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A la ministra comunista Yolanda Díaz le preocupa la victoria en las recientes Elecciones Generales de Italia de la coalición que lidera la signora Giorgina Meloni. Es necesario atesorar una grandísima cantidad de cinismo (made in la URSS) cuando ni siquiera sale corriendo como enloquecida espoleada por la preocupación cuando ve su propia imagen cada mañana al levantarse, en el primer espejo que se encuentre en la espléndida vivienda de 443 metros cuadrados que el gobierno le ha puesto a su disposición, para que no eche de menos la vivienda propia.
En el colmo de su deformada visión de la realidad, tras el triunfo de la Derecha en Italia lo califica como algo «muy triste que tiene que hacer tomar nota en nuestro país». El miedo del necio comienza cuando vislumbra en el Horizonte la silueta del inteligente. El miedo del cobarde empieza cuando vislumbra en el Horizonte la silueta del valeroso. El miedo del que comete comunistadas sinvergonzonas comienza cuando vislumbra en el Horizonte a quien llegará para juzgarlas. El miedo del imbécil a perder el puesto, incomprensiblemente alcanzado, comienza cuando vislumbra en el Horizonte la silueta el listo que es quien lo merece. Por eso a nadie debe extrañar que a la camaradoski Diaz, el triunfo, con un par de «melonis» de la signora Giorgina Meloni, la tenga «cagaita de canguelo».
Para las jodias rojas de este país ni siquiera por ser mujer les merece un mínimo de respeto. Ellas, en su cerril naturaleza son incapaces de entender que, no solo en Italia, también aquí, en España, hay manera de hacer las cosas mucho mejor, mas acertadas, mas honestas y con mas claridad de como se han venido haciendo. Y que hay personas que quieren intentarlo.
Lo de Italia no parece que les haya alegrado la vida a los chiringuitos feminazis; no se les ve por las calles en manifestación, con los de las incansables «batukadas» dando palos como si no hubiera un mañana, para seguir a los tambores.
Para que las cosas aquí sigan el rumbo que se han marcado los italianas solo sería, -y con la arrogancia del PP (que no se yo de donde les viene una vez que traicionaron al franquismo) es muy difícil-, posible poner a España, como naufrago a quien salvar. Pero para alcanzar ese altísimo triunfo seria necesario que el PP asegurara se participación asegurando su honestidad, ofreciendo sinceridad y absoluta lealtad. Seguro que de esa manera no habría dificultad para que VOX, demostrado su empeño en la lucha, y aportando los mismos avales, podría ser un magnifico compañero de viaje.
Autor
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Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.
