Descansen en paz los 50 niños asesinados en Paracuellos (y cómo el anarquista Melchor Rodríguez acabó con la matanza). Por Luys Coleto

Getting your Trinity Audio player ready...

“Soy anarquista, no un asesino” (Melchor Rodríguez)

Recuerdo manifa, no ha mucho. «Más Paracuellos, menos alzacuellos». Y un fulano, henchido e hinchado de bilis, repulsiva jeta, se quita el puto bozal para que le entienda mejor. “¡A por ellos como en Paracuellos!” No cabe duda de lo que rebuzna. Después de gruñir, despliega de nuevo su pancarta. Mala gente, sin más.

Infanticidio

Deviene estéril intentar razonar con quien considera legítimo asesinar – de uno en uno o en masa – a otros por sus ideas o creencias o cosmovisiones varias. Eso sí, me pregunto qué mezquina excusa pretextarán para justificar el asesinato a sangre fría de semejante infanticidio: 13, 15, 16 o 17 años (1 asesinado, 13 años; 2 asesinados, 15, 8 asesinados, 16 y 39 asesinados, 17). Entre las víctimas había muchas personas que no habían llegado a la mayoría de edad (situada entonces en los 23 años). Siguiendo el criterio de la mayoría de edad de la época, 276 menores masacrados.

…Si deseen terminar el artículo y conocer el papel jugado por Melchor Rodríguez, el “Ángel Rojo”, pinche aquí.

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.