23/11/2024 11:20
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Hace ya algunos meses, en estas mismas páginas de EL Correo de España, apuntábamos que España y Portugal no han sabido defender sus hechos históricos, ni contrarrestar los efectos de la Leyenda Negra.

Hoy, una lectora, Montse Mendi, sensible a aquel comentario, nos ha remitido una serie de sorprendentes referencias históricas, que ha recogido de varios libros que acompañaron su obligado retiro como consecuencia de la pandemia que asola nuestro país.

Vamos a reseñar brevemente estas referencias, que van a sorprender mucho a nuestros lectores, con el ánimo puesto en que éstos indaguen en las mismas, a través de las fuentes que tengan a mano. Esperamos también que docentes, investigadores, periodistas e historiadores se pongan a trabajar, de una vez por todas, en defensa de la verdad de nuestra Historia. Y al final les aconsejaremos la lectura de tres ensayos sobre esta misma materia, que les servirán de compañía y distracción en este cálido verano.

-John Smith, el de Pocahontas, está basado en un marinero español, llamado Juan Ortiz, que fue capturado por nativos norteamericanos en Florida.

-Robinsón Crusoe es Pedro Serrano, un capitán español que, en 1526, sobrevivió a un naufragio en un banco de arena del mar Caribe.

-¡Mr. Livingston supongo…!, ¿recuerdan?, y no supongan, que lo que descubrió estaba ya descubierto y demostrado dos siglos antes por el misionero español Pedro Páez.

-Darwin copió a Félix de Azara, que llevaba ya tiempo gritando aquello de la evolución de las especies y la selección natural. De hecho, Darwin lo mencionó en su libro, pero lo borró en la versión final.

-James Cook encontró a los hawaianos cocinando con cacerolas y chapurreando palabras españolas. Hawái fue descubierta por el malagueño Ruy López de Villalobos a mediados del siglo XVI y la Antártida por Gabriel de Castilla en 1601. La medalla se la puso Cook, que robó los mapas españoles en Manila, en 1768, y siguió el rumbo de éstos para salir en los libros de historia.

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-El salvaje oeste no era salvaje, era español, con pueblos y caminos españoles; hasta el jefe indio Jerónimo hablaba español y estaba bautizado.

-En Nueva Zelanda y Australia había descendientes españoles cuando Tasman puso por primera vez el pie en la isla.

-Nos hemos criado con películas donde los piratas robaban tesoros de los barcos españoles, aunque la realidad es muy diferente: sólo el 3% de los galeones que llegaban de América fueron robados por piratas y el mayor botín del mar lo consiguió Luis de Córdoba, que apresó 55 barcos británicos, de una sola tacada y cargados de oro.

-Blas de Lezo destruyó una flota británica, en 1741, de 180 barcos. Antes, en 1589, los ingleses perdieron otra flota de más de 140 galeones, al intentar atacar La Coruña. Pero nosotros sólo hemos oído hablar de la Armada Invencible y Trafalgar.

-Taiwan era española y Alaska también.

-Para pirata Pero Niño, que entró por el Támesis  hasta Londres; y no Drake, que huyó a nado, dejando a su hermano y su flota entera que fue hundida por los españoles en el Caribe.

Y así un largo etcétera de acontecimientos históricos que no nos han contado. La Historia de España y del mundo fue escrita por Inglaterra y EE.UU. Aquí la enseñaron y enseñan en los colegios como la escribieron ellos, aunque ahora también han metido mano los separatistas españoles para añadir más leña a la Leyenda Negra. Siempre lo mismo: la sucia mano negra de los amantes del secretismo.

Les aconsejamos que lean “La mitad del Mundo que fue de España: Una historia verdadera, casi increíble”, de Ramón Tamames, en Espasa, conocido como economista, pero también ha trabajado en las áreas de la historia, la política y la ecología. “Eso no estaba en mi libro de Historia de España”, de Francisco García del Junco, editado por Almuzara; conocemos así las islas desconocidas de España, el naufragio de P. Serrano que inspiró a Daniel Defoe y su Robinsón Crusoe, y el descubrimiento de la Antártida. Finalmente, “Imperiofobia y Leyenda Negra” de María-Elvira Roca Barea, editado por Siruela; la filóloga se propuso contestar los argumentos de la Leyenda Negra para abrir los ojos ante las ideas nacidas de la propaganda y no de los hechos reales. Las tesis de la andaluza escuecen todavía a algunos.

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Animamos a que trabajen en las verdades de nuestra historia a profesores, historiadores e investigadores. El Archivo de Indias está repleto de datos, esperando que se imponga la razón, la verdad, sobre la sinrazón de los que creen destruir la Historia de España, retirando de mala manera y con muy poco estilo las estatuas de algunas de nuestras viejas glorias.

Autor

REDACCIÓN