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Los colegas de La Fundación Rockefeller, forjadores de todos los horrores de las últimas décadas, diseñaron milimétricamente la actual falsa pandemia. Ya les he hablado en más de una ocasión de Escenarios para el Futuro de la Tecnología y el Desarrollo Internacional, 2010. Lean el primer teatrillo, pandémico cómo no. Bloqueo de Paso (Lock Step). Calco de la pesadilla presente. Y futura, salvo que luchemos contra ello. Y ahora, vuelta de tuerca. En el de nuevo plan (Plandemia, ¿les suena?) de estos psicópatas degenerados, el inexistente virus se utiliza como un arma real. Muy real. Y como perfecta excusa, obvio.

El mundo futuro, horrendo cuartel militar

Estos zascandiles genocidas (queda más chuli eugenistas) se sacan también de la manga, cual magos negros, el Foreword to National Covid-19 Testing Action Plan (Plan de acción nacional para el control de Covid-19). Cojonudos ilusionistas, asombrosos trileros, dónde está la bolita, dónde está la bolita, aclaran en este documento los distintos “pasos pragmáticos para reabrir nuestros lugares de trabajo y nuestras comunidades”. Las célebres “desescaladas”, les sonará sobradamente. Se centran en Usa, pero la aplicación es general. Desideratum que se cumplirá. Como vislumbrarán, estimados lectores de ECDE, no nos encontramos solo con medidas de «salud». El Plan, apuntalado por algunas de las universidades más molonas (Harvard, Yale, Johns Hopkins…), profetiza un modelo social hiperjerárquico y ultramilitarizado. Chinese way of life, por ejemplo.

¿Y en qué consiste este mundo futuro transformado en un enorme y despiadado cuartel militar? En el pináculo de la pirámide, el denominado Consejo de Control de Pandemias. Me recuerda mucho al Consejo de Producción de Guerra que los yanquis pergeñaron durante la Segunda Guerra Mundial. Esta cuchipanda la formarían – según el documento de estos «filántropos» tan majetones – ciertos “líderes del mundo de los negocios, el gobierno y la academia” (fíjense en el orden: en primer lugar, no representantes del gobierno más o menos legítimo, sino mierdecillas de finanzas y economía). Este Consejo Supremo tendría el poder de decidir “producciones y servicios”, con una autoridad semejante, por ejemplo, a la que se le otorga al presi yanqui en tiempos de «guerra» gracias a la Ley de Producción de Defensa.

El mundo futuro, enorme campo de concentración

La Fundación Rockefeller y sus socios financieros ayudarían a crear una red para el abastecimiento de suficiente crédito (más deuda esclavizadora, vamos) y, en el ínterin, la firma de contratos con proveedores, es decir, los de siempre, FARMAFIA y el gang médico-sanitario. Según relata el Plan, el Consejo de Control de Pandemias también estaría autorizado para crear un Cuerpo de Respuesta a Pandemias. Una grupúsculo «especial» (“Cuerpo”, como el de los Marines, militarización hasta del lenguaje) con un personal de entre 100.000 y 300.000 mil miembros. Serían alistados entre voluntarios del Cuerpo de Paz y AmeriCorps (creados, en principio, por el gobierno useño para  “socorrer a los países en desarrollo”, sic) y algunos soldados de la Guardia Nacional.

El Cuerpo de Respuesta a Pandemias tendría sobre todo la tarea de vigilar y controlar a la población de forma obsesiva, atroz y perruna. Con técnicas de tipo militar, más o menos mortíferas (¿utilizarán armas psicotrónicas?) a través de sistemas digitales de búsqueda e identificación, en lugares de trabajo y estudio, en áreas residenciales, en locales públicos y privados (¿vigilaréis nuestros sacrosantos hogares?), parados y en movimiento. En cualquier lugar y en cualquier momento. Y sin necesidad de pretextar nada.

El mundo futuro, camino de Matrix

Al decir de este documento (¿profético?), todos los datos de toda la peña estarían centralizados en una plataforma digital cogestionada por el Gobierno Federal y por algunas grandes corporaciones privadas. Sobre la base de los datos (¡el puto Big Data!) suministrados por el Consejo de Control de Pandemias, se decidiría a su vez qué territorios estarían subyugados a «contención»· y durante cuánto tiempo. Sistemas de este tipo, recuerda el documento de la Fundación Rockefeller, son usados por Apple, Google y Facebook.

Otra vez, la hidra bicéfala de Lerna: inseparable la monstruosidad del Gran Leviatán y las grandes tecnológicas. Y, nosotros, mientras nos pautan demoniacamente el presente y el futuro, hablando de coletas moradas. En fin. 

LEER MÁS:  Las peores películas del mundo volverán los días 7 y 21 de agosto (o cuando el mundo todavía merecía la pena). Por Luys Coleto

https://www.rockefellerfoundation.org/national-covid-19-testing-action-plan/?fbclid=IwAR3P27BYjXnR3fY3cmFpzeyOBJOZRo1yyRhc6ZgyuFSdCritikrlvW33ze4

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.