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Desde la Restauración borbónica y más concretamente desde 1877, la Policía Gubernativa quedó integrada por los Cuerpos de Vigilancia -la Policía de paisano- y de Seguridad -la Policía de uniforme- y con estas denominaciones, con algún añadido durante los años de la funesta II República -Cuerpo de Investigación y Vigilancia y Cuerpo de Seguridad y Asalto-, se mantuvo hasta la entrada en vigor de la Ley de 8 de marzo de 1941 por la que se crean el Cuerpo General de Policía y el de la Policía Armada y de Tráfico.   

Pues bien, si hubo una prenda que realmente identificó al Cuerpo de Seguridad durante la mayor parte del reinado de S.M. D. Alfonso XIII, fue el llamado «Casco de fieltro inglés», utilizado por Clases y Guardias desde 1904 a 1931.

Esta prenda de cabeza fue establecida como reglamentaria por el entonces Ministro de la Gobernación, Antonio García Alix, el 3 de diciembre de 1903, para dotar al recién creado Escuadrón de Caballería de Madrid, con la previsión de que comenzase a prestar servicio en enero siguiente, si bien, por razones de tipo administrativo, no será hasta el 13 de mayo de 1904 cuando esta Unidad pase su primera revista e inicie su despliegue por las calles de la Capital de España.

Es muy posible que esta nueva prenda de cabeza no comenzase a ser utilizada desde el primer día de servicio del Escuadrón, lo que si sabemos con certeza absoluta es que, aquel fatídico 31 de mayo de 1906, cuando el miserable asesino anarquista Mateo Morral arrojó la bomba al paso de la comitiva Real, tras en enlace matrimonial de D. Alfonso XIII, el Escuadrón ya vistió con el flamante casco de fieltro inglés. 

En 1907, esta prenda se convierte en reglamentaria para las Unidades de infantería del Cuerpo desplegadas, por aquel entonces, tan solo en Madrid y Barcelona y, al año siguiente, coincidiendo con el inicio del despliegue por todo el territorio nacional, se reglamenta para todo el personal de los empleos de Clases y Guardias.

El «Casco de fieltro inglés» se convierte entonces en la prenda que mejor identifica este periodo de la historia del Cuerpo de Seguridad siendo utilizado, de forma reglamentaria, hasta el 3 de julio de 1931, tras el advenimiento de la II República, siendo imitado por muchos Cuerpos de la Guardia Municipal de diferentes Ayuntamientos españoles con el que también se tocaron sus Guardias.

Se trata de una prenda de clara inspiración británica, cuya descripción no suele ser especialmente elocuente en las sucesivas Cartillas de uniformidad.

Así, por ejemplo, la publicada en abril de 1908, lo describe como “de fieltro inglés negro, con escudo de metal blanco y a sus lados la iniciales C.S. y debajo de éste el número”. Sin embargo, gracias a la descripción que de la prenda da la prensa de la época y por los testimonios gráficos obtenidos, sabemos que se trata de una prenda de elevado porte y tamaño, de visera corrida, con cintillo de charol negro que lo circunda, cogotera pronunciada, provisto de un nervio a modo de cimera que se remata con un tope de metal niquelado que sirve de ventilador.

Hasta 1910, comparte espacio, como prenda de cabeza, con la Teresiana, heredada del desparecido Cuerpo de Orden Público, cuyo uso queda fuera del reglamento a partir de este año, convirtiéndose el casco de fieltro inglés, desde entonces, en la única prenda de cabeza del uniforme invernal ya que, también desde 1903, con la creación del uniforme veraniego, en este tiempo se utilizaba la llamada “gorra de piqué blanco”, una gorra de las llamadas de plato con imperial de este color.  

Mientras compartió uso con la Teresiana, esta fue quedando, poco a poco, relegada a un segundo plano, siendo utilizada fundamentalmente en los servicios nocturnos y en alguna otra circunstancia a criterio del jefe de la Unidad.

A lo largo de los años, el casco sufrió algunas modificaciones importantes en lo que a su aspecto se refiere de las que dan cuenta la diferentes Cartillas de uniformidad, especialmente las de 1920 y 1925.

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Sin embargo, la primera modificación importante la encontramos en Madrid, hacia el año 1911. En este caso, el casco sufre un cambio importante en su aspecto, reduciendo su tamaño y sustituyendo el tope niquelado por una cabeza de león plateado. Este modelo, creemos que solo fue de uso en Madrid y, como mucho, en Barcelona, en tanto que el resto de las guarniciones seguían utilizando el primer modelo ya descrito.

