porque que libertad tiene el que está sometido al hambre y a la miseria?

Hoy el capitalismo es global y además imperialista. Que ha extendido su ideología a haciendo del mundo un mercado y un negocio. Pero no es verdad que esta sea la única solución como pretenden hacernos creer los teóricos del liberalismo.

Al contrario, las consecuencias de esta absolutización del mercado y la libertad están siendo desastrosas. Guerras, hambre, esclavitud, desempleo. Es hora de plantear una economía que ponga en el centro, la persona, el trabajo humano y la gratuidad.

Autor

REDACCIÓN