12/05/2024 17:10
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Reúne multiplicidad de voces que regresan del olvido para emigrar en los labios del silencio, donde se funde el indómito glaciar de la memoria del viento.
Es el perfecto equilibrio de la belleza desbocada en el hueco de la piel tatuada por la pasión.
Es uno de los idiomas del alma. Es la danza… 
 
Jean-Georges Noverre, bailarín francés, reconocido como el vértice del ballet moderno, nació el 29 de abril.
Por eso este día fue elegido por el Consejo Internacional de la Danza de UNESCO que lo designó como: Día Internacional de la Danza. Es así desde 1982.
Como todas las disciplinas artísticas es una forma de comunicación, de expresión.
En cada edición se escoge a una persona representativa en esta materia para darle forma al «Mensaje del Día Internacional de la Danza».
 
Algunos de los creadores de otros años son:
* Karima Mansour. (Egipto), 2019.
* Salia Sanou (Burkina Faso), Georgette Gebara (Líbano), Willy Tsao (República Popular China), Ohad Naharin (Israel), Marianela Boan. (Cuba), 2018.
* Trista Brown. (Estados Unidos), 2017.
* Lemi Ponifasio. (Nueva Zelanda), 2016.
* Israel Galván. (España), 2015.
 
Madrid tiene un prestigioso festival: «Madrid en Danza». Esta es la 37 edición.
 
Desde el principio de los tiempos la danza ha estado integrada en la Historia de la Humanidad. Antiguamente también se empleaba para mostrar el estado de ánimo.
En algunas pinturas rupestres descubiertas en el país del Sena y en el nuestro ya estaba presente la danza, estas datan de hace 10.000 años.
Incluso se decía que la danza era la responsable de los ciclos de la vida, de el paso de una estación del año a otra, del movimiento de las nubes, etc.
 
Grecia tiene danzas datadas en tiempos remotos.
 
La danza es de las manifestaciones culturales quizás la más vetusta, algunas acompañaban a los rituales, en las que pedían «al Ser Supremo» que les concediera energía y poder para sobrevivir.
Este apartado es de lo más apasionante, ya que los ritos de sacrificio pueden ser: curativos, penitenciales, de transición, adivinatorios, festivos, etc.
Además influía la periodicidad con que se realizaban, y se hacían de modo individual o colectivo.
 
Muy destacadas son las danzas de los rituales de la cultura Shuar (Ecuador).
También los hay que son rituales espirituales y curativos, para sanar espíritu, alma y cuerpo, ejemplo de ello es: El rito de la Cascada Sagrada». (Ecuador).
 
El areíto es uno de los bailes más ancestrales del pueblo Taíno, la finalidad era mostrar a los jóvenes la historia de la tribu. Tuve el placer de poder participar en él durante mi estancia en la República Dominicana, se baila con una lanza en la mano.
 
Muy peculiares son las danzas en la época prehispánica, en las «Tradiciones de Huarochirí».(Perú).
 
También están las dedicadas a la fertilidad, para engendrar, a la cacería, guerra, fecundidad, para atraer la lluvia o para que remita, para las cosechas, el perdón, la salud … 
Notables son las dedicadas a los astros, en sus inicios eran para elogiar a la luna, el sol y otros fenómenos, todos estos considerados como dioses.  
 
La danza del fuego es de las más elementales, todas se llevaban a cabo alrededor del fuego.
El hechicero es el maestro de ceremonias, el director de la danza de la caza, se atavían con plumas y máscaras.
 
Igualmente, la pubertad tenía sus danzas, eran eróticas.
 
De igual modo los sacrificios iban acompañados de una danza, un ejemplo de ello es: El Kexigela, o «danza de la armadura» (China), de este país es el grupo étnico más longevo.
 
El tema de la danza y los sacrificios se festeja especialmente en el continente africano donde tienen el Festival: Vudú, se lleva desarrollando desde 1996, en Benín, y se ponen de manifiesto multitud de danzas que acompañan a los sacrificios y a los rituales que pueden ser de carácter transformativo o demostrativo.
Uno de los lugares más demandados para estas prácticas es la playa de Ouidah, donde los difuntos y los espíritus son invocados por los sacerdotes.
 