En el verano de 1914 se dota al Cuerpo de Seguridad de Madrid de un nuevo uniforme estival y de un casco para sustituir a la gorra de piqué blanco de uso hasta entonces, tanto para infantería como para caballería, en el uniforme veraniego. Este nuevo modelo, no presenta cimera alguna y, en algunos casos, ni escudo en la parte frontal, teniendo de fieltro solamente la visera y el reborde; su peso es mucho menor al ser de tela engomada. Va recubierto con una funda blanca, similar a la de las gorras del uniforme de verano.

Igual que sucediera con la adopción de la cimera en forma de cabeza de león plateada, este casco estival no es de uso generalizado en toda España y así, a finales de la década de los años diez del pasado siglo, todavía encontramos la “gorra de piqué blanco” en muchas plantillas periféricas.

La Cartilla de vestuario de septiembre 1920, primera que unifica la uniformidad en toda España, lo describe como “de fieltro, recubierto con tela barnizada con goma laca, con funda de paño para invierno y blanca para verano, sujeta con automáticos; correa de charol con dos vivos blancos y en su parte anterior va colocado el número del individuo; chapa de metal blanco con el escudo de España y las iniciales del Cuerpo. En su parte superior un ventilador niquelado”.

De esta forma, desaparece, de forma definitiva, la gorra de piqué blanco, quedando para todo tiempo como única prenda de cabeza reglamentaria el casco provisto de funda de paño azul para invierno y de tela blanca para verano.

Finalmente, la Cartilla publicada en agosto de 1925, al referirse al casco, señala lo siguiente: “de fieltro, recubierto con tela barnizada con goma laca, con funda de paño azul tina oscuro para invierno y de estambre color igual al traje para verano, sujeta con apuntadoras; cintillo de charol negro con vivos blancos y un pasador fijo de unión que confrontará en la parte de atrás, llevando en la de delante el número del individuo, chapa de metal blanco con el escudo de España y las iniciales del Cuerpo. En su parte superior un ventilador que irá forrado de igual tela que la funda”, llegando con este formato hasta el 3 de julio de 1931 en que fue suprimido.

A lo largo de los veintisiete años en que el casco de fieltro inglés fue reglamentario en el Cuerpo de Seguridad, la opinión, especialmente la de la prensa de la época, sobre su funcionalidad operativa fue variando con el paso de los años y así, pasó, de acogerlo con entusiasmo, a criticarlo de forma furibunda.

Efectivamente, no se trataba de una prenda especialmente práctica para el servicio policial y pese a que a lo largo de los años fue modificada, a base de reducir su porte y su peso, siempre adoleció de los mismos defectos, especialmente los derivados de su difícil equilibrio y su incomodidad con motivo de una intervención, máxime si tenemos en cuenta que su tallaje no se ajustaba siempre a las necesidades del usuario. De hecho, aunque creemos que tal afirmación carece de base sólida, algunos de los articulistas que más elevaron sus voces críticas contra el casco, lo hicieron argumentando que solo se fabricaba en talla única.

Hoy, pasados noventa años de su supresión, son muchos los que desconocen que la Policía Española, en su rama uniformada, usó como prenda de cabeza el casco de fieltro inglés y así, en ocasiones, nos encontramos en publicaciones y documentos en los que aparecen Guardias de Seguridad que son identificados como Guardias Municipales.

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Es cierto que algunos Cuerpos de la Guardia Municipal, de diferentes ciudades españolas, usaron esta prenda o una muy similar, sin duda a imitación de la Policía Gubernativa, incluso algunos vistiendo un uniforme con muy pocas variantes con relación al vestido por el Cuerpo de Seguridad. De hecho, hay constancia de la existencia de cascos de fieltro idénticos en todo a los usados por la Policía en los que la única variante viene dada por las cifras que jalonan el escudo nacional, sustituyendo las “CS” del Cuerpo de Seguridad, por las “GM” de la Guardia Municipal, pese a todo, existen otras diferencias en la uniformidad que permiten identificar, con claridad, de que Cuerpo de trata.

Sea como fuere, queda constancia de que entre mayo de 1904 y julio de 1931, el Cuerpo de Seguridad, uno de los antecedentes históricos de la actual Policía Nacional vistió, como prenda de cabeza reglamentaria, el casco de fieltro inglés.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".