Pacto de silencio. Por José Antonio Ruiz de la Hermosa

Getting your Trinity Audio player ready...

Desde el 4 de diciembre está en la agenda de Santiago Abascal la «Cumbre de Madrid». Una reunión en la que los líderes europeos que no están «tocados por el Globalismo», ni por las políticas entreguistas, auto-destructoras de Europa y la multiculturalidad que pretende eliminar las fronteras nacionales y el soberanismo nacional, que aun siendo perfectamente compatible con «la Unión», es sin embargo unos de los objetivos a destruir por los sicarios de la correa de transmisión del Globalismo, el señor Soros o también el foro de Davos.

De muchas cosas escribo, un «totum revolutum» que puede dar lugar a error en las apreciaciones y también dar que pensar que me lío con las cosas. Por lo que pasito a pasito vamos a ir desgranando el revoltijo para su pronto conocimiento del lector.

La Cumbre de Madrid es una reunión de líderes europeos que sin dejar de ser nacionalistas de sus propios países, quieren esa unión entre los pueblos de Europa que de la fuerza necesaria para luchar contra las políticas globalistas. Una Europa fuerte, en la que la fuerza de cada «Nación» sume. Una Europa que no sea rehén de Rusia o China, ni súbdita de los países anglosajones de ambos continentes, el europeo y el norteamericano y que en ambos casos están controlados por las fuerzas vivas de las dos más importantes logias británicas, responsables últimos de la destrucción de la familia, la religión católica y ortodoxa, así como de las naciones que en su momento se apoyaron en esa filosofía y esas creencias para constituir unos estados fuertes con principios morales y éticos; a los que la labor de zapa de masonería y banca internacional han puesto en el objetivo destructivo.

Santiago Abascal sentará en una misma mesa al primer ministro húngaro, Viktor Orbán; y a su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, con intereses e ideas enfrentadas respecto a las advertencias de la OTAN contra Vladimir Putin para evitar un conflicto armado en Ucrania. Pero hermanados en la acción para evitar la Europa sojuzgada a Bruselas, es decir al globalismo más hiriente para sus naciones. También acompañan a los presidentes nacionales, los líderes de los demás partidos o movimientos implicados en esta lucha por salvar la independencia europea frente a la injerencia totalitaria de los sicarios de Soros y del federalismo que sacrificaría a las naciones.

LEER MÁS: El Cristianismo y la dignidad de la mujer. Por Tomás Salas

Además de los presidente Orbán y Morawiecki; está la presidenciable en breve la francesa Le Pen. Les acompañan figuras internacionales y referentes de sus países como la política austriaca y miembro del Consejo Nacional de Austria, Marlene Svazek; el líder de la formación belga «Vlaams Belang», el diputado Tom Van Grieken; el ministro de Defensa búlgaro, Krasimir Karakachanov; Martin Helme, de los conservadores de Estonia; el eurodiputado italiano Vincenzo Sofo (que acude en representación de Fratelli d’Italia por la ausencia de Giorgia Meloni); o el rumano Aurelian Pavelescu, presidente del Partido Nacional Campesino Cristian Demócrata.

Todos ellos tienen una entidad más que suficiente para ser portada de cualquier periódico o cabecera de cualquier telediario o informativo televisivo o radiofónico. Pero ¿ustedes los han visto reflejados en su visita a España para tan importante cumbre de los partidos que no «tragan» con el discurso «progre caviar»?. Pues no no los han visto, porque sus ideologías y principios morales y éticos chocan frontalmente con la engañifa de Pedro I el mentiroso y sus secuaces, incluyo aquí al resto de «los davosianos», que viene de Davos, que ya han demostrado quienes son durante la Plandemia. Pero seguro que si han visto la propaganda con fines de mantener «el miedo»mediático de la guerra en Ucrania. Algo que ha aparecido convenientemente cuando ha bajado el impuso del Covid, por su agotamiento y por la caída al vació de su discurso. Un «Pacto de Silencio» que ni siquiera es pacto, porque los medios subvencionados saben perfectamente de que no hablar.

Y retomamos aquí con la definición de la RAE: «Que procede contra los intereses de su propio país o de un grupo al que pertenece». El tema de la Unión Europea y lo que está haciendo, que se ve claramente en la vía libre a la entrada de inmigrantes; que no «migrantes», porque solo migran las aves; y que deja abiertas las fronteras de Europa sin protección, mientras países como España, que prácticamente están sin un Ejército operativo, y que lo poco que tienen es enviado a hacer el paripé contra «el zar de todas las Rusias». Increíble pero cierto; mientras desde África tenemos una invasión que de momento ha logrado, que la población marroquí e ilegal de Lanzarote y Fuerteventura, sea superior a la europea y española de ambas islas. Con la particularidad de que se les aloja en hoteles y centros turísticos y se les da dinero de bolsillo. Mientras los damnificados de la isla de la Palma tienen que recibir limosnas privadas y ayudas procedentes de macro-conciertos o donaciones. A eso me refiero con multiculturalidad, fronteras y soberanía nacional.

LEER MÁS: El político deseado. Por Mateo P. García

En definitiva, que mientras se ocultan las importantes reuniones de los que quieren el bien para su Nación, dentro de una comunidad europea y cristiana, se llama al miedo y la desesperanza por lo malo que es el zar de Rusia y que hay que luchar contra alguien, que no soy quien para valorar si lleva o no razón, pero que lo único que quiere es no dejarse avasallar por el Globalismo. Mientras los dirigentes del tinglado se están forrando de billetes y de poder con una inflación galopante que ellos mismos han provocado. Recuerden los sabios de los que les hable el otro día Y ahí lo dejo…