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**La II República no fue traída por las izquierdas, sino por las derechas. No por Azaña, sino por Alcalá-Zamora. Y terminó destruida por la combinación de ambos en las elecciones fraudulentas de febrero de 1936.
**Izquierdas y separatistas constituyeron el cáncer de la república, ya desde la temprana quema de conventos, exhibición de un verdadero terrorismo que iría en aumento.
** La “quema de conventos” lo fue también de bibliotecas y centros de enseñanza. Esto último ha sido deliberadamente olvidado por la izquierda, que quería y quiere presentarse como adalid de la cultura. Y también ha sido olvidado por una derecha que nunca mostró gran interés cultural.
**Nadie ha destruido más bibliotecas y tesoro histórico-artístico español que los supuestos defensores izquierdistas de la cultura. Los nazis quemaron los libros que no les gustaban. Las izquierdas españolas quemaron cientos o miles de bibliotecas, indiscriminadamente.
**Azaña llegó a quejarse de que en el Frente Popular a nadie interesaba la idea de España. Él sí tenía una idea al respecto, solo que una idea ajena tanto a la realidad histórica y como a la realidad de su tiempo.
**Decía Baroja que los republicanos desconocían el país en que vivían. Esto puede decirse de los de izquierda y también de liberales bienintencionados como Ortega o Marañón. “No tenemos perdón”, dijo este último.
**¿Puede volver una república a España? Puede, si se lo facilita la monarquía, como en 1931. ¿Sería un desastre como aquella? Observe usted a los republicanos actuales: son incluso peores que aquellos: se identifican con el Frente Popular, verdadero destructor de aquel régimen en lo que tenía de democrático.
Autor
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Nació en 1948, en Vigo. Participó en la oposición antifranquista dentro del PCE y el PCE(r)-Grapo. En 1977 fue expulsado de este último partido e inició un proceso de reflexión y crítica del marxismo. Ha escrito De un tiempo y de un país, sobre su experiencia como "revolucionario profesional" comunista.
En 1999 publicó Los orígenes de la guerra civil, que junto con Los personajes de la República vistos por ellos mismos y El derrumbe de la República y la guerra civil conforman una trilogía que ha cambiado radicalmente las perspectivas sobre el primer tercio del siglo XX español. Continuó su labor con Los mitos de la guerra civil, Una historia chocante (sobre los nacionalismos periféricos), Años de hierro (sobre la época de 1939 a 1945), Viaje por la Vía de la Plata, Franco para antifranquistas, La quiebra de la historia progresista y otros títulos. En la actualidad colabora en ÑTV, Libertad Digital, El Economista y Época.