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La figura de El Timbaler del Bruch está unida a la del escritor Carles Fages de Climent gracias a un epigrama. ¿Quién era? Fages de Climent fue escritor, poeta y periodista. Nació en Figueres el 16 de mayo de 1902. Coincidió en el Instituto Ramón Muntaner con Salvador Dalí. Esta amistad quedó reflejada en el siguiente epigrama:

 

Al carrer Monturiol

l’inventor del submarí

Jo i en Salvador Dalí

-tres genis-, hem vist el sol.

En la calle Monturiol

el inventor del submarino

Yo y Salvador Dalí

-tres genios- hemos visto el sol.

En este Instituto Fages de Climent y Salvador Dalí iniciaron una relación de amistad que duraría toda la vida. Se doctoró en Lenguas Clásicas en la Universidad de Barcelona. Centró su producción literaria en la poesía. Además colaboró en los diarios La Vanguardia, Diario de Barcelona, Telestel. Fages de Climent dedicó gran parte de su producción literaria a los epigramas. Si a Ramón Gómez de la Serna se le conoce por las greguerías, a Eugenio d’Ors por sus glosarios, a Carles Fages de Climent por los epigramas.

¿Qué son? El epigrama es una composición poética breve que expresa un solo pensamiento, principalmente festivo o satírico de forma ingeniosa. Con respecto a la relación con Salvador Dalí escribió Josep Pla: “Dalí y Fages. Estos dos conservadores ampurdaneses han sido los espíritus más libres, más abiertos, más cavernícolas que este país ha producido”.

En el Teatro-Museo Gala Salvador Dalí de Figueres podemos contemplar una obra titulada Crist de la Tramuntana, dibujado por Dalí en homenaje a Fages de Climent, con motivo de su muerte. La obra hace alusión a un poema de Fages titulado Oració al Crist de la Tramuntana, y dice:

Braços en creu damunt la pia fusta,

Senyor, empareu la closa i el sembrat,

doneu el verd exacte al nostre Prat

i mesureu la tramuntana justa

que eixugui l’herba i no ens espolsi el blat

Brazos en cruz sobre la pia madera,

Señor, amparad el cercado y el sembrado,

dad el verde exacto en nuestro Prado

y medid la tramontana justa

que seque la hierba y no nos espolvoree el trigo

Sobre la obra de Fages de Climent escribió Josep Pla:

Tuvo el don del epigrama, que a mi modesto entender es una manera literaria excelsa. Escribía de maravillosos. Tiene de faltos, chabacanos, frívolos, de mal gusto, pero hay de perfectos, literariamente bien girados, admirables, que durarán tanto como pueden durar esta especie de historias humano-literarias. Escribió muchísimos, la mayoría no han sido publicados, pero su popularidad en el Empordà se debió al boca a boca. Fages tuvo una gran facilidad para improvisar epigramas y no hay clérigo, curial, burgués o político del Empordà a quien defecto dedicara alguno. Tal vez por eso, usó a menudo el seudónimo de el Gayter de la Muga. Es el poeta de la gente. los epigramas no son nada más que lo que dicen: sus triunfos (escasos) y sus miserias (múltiples). Ahora el hecho ha producido una literatura – hoy desconocida- que yo creo que es admirable”.

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Fages de Climent escribió este epígrafe dedicado a Josep Pla:

És tan bonic l’Empordà,

ample, esbatanat i llis,

que l’home que escriu mes pla

ha pres el nom del país

Es tan bonito el Empordà,ancho, abierto y liso,que el hombre que escribe más planoha tomado el nombre del país

Josep Pla sentenció que “es el poeta de la gente (…) los epigramas no son nada más que lo que dicen: sus triunfos (escasos) y sus miserias (múltiples). Ahora el hecho le ha producido una literatura -hoy desconocida- que yo creo que es admirable”.

Hablábamos al principio de El Timbaler del Bruch y Carles Fages de Climent. En el más puro estilo satírico escribió:

Si el timbaler del Bruch,

per comptes de tocar el timbal,

s’hagués tocat els bemolls,

els catalans de retruc,

no seríem espanyols.

Si el timbaler del Bruch,

en vez de tocar el timbal,

se hubiera tocado los bemoles,

los catalanes de rebote,

no seríamos españoles.

