La intención de Sánchez es agotar la legislatura. Otra cosa es que logre cumplir su sueño. Porque el ajedrez es cada vez más complejo. Pero él hace sus deberes. Lo primero, asegurar a los secesionistas que aunque haya una prejudicial ante Luxemburgo, el recurso no paralizará la Ley de Amnistía. La modificación por la puerta de atrás, sin embargo, es duda, porque contradice el derecho europeo que tiene primacía sobre el nacional. Así que puede que sea otro brindis al sol del cambiacolchones.
Otra de las tareas hechas por Sánchez es retirar el veto del Senado al techo de gasto. De nuevo con ingeniería legislativa. O contorsionismo, mejor dicho. Porque la reforma es abiertamente anti natura. Las cámaras se crearon para que los representantes del pueblo decidieran sobre cuánto gastamos, de dónde lo sacamos y en qué lo destinamos. Si le quitamos esta potestad al Senado lo convertimos en mas florero de lo que ya es. Por eso el Senado pide a la presidencia del Congreso que vete la reforma. Soñar es gratis.
Pero todo esto no garantiza demasiado. Porque el apoyo de Junts sigue siendo duda y desde Podemos la distancia es cada vez mayor. Sánchez necesita a todos todo el tiempo. Y eso garantiza la parálisis. Por eso es posible que si en Cataluña hay repetición electoral es posible que Sánchez opte por darse mus y volver a repartir cartas. Y es muy posible que crezca a costa de sus socios. El problema -para él- es que también es muy probable que no logre mayorías más estables. E incluso es posible que no logre los 176 que necesita o que desde el PNV o Junts decidan que es mejor cambiar de caballo.
Este es un posible escenario en el que están trabajando en el PP. Y puede que también en Vox donde ya amenazan con romper en los gobiernos autonómicos a cuenta del reparto de los menas y del ‘pasteleo’ con el poder judicial. Una operación de alto riesgo.
El reparto europeo entre democristianos, socialdemócratas y liberales ha dejado fuera a las fuerzas soberanistas o patrióticas. Meloni y Orban se muestran visiblemente molestos y preparan la venganza. Vox trata de jugar esa liga donde es seguro que en breve habrá movimientos. Todo pendiente de lo que ocurra en Francia. Si Le Pen gana, todo cambiará.
El anzuelo del pescador
Puente denunciará a Francia. Óscar Puente anuncia que denunciará a Ouigo ante la Comisión Europea por incumplir la liberalización ferroviaria. ¿Mande?, ¿no es acaso el resultado de la liberalización? Generando problemas en lugar de soluciones.
Regresa Sucesiones. A los socialcomunistas se les ha ocurrido recuperar el impuesto de Sucesiones en toda España. Un impuesto injusto que graba el ahorro familiar. La voracidad fiscal no tiene límites.
La guerra de las banderas. El lobby LGTB y los grupos políticos woke están empeñados en izar la bandera arcoíris. No hacerlo es negacionista, anti-derechos, etc. Olvidan que la ley de banderas impide ondear ningún otro símbolo que no sea el oficial. Y olvidan que España es un país plural y que obviamente no todos comparten los criterios del lobby gay.
Autor
- Luis Losada es economista de formación y periodista de vocación. Fue director del Telediario de Intereconomía y subdirector de la Gaceta. Actualmente dirige su agencia de comunicación y es editor de campañas de CitizenGO en América Latina. Se define como hijo de Dios, amante de la libertad y escéptico del poder.
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LUIS : España está podrida, ya no tiene solución, los partidos politicos sentados en las poltronas ya no hacen nada ni siquiera VOX, que era la esperanza, está de muleta del PP. sin cumplir los pactos, la gente los abandona.
TOO ES UNA MENTIRA,