22/11/2024 01:47
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Siguiendo las recomendaciones que daba el profesor Hans Selye, «el padre del Stress», para evitar caer en las garras de la terrible enfermedad que está azotando al mundo moderno (aunque el húngaro mantenía que el Stress en sí no era una enfermedad, pero sí la madre de todas las enfermedades) entre las que figuraba la de buscarse un «antídoto natural» (nada de antidepresivos farmacéuticos) que contrarrestara los efectos nocivos de la angustia, la depresión, la caída de hombros, YO, encerrado como estoy (como estamos todos), por culpa de este asesino «coronavirus» que nos ha invadido y ha puesto en pie de guerra a una España atemorizada y en manos de un Gobierno de incompetentes que sólo piensan en los votos y en el Poder me he buscado mi propio antídoto, naturalmente de acuerdo con mis aficiones.
                Un antídoto que me ha venido, tal vez, por todo lo que estamos oyendo y leyendo estos días sobre el escándalo del Rey Juan Carlos y los muchos millones que, según todos los indicios, le regaló a dos de sus amantes: la bella y aprovechada princesa Corinna (o lo que sea) o la prudente y silenciosa Gaya mallorquina, vía de la «Memoria Histórica» que los socialistas-comunistas se han sacado de la manga para manipular la Historia y cambiar el resultado de la horrible Guerra Civil de 1936-1939.
                 Repasando la biografía del «pobre» Juan Carlos (¡que arranca con el accidental disparo que le produce la muerte a su hermano!) me tropecé con la no menos triste de su padre, el Conde de Barcelona, y, como queriendo o sin querer, fui subiendo por el árbol genealógico de la familia hasta llegar a Felipe V, el primer Borbón que llegó a España, tras repasar con verdadera curiosidad las vidas y los Reinados de Alfonso XIII, Alfonso XII, Isabel II, Fernando VII, Carlos IV,  Carlos III, Fernando vi y Luis I.
                 Pues bien, las vidas y milagros de ellos van a ser mi «antídoto» para combatir y sobrellevar la angustia que ya me está provocando llevar 9 días encerrado entre las cuatro paredes de un pequeño apartamento interior que no me permiten ver la calle ni mucho menos el cielo… y para más Inri, sólo y con 80 años. Estoy seguro, o eso me temo, si no desaparece este «Gobierno progresista», que al final voy a terminar como ellos.(o, sea los Borbones):  Felipe V terminó encerrado en un manicomio. Luis I, en un ataque de viruela y con tan solo 17 años. Fernando VI, escondido en el Castillo de Villaviciosa de Odón, comiéndose los vasos de plata y recibiendo desnudo a la Corte. Carlos III, afectado hondamente y casi demente por la muerte de su heredero 10 días antes de la suya. Carlos IV, ahogado en la corrupción y en el exilio. Fernando VII, el «felón», víctima de un peligroso  priaprismo . Isabel II, ninfómana y en el exilio. Alfonso XII, con 28 años y tuberculoso. Alfonso XIII, condenado por alta traición y en el exilio… y Don Juan, ni llegó a reinar.
(Continuará…)

Autor

REDACCIÓN