Los últimos años de su vida los pasó en la casa natal de la familia, Can Climent de Castelló d’Empuries, en la calle Capellans número 8. Esta casa pertenece a la familia desde el siglo XVIII, naturales de Selva de Mar. En el siglo XIX, Enrique Climent y Vidal actuó en política donde obtener cargos de importancia como diputado en las Cortes, senador y gobernador civil de Girona. Ricard Climent Niubó, hijo de dicho político, fue notario de Castellón durante muchos años. Su hija y heredera Luisa de Clemente y de Contreras se casó con su primo Ignacio Fages de Climent, hijo de la muy distinguida familia Fages de Figueres y fueron los padres de nuestro protagonista. Carles Fages de Climent murió en Figueres el 1 de octubre de 1968. Poco antes de morir pidió oír la Misa de réquiem de Gabriel Fauré.

En el Archivo Histórico Nacional, dentro de la Causa General se conserva una declaración hecha por Carles Fages de Climent, el 9 de octubre de 1941, sobre los hechos que le ocurrieron durante la guerra civil española. El documento dice:

Que al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional el declarante se encontraba en Castellón de Ampurias donde tiene su domicilio.

Que ha pertenecido a la Lliga Catalana.

Que el 24 de Julio de 1936 en que dice fue detenido por unos milicianos en el Pueblo de rosas, siendo trasladado seguidamente a Castellón de Ampurias e ingresado en la Catedral de dicha Villa, completamente solo por espacio de una hora, luego fue trasladado a su domicilio, donde quedó custodiado por milicianos que se relevaban por turnos, luego fue destinado digo ingresado en los calabozos del Ayuntamiento permaneciendo en él por espacio de 78 horas pasando luego a su domicilio, donde fue sacado para comparecer al Ayuntamiento al objeto de hacer efectiva una contribución de gas, que ascendía a 5.000 Ptas., reintegrándole a su domicilio para luego marchar a esta ciudad de Barcelona en donde permaneció hasta la liberación de la misma por las Gloriosas Fuerzas Nacionales. Su reclusión duró hasta el 5 de Diciembre de 1936.

Entre los milicianos que practicaron su detención y efectuaron guardias durante su permanencia en su domicilio recuerda a un tal Pablo Guanté Palau, y otros varios sujetos del pueblo de Castellón de Ampurias cuyos nombres no puede facilitar por no recordarlos.

Entre los dirigentes del vecino pueblo de Castellón de Ampurias recuerda a José bordas, José Ferrero, José Arlá, Tomás Escudé y otros varios cuyos nombres no recuerda. Cuando su detención cree el declarante que el citado José Ferrero, no ostentaba o no se hallaba en la población cuando su detención.

Que durante el periodo rojo le fue asesinado un tío del declarante llamado Mariano Fages de Climent, de profesión sacerdote y habitante en Figueres, suponiendo que su defunción ha sido inscrita, sin que pueda facilitar más datos sobre dicho asesinato.

Que no puede facilitar información de clase alguna por lo que se refiere a la organización del SIM y Patrullas de Control”.

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La muerte de Mariano Fages de Climent no quedó impune. Tenía como lavandera a Carolina Creus. Estaba casada con Juan Solans. Mariano Fages de Climent gozaba de un beneficio de fundación familiar. El matrimonio quiso aprovecharse de él. Primero escondiéndole en su casa a fin de protegerle; después exigiéndole dinero a cambio; posteriormente obligándolo a testar a favor de ellos; y, finalmente, denunciándolo al Comité de Figueres, del que era miembro Juan Solans. José María Climent Fages de Climent, su hermano, declaró:

el propio Solans con dos individuos más, cuyos nombres ignora, fueron a buscar a D. Mariano en un coche siendo conducido a la carretera de Figueras a Gerona, asesinándole en el término municipal de Pontós, donde fue hallado el cadáver, que presentaba heridas de arma de fuego, siendo sepultado en el Cementerio de Pontós”.

No acabó aquí la historia. El Comité de Figueres supo que habían abusado de sus funciones, obligando a Mariano Fages de Climent a testar a favor de ellos. Como declaró el Comité, en nota publicada el 8 de octubre de 1936: “La causa del fusilamiento obedece al hecho de haber querido actuar revolucionariamente, sin control y en beneficio propio”. Y así fue. Juan Solans Solans, de 25 años, y Carolina Creus Font, de 24 años, fueron fusilados en el Castillo de Figueres el 22 de septiembre de 1936.

Autor

César Alcalá