
El sanchismo es una forma de ejercer la gobernanza mediante la adulteración de la democracia representativa, el debilitamiento del Estado de Derecho y la eliminación de la separación de poderes con la consiguiente subordinación del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo. Obviamente, para destruir la estructura del marco político en que se desenvuelven las democracias occidentales y recortar progresivamente los derechos y libertades individuales de la ciudadanía, resulta fundamental falsear la realidad, ya sea alimentando fantasmas mediante la repetición ad nauseam de mantras solo aptos para mentes débiles, ya sea tergiversando o directamente falsificando la realidad, para así tapar su pésima gestión política y económica de cara a la opinión pública.
Pues bien, Pedro Sánchez ha recurrido de forma permanente a ambas estrategias con la exclusiva finalidad de confundir a la ciudadanía y permanecer en el poder. En ambos casos la principal herramienta utilizada por el sanchismo ha sido la propaganda, con reminiscencias nítidamente goebbelsianas, a través de los medios de comunicación. Así, el Gobierno socialcomunista ha invertido ingentes cantidades de dinero público en financiar, mediante subvenciones directas o publicidad institucional, a determinados medios de comunicación privados -como pueden ser el Grupo Prisa, la cadena de televisión La Sexta o los diarios digitales Público y eldiario.es, por citar a alguno de los más relevantes- para, de esta forma, asegurarse su servil adhesión.
Sin embargo el caso más obsceno de manipulación de la información lo protagoniza la cadena pública RTVE, la cual, en lugar de actuar bajo el paraguas de la objetividad y el pluralismo, ofreciendo una información veraz e imparcial que represente la diversidad de voces y opiniones existentes en el seno de la sociedad, se ha convertido en el principal órgano de propaganda del PSOE. A este respecto lo primero que cabría señalar es que a desde que P. Sánchez llegó al poder la deuda de RTVE ha ido aumentando progresivamente, hasta situarse en la descomunal cantidad de 700 millones de euros. Sin embargo, esta debacle económica no ha sido obstáculo para la contratación por dicha cadena del humorista David Broncano por la descabellada cifra de 24 millones de euros al año, siendo la única explicación convincente de tamaño desafuero el restarle audiencia a un programa como El Hormiguero, en el que su presentador, Pablo Motos, es mínimamente crítico con las políticas del Gobierno socialcomunista. A su vez, diariamente nos encontramos en el ente público con personajes como Silvia Intxaurrondo, Xabier Fortes o Javier Ruiz, los cuales, en lugar de fiscalizar al poder, como es su obligación, se conducen de forma manifiestamente sectaria y manipuladora, con la perniciosa intención de favorecer, de forma tan sumisa como rastrera, los intereses de Pedro Sánchez y su cuadrilla de salteadores, vulnerando así el código deontológico que debe guiar los pasos de todo periodista que se precie. Todo ello ha llevado a RTVE a un proceso de degradación informativa que no parece tener límites, contando, además, con el agravante de que este proyecto de ingeniería social impulsado por el autócrata monclovita está siendo implementando con el dinero de todos los españoles.
Si algo está meridianamente claro a estas alturas de la película es que desde la llegada al poder de P. Sánchez la corrupción, tanto en su círculo familiar como en su entorno político, no ha hecho otra cosa que crecer, hasta llegar a socavar los cimientos y corroer el esqueleto estructural del propio Partido Socialista. Así, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha demostrado de forma fehaciente, a partir de las pruebas encontradas a lo largo de sus pesquisas, la actuación delictiva en la que han incurrido la esposa y el hermano de P. Sánchez, el exsecretario general del PSOE, ministros del Gobierno socialcomunista, asesores de La Moncloa, la plana mayor de la Fiscalía General del Estado, el presidente y altos cargos socialistas de la Diputación Provincial de Badajoz, así como empresarios vinculados al PSOE. Tomados todos ellos en su conjunto, esta panda de golfos está acusada de una serie de delitos entre los que se incluyen la prevaricación, la malversación de caudales públicos, la apropiación indebida, la recepción de comisiones ilegales, el tráfico de influencias, la corrupción en los negocios y la revelación de secretos, lo cual equivale a decir la práctica totalidad del Código Penal relativo a actuaciones delictivas de carácter económico contra la Administración Pública. Pues bien, en RTVE, en lugar de criticar la acción de Gobierno por ser presuntamente delictiva, se han dedicado, en el colmo de la ignominia, a sembrar la duda en torno a la fiabilidad de los Informe policiales de la UCO y a desacreditar a los jueces instructores de los casos, acusándolos de formar parte de una conspiración orquestada por la ultraderecha para expulsar del poder a P. Sánchez. Obviamente, la realidad incontestable es que los informes de la UCO son absolutamente veraces y minuciosos y los autos de los jueces tan imparciales como impecables. En definitiva, contra la opinión sesgada y torticera de los cantamañanas que pueblan las tertulias políticas de RTVE, lo cierto es que tanto de la Guardia Civil como los Tribunales de Justicia, lejos de conspirar en connivencia con la ultraderecha contra el PSOE, están actuando de forma ajena a todo tipo de instancias políticas, siendo su único objetivo hacer que caiga el peso de la ley sobre todos aquellos que, guiados por sus bajas pasiones y miserables ambiciones, hayan incurrido en una actividad delictiva, con independencia de que los implicados sean feligreses de la congregación sanchista.
Pero, al igual que la corrupción socialista se tapa, minimiza y disculpa, estamos viendo durante las últimas semanas