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Este escrito se lo dedico especialísimamente –y en el momento oportuno al hallarse ·empoderado” por el espíritu  de la reconciliación– al ilustre  habitante de la Moncloa, el “reconciliador” cuyo amor por ella es el único motor de sus decisiones.

Me imagino que ayer,  sábado, la grandeza y amplitud de su mirada al horizonte infinito del futuro, le hizo dedicar casi dos horas a presenciar por televisión la beatificación de las “tres mártires laicas de Astorga”. Estoy seguro, pues no podía perder la ocasión de asimilar  el modo de aplicar el Socialismo y la UGT  el  “espíritu de paz, amor y reconciliación”, Sin duda alguna su mente privilegiada y empapada de “Memoria Histórica” asimiló  todas las enseñanzas deducibles de la ceremonia de ayer en la catedral de Astorga, para cuyo obispo, el gran español y catalán Gaudí,  construyo el palacio episcopal a principios del siglo pasado,

De todos modos le ayudaré a recordar, con este resumen aparecido en la prensa:

Cuando estalló la Guerra Civil Española, Pilar, Octavia y Olga –desde ayer ya “beatas”–decidieron formarse como enfermeras. El 8 de octubre fueron enviadas al frente, donde junto a otras enfermeras se turnarían para atender un puesto sanitario del ejército salvador de Asturias – en el cual tío Paulino,  falangista palentino voluntario luchaba– en Somiedo, entre León y Asturias.

El 27 de octubre, el hospital donde trabajaban fue objetivo de una ofensiva de las milicias locales de la UGT y fueron asesinados los oficiales al mando, el médico y el capellán, “así como los catorce heridos” que recibían allí atención sanitaria. Las “enfermeras fueron apresadas” y pasaron la noche en cautiverio en Pola de Somiedo, en las barracas donde se alojaban los milicianos, quienes abusaron reiteradamente de ellas.(¡que valientes y “machos” son los “rojos” y que  pronto se rindieron o huyeron por Gijón) En la mañana del 28 de octubre de 1936 “varias milicianas ‘se ofrecieron como voluntarias’  para fusilar a las prisioneras”, (¡deslumbrante siempre el “feminismo” marxista!) Tras negarse a renegar de la fe, las despojaron de toda su ropa, y las llevaron arrastradas a un prado donde hacia el mediodía las ataron y las fusilaron, repartiéndose después sus ropas. Por la tarde vejaron los cuerpos hasta que en la noche fueron sepultadas en la fosa común, que fueron obligados a cavar dos prisioneros también ejecutados luego.

Bonita lección, sobre lo que es el Socialismo y porqué ahora quieren seguir demostrando lo que son,  aspirando a implantar la III República para completar lo que no pudieron rematar en la Segunda. Y Usted, Sr. Doctor, –copiador de tesis–, ¿es la lumbrera que nos va dar lecciones de “reconciliación y diálogo”, con quienes retan a España chulescamente?

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Su atrevimiento al osar indultar a los condenados,  por su traición a la Patria que los vio nacer,  no tiene nombre en  ningún idioma civilizado. 

Eso lo entiende cualquier inteligencia normalilla sin necesidad de ayuda externa,  y es la siguiente: Desde que los hijos de Lucifer –mediante esa bimilenaria organización que yo llamo siempre la Sinagoga de Satanás–,  controla los Parlamentos mundiales, toda la legislación tiene un objetivo  principal, dejar inermes a las personas decentes y honradas,  y proteger a los sinvergüenzas y criminales,  dedicados a destruir la civilización cristiana. ´Esa organización omnipotente, –padre y madre de la Constitución del 78–, sabía muy bien lo que hacía al no dejar poder alguno con capacidad para cesar a un Jefe de Gobierno, traidor a España. Con lo fácil que hubiera sido dejar en manos del Rey esa facultad. Por culpa de ese detalle diabólico –omitido a ciencia y conciencia–,  hoy nadie puede echar  de un plumazo a un Gobierno emperrado en destruir todas las fuentes de riquezas de nuestra Patria, para llevar a los españoles a la hambruna –como se lo ha ordenado la Sinagoga de Satanás–. ¡Hambruna o esclavitud!, es el dilema.  Que les ha señalado como misión clave,  de su Gobierno. ¿Me he sabido explicar para que usted lo entienda?

Pero, ¿cómo se le ocurre atribuir  al indulto  capacidad para traernos paz, concordia y  buen entendimiento,  con esos chulos engreídos ante la debilidad de nuestro Gobierno? Ya es muy tarde para comulgar con ruedas de molino,  una vez conocido por todos los españoles su esencia de mentiroso compulsivo,  de embustero y de manipulador. El Tribunal Supremo le ha dado a usted una lección magistral que su prepotencia piensa saltarse a la torera, impunemente al parecer. ¿Se ha vuelto loco?

A ver si logro hacérselo entender mediante una comparación. Imagínese que usted ya no vive en la Moncloa y que uno de esos moros yihadistas, criminales y enemigos mortales de España, –estando usted ausente– entra en su casa, viola a su mujer y a sus hijas,  arrambla con todo y, a continuación,  el muy  sinvergüenza se pasea por la Puerta del Sol,  proclamando su satisfacción por lo que ha disfrutado  e informando a grito pelado que “la próxima semana volverá a repetirlo” con una nueva visita a su casa. La policía lo detiene y se lo lleva a la comisaría y usted reacciona de este modo: Va toda prisa a pedir a los agentes  que no lo presenten al juez… Y como, lógicamente,  no lo hacen caso, el  juez lo condena. Entonces, usted acude a la Audiencia a pedir que suelten al moro para facilitar el “entendimiento y la paz entre hermanos”…

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¿Entenderá usted, ahora,  que el Pueblo lo trate de idiota, cretino, imbécil, bobo de baba, etc. (complete los epítetos con ayuda del diccionario), o  que  la mayoría se pregunte si usted se ha vuelto loco?

¿He conseguido hacerle ver claro que ese supuesto corresponde a la realidad que usted está viviendo con el indulto de los condenados por traición a su Patria? Si, ni aun  así,  he logrado hacerle captar todo cuanto piensan de usted los españoles –del color que sean, pero con neuronas activas–, y cuál  es la adjetivación merecida por su actuación frente a los separatistas,  le aconsejo una visita urgente a un especialista en funcionamiento del cerebro para que le examine a fondo. Su estado mental, a primera vista, es gravísimo.

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.