¡A la mierda! Por Nico Muñoz

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El 28 de agosto de 1.921, nació en Perú, Lima (Hispano América) el ubérrimo actor, director y novelista: Fernando Fernán Gómez.

Un hombre todo hay que decirlo con una visceralidad y un verbo con unos conocimientos muy duchos en lo que abarca, el campo de la intelectualidad pero con un peculiar carácter difícil de sobrellevar, pero es precisamente la complejidad e histrionismo de sus dotes interpretativas en el escenario como en la gran pantalla.

Un Señor, desconocido que tuvo «la osadía de demandar un autógrafo al excéntrico actor, se llevó el esputo más grande, debido a la insistencia del tercero, con su famoso: A la mierda,

El paupérrimo hombre quedó absolutamente desolado ya que se le debió caer el mito por tierra que vertió un insulto directo hacia su persona, hiriéndose en su orgullo y francamente, eso no hay yelmo, ni armadura que lo tape.

La complejidad de Fernando Fernán Gómez era un patrón habitual de conducta en su marcado carácter, un hombre que no tuvo una infancia fácil y que en febrero del año 1.936 le llevó a afiliarse en el sindicato de actores de la CNT, el sindicato anarcosindicalista, es de justicia reconocer que su pensamiento derivó haciendo mella en el anarquismo más libertario ya que es justo reconocer que aseveró que el capitalismo y comunismo han fracasado.

De hecho en el régimen anterior, nacido del 18 de julio en el que se soterró al marxismo y a la partitocracia liberal, no le faltó trabajo ya que protagonizó varias cintas e incluso dirigió varias de ellas. Trabajó con falangistas en la farándula, denominada también (Séptimo arte) con Edgar Neville y Juan Antonio Zunzunegui.

El idealismo es la marca característica que retrata al artista, pero sí que conviene admitir que numerosos actores de España han tenido la fortuna de trabajar con él como por ejemplo la actriz Concha Velasco.

Fernando Fernán Gómez fue visto en Barcelona, en el año 1.977 en unas jornadas de la CNT, en donde fue un activo válido, profundizando en la doctrina: Anarco Sindicalista que distaba de la doctrina materialista y científica de Karl Marx.

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Salvando las distancias, los anarquistas siempre han tenido una mejor «conexión» con los falangistas ya que así mismo lo escribió el difunto fundador de CCOO; Ceferino Maestu, en los enamorados de la revolución.

Cuando gloriosamente feneció; Fernando Fernán Gómez, el 21 de noviembre del añ0 2007, su féretro fue cubierto por la bandera roja y negra como él expresó en su deseo final, derivando por muchos de los asistentes en una confusión, pensándose que era la bandera falangista que es del mismo color.

El rojo y el negro, salvo que la bandera falangista porta las flechas del poderío y el yugo del pueblo trabajador, rememorando su faceta artística, a continuación voy a citar, algunas de sus películas más representativas y obras de teatro.

Teatro: El alcalde de Zalamea, la vida en un bloc, la vil seducción o con derecho a fantasma.

Director de cine: El malvado Carabel, Mambrú se fue a la guerra, fuera de juego, Ninette y un Señor de Murcia, bruja más que bruja o mi hija, Hildegart.

Como actor de cine: El abuelo (Garci) Los gallos de la madrugada (José Luis Sáenz de Heredia) Un adulterio decente (Rafael Gil) yo soy fulana de tal (Pedro Lazaga) o de profesión sus labores (Javier Aguirre)

Autor de novelas: Las bicicletas son para el verano, el viaje a ninguna parte, el mal amor, la puerta del sol, la cruz y el lirio dorado, oro y hambre o capa y espada.

Poesía: A Roma por algo, el canto es vuelo.

Me gustaría destacar una cita que me marcó en su día y la tengo grabada a fuego en el iris y retina que nos deriva al libro de Javier R Portella: Mi princesa roja.

¡Frente a la poesía que destruye, la poesía que promete!

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¡A las masas les mueve lo zafio y lo basto, solo al pueblo, le mueven los poetas!

La frase se le atribuye a este gran hombre del siglo XX que fue José Antonio Primo de Rivera.

Hablar de Fernando Fernán Gómez o en mi caso particular, siendo más concisos y exactos en emplear el término adecuado, escribir sobre sus obras y persona es introducirse de lleno en una mentalidad compleja, juzgando los hechos acaecidos en pretérito, pero no desde una óptica del presente ya que la España de antaño es convulsa y desconocida, pero no sin más se debe diluir o evaporarse.

Fernando Fernán Gómez, no fue uno de los Nuestros, pero no será un humilde servidor el que mande expiar los carnets de pureza y ortodoxia ya que Fernando Fernán Gómez es a mi juicio uno de los más grandes artistas españoles y no sería ético, ni justo excluirlo

Así que por mi parte y en esto sí que tengo la conciencia tranquila, no seré yo el que le posicione bajo la espada de Damocles ya que era contrario a nuestro idealismo utópico con afán superlativo, pero sí coherente con su credo libertario y filosofía anárquica.

No es afín a la causa, pero tampoco un enemigo declarado, pero es precisamente su visceralidad la que ensalza su figura al hacerlo: único, sui géneris y particular.

FERNANDO FERNÁN GÓMEZ.

Una mala leche con un lenguaje muchas veces: desmedido y desproporcionado, fuera de lugar, pero incluso para el esputo, no resultaba tabernario, sino me atrevería a decir, Quevedesco.

Requiescat in pace.