15/05/2024 20:09
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Por aquel entonces , Jean Claude Juncker , presidente de la Comisión Europea , en el 2018 olvidó los cien millones de muertos al celebrar el 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx. El marxismo se ha disfrazado y mimetizado con lo más granado de la estupidez europea. Pero el mejor homenaje a tan miserable personaje es se hace en el mundo con las incursiones radicales en el orden social y político a través de la estafa y el engaño políticos.

El nuevo marxismo se ha disfrazado de este siglo XXI pero aunque las formas son distintas, el mismo fondo putrefacto ya hace estragos en las sociedades que soportan una generación radical de conflictos.

 No es fácil diferenciar el Bien y el Mal en este mundo irremediablemente degenerado y entender los múltiples peligros que se han provocado estos últimos años, con problemáticas radicales surgidas de la nada. La irrupción de todas estas nebulosas que oscurecen el futuro de la Humanidad y que vienen a cuestionar el orden occidental, solo se comprende posible por la inversión multimillonaria de seres sin escrúpulos como George Soros y cuantos orquestan desde las sombras la imposición de un Nuevo Orden Mundial

  Más allá de la sospecha se consolida la certeza de que el llamado Plan Kalergi, de extinción de la raza blanca mediante la fusión de un mestizaje provocado por inmigración masiva, se está cumpliendo en lo que parece ser una consecución a corto y medio plazo. Una estrategia de destrucción europea que fue elaborada en 1923 por el conde Nikolaus Coudenhove-Kalergi que buscaba generar una raza mestiza pasiva, fácilmente controlable y dominada con ausencia de derechos comunes a los países civilizados. Por todo ello el reverdecimiento de políticas radicales de carácter comunista es ostensiblemente impulsado por los dirigentes que han iniciado una política común de intervencionismo, en contra de la identidad de los países europeos. Bien puede decirse que la Unión está en las garras de los enemigos de la libertad y la democracia, Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo incluido,  que caracterizaban a la Europa liberal surgida después de la II Guerra Mundial.

 No existe casualidad en la reversión de valores que está practicando la Unión, cuyos políticos están comprados para subvertir el valor de Europa y diluirlo en una estrategia de involución identitaria con una resta de derechos para toda la ciudadanía. La celebración del 200 aniversario del nacimiento de Karl Marx era una declaración de intenciones que pretendía estigmatizar el antaño orden europeo que  aborrecía una imposición política,  provocadora de cien millones de muertos y hambruna brutal como la que se padece actualmente  en Venezuela.

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 El objetivo de esta estrategia de traición contra todos los ciudadanos europeos no es la implantación del socialismo radical al modo bolivariano, pero sí conviene que mediante la elección democrática accedan gobiernos intervencionistas que puedan favorecer los planes de disolución que han sido marcados en los despachos de los especuladores de la moral universal. Porque el bien y el Mal se mezclan  en una confusión de conceptos e impulsos sociales, generada a propósito para destruir las bases que sostienen la occidentalidad del continente europeo.

 La imposición de un feminismo radical, del aborto sin límites, de la masiva inmigración sin control; la discriminación positiva, el proceso de radicalización de la sociedad contra la familia, la caída del índice de natalidad europeo multiplicándose el inmigratorio; la anatematización y negación de la cultura de los pueblos, el blanqueamiento de actitudes delictivas para que cuenten con el beneplácito social , convirtiendo al criminal en víctima circunstancial, no son casuales vicisitudes pertenecientes a la natural evolución o involución de las sociedades, sino propósitos subvencionados de desintegración sociopolítica. Una vez derruidas las bases construir sobre las ruinas la nueva intención de orden. Es el marxismo del siglo XXI que tras el olvido de las nuevas generaciones resurge con nuevos modos para conseguir los mismos aberrantes fondos de parasitismo y confrontación. Paradójicamente, subvencionado por el capitalismo atroz ejercido sin escrúpulos por radicales de izquierda.

  Tampoco es casualidad la eclosión del integrismo islamista con el apoyo expreso de planes geopolíticos que favorecieron la expansión del Daesh. Un terrorismo usado a propósito que justificó la entrada de una invasión migratoria con la excusa de la caridad. De ahí que Siria esté demonizada junto su presidente Bashar El Assad, quien luchando por su pueblo trastocó la estrategia oscurantista de los poderosos que financiaron la extensión del terror en Oriente Próximo y en la propia Europa. Un plan también obstaculizado entonces por la elección de Donald Trump como presidente norteamericano, que dejó fuera  de influencia a una Hillary Clinton orquestadora de las primaveras árabes para invertir el equilibrio geopolítico de la zona.

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 Planes contrariados por la Rusia de Putin, aliada de Al Assad contra los intereses de un Occidente en manos de corruptos, aunque luego se haya complicado equívocamente en Ucrania ; intereses afines a los del Califato radical que ya se sabía haber sido beneficiario de provisión de armas. Asimismo, frenados por Viktor Orbán que junto a los otros países del V4 centroeuropeo, Grupo de Visegrado, fuera de la órbita de manipulación dirigida por Merkel deseaban elegir un destino de seguridad. Se desmarcaron con afán de proteger los intereses de sus propios países y ciudadanos al margen de la intencionalidad de manipulación contra todo sentido común de supervivencia.

 Este siglo XXI es drásticamente complejo por el nuevo asalto que se practica contra las sociedades pacificadas, en la pretensión de convulsionar la paz social y estandarizar los derechos al mínimo: conveniencias para la dominación marxista. Paso previo a la supremacía que busca una destrucción generalizada de la cultura y la identidad tal y como practicó la política marxista y sus degenerados abusos de aniquilación. 

Bien puede decirse que el mundo está nuevamente en guerra, en defensa de la vital libertad,  aunque todavía no lo haya advertido.

 

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Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Ducentésimo aniversario. Todas las lenguas cultas mantienen una distinción entre cardinales, ordinales y otros numerales. Por supuesto, da igual lo que diga la infame RAE.

Geppetto

«No es fácil diferenciar el Bien y el Mal en este mundo irremediablemente degenerado «
Claro que es facil diferenciar la maldad de la bondad, al mal hombre de buen hombre
Otra cosa es que interese manifestarlo.
El Marxismo es una idologia canalla que castra las sociedades llevandolas al suicidio colectivo, pero los realmente perversos son quienes lo aplican

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