Enmarcadas en este tipo de rituales están otras danzas como la denominada: Casayaco.
O la danza huantaycocha, los danzantes eran los propietarios de llamas (animal), la desempeñaban con la piel de un puma en la cabeza.
 
Es atrapante, captar el momento y orbitar sobre nuestro propio eje vertebrador, es una pelea cuerpo a cuerpo. Es alcanzar la creación de nuestro mejor yo, eso es bailar…
 
En la Ciudad Califal tenemos un gran artista que sabe mucho de danza. Él con su coreografía imprime color en el impoluto blanco del lienzo. Alberga numerosos reconocimientos y puestas en escena muy sobresalientes y genuinas. 
El año 2021 participó en el Festival Internacional de Itálica, donde se convierten en indisociables la crudeza y la fragilidad, es un profundo homenaje a la danza.  Estoy haciendo referencia a Antonio Ruz…
 
Es un hombre tenaz, en 2009 Ruz creó su compañía con el firme propósito de investigar dentro del mundo de la danza. Elaborando una mezcla imprescindible con otras disciplinas como son la música contemporánea y antigua, artes plásticas, etc.
Antonio ha paseado su arte por cuatro de los cinco continentes. Su férrea formación abarca el ballet, la danza española y el flamenco. Ha trabajado en relevantes compañías internacionales y nacionales.
 
«La danza no está en el paso, sino entre paso y paso. Hacer un movimiento tras otro no es más que eso, movimientos. El cómo y por qué se liga y qué se quiere decir con ellos, eso es lo importante.» (Antonio Gades).
 
Miguel, Antonio Ruz y Pilar Redondo en Madrid, en el Centro de Arte Reina Sofía, en el cóctel posterior a la entrega del Premio: «El Ojo Crítico» de danza a Antonio Ruz.
 

Autor

Pilar Redondo
Pilar Redondo
Escribe en varios periódicos, entre ellos: "ÑTV", "El Cierre Digital", y revistas, algunas: "La Casa", "Sueños de papel", "Azahar".
Desde hace 23 años es miembro de la Asociación Literaria Hasday, aunque colabora con cuantos colectivos culturales se lo solicitan. Fundadora del primer club de lectura de la Biblioteca Provincial de Córdoba.
Junto a Francisco Muñoz coordina las rutas culturales: "Los Grandes de Córdoba" y "La Batalla de Munda".
Ha trabajado en dos programas de Canal Sur Televisión: "El público lee" y "Pido la palabra". Organiza actos culturales en colegios, instituciones, etc.
Es autora de dos libros de relatos: "Relatos atormentados" y "Relatos de humor", (incluidos en la Colección Guadalquivir).
Tres poemarios: "Mortalmente eterna", "Quejíos del alma", "La piel del alma".
Doce cuentos infantiles, pertenecientes a la Colección Albolafia y cuyo emblema es la rana Clotilde.
Junto a otras nueve escritoras es productora de un disco de poemas musicalizados, titulado: "Poetizando, mujeres con voz y verso". Es en apoyo a las víctimas de la violencia de género y cualquier tipo de violencia en general.
Ha publicado dos libros de artículos periodísticos: "El pacto de las libélulas" y "Los labios de las amapolas".
Junto a don Julio Merino ha escrito las siguientes novelas: "Vitoria Colonna, el gran amor del Gran Capitán". "Las marionetas de Cuspis". "La princesa del jazmín", "la boda cautiva", "Leila de Granada", (Pertenecientes a la trilogía de La Reconquista).
"Cuando los dioses se hacen humanos", "Penélope la Reina tejedora". "Betsabé y el Rey David", "Pelayo el Astur", (forman parte de la serie de los dioses).
Es fundadora de dos clubs de lectura en la Biblioteca Provincial de Córdoba. En uno llevan una andadura de casi dos décadas, y en el segundo, es de reciente creación, de este 2023.
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