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Desde inicio de 2020, en el Medio Oriente, en especifico Irán, se han presentado sucesos que arrecian las relaciones entre Estados Unidos, Israel e Irán. Sin embargo, por medio de los “Acuerdos de Abraham”, la paz en la zona se extiende desde Israel hasta Emiratos Árabes, Bahréin e incluso podría llegar a normalizar las relaciones con el Reino de Arabia Saudita. Con respecto a esto, el primer ministro Binyamin Netanyahu viajo junto a Yossi Cohen -director del Mossad- para reunirse con el príncipe Mohamed Bin Salman. Y, justo ahora, es una realidad -histórica- que los vuelos comerciales de Israel hacia su nuevo socio EAU, puedan sobrevolar por territorio saudí, cosa que antes era prohibida y castigada.
Seguro que, los Acuerdos de Abraham, son el “acuerdo del siglo” en el Oriente Próximo, y todo esto, gracias a la gestión de Donald J. Trump y su yerno -esposo de Ivanka Trump- Jared Kushner, quien ha hecho una gestión impecable como: encargado del plan de paz estadounidense para Medio Oriente. Asimismo, Mike Pompeo -secretario de Estado- ha jugado un papel clave en la normalización de las relaciones de Israel con sus vecinos musulmanes.
Pero el 2020 no ha sido solo de paz en esta histórica e importante zona. Y, en realidad es la consecuencia de la política exterior estadounidense del periodo pasado; pues, Barak Hussein Obama, firmo un Acuerdo nuclear con Irán en 2015, que le daba vía libre a continuar con su programa nuclear y, además, no sancionaba al gobierno de los ayatolas, sino que, más bien estimulaba la subvención del país persa a grupos terroristas. Ahora bien, Trump afirmó sobre este acuerdo, que, es «el peor acuerdo jamás hecho en la historia».
De esta manera, el 3 de enero del año en curso, Qasem Soleimani “el hombre más poderoso de Irán”, fue abatido por medio de un ataque de precisión ejecutado por Estados Unidos, pues el comandante de la Fuerza Quds (que apoya a Hezbolá, Hamas y a rebeldes y milicianos en Irak, Yemen, Siria y Afganistán) era considerado por Estados Unidos, como el mayor terrorista del mundo. Dos proyectiles Hellfire R9X o “Ninja”, derribo el vehículo en donde iba el líder iraní. Este hecho, fue considerado como una gran afrenta hacia Irán. Además, advirtieron que habría una “dura venganza” por este hecho.
La venganza iraní, amenaza a Israel mucho más de cerca que a Estados Unidos, por obvias razones. Pero, la pandemia de la Covid-19, no tardaba en crear mayores estragos; de hecho, Irán en un principio fue de las naciones más afectadas. Pasarían los meses, y para culminar el año, como dijo Netanyahu en tiempo récord —solo mes y medio— se firmaron tres acuerdos con republicas musulmanas, lo cual es algo histórico.
No obstante, el científico iraní: Mohsen Fakhrizadeh —jefe del programa nuclear—, fue al igual que Soleimani abatido. Irán acusa a Israel, encima, promete vengarlo; lo cual, hace que la situación se torne bastante tensionante, incluso Israel teme en un ataque fuera de su territorio, a objetivos israelís. Empero, el líder de Hezbolá asimismo teme ser el siguiente objetivo de esta guerra no convencional.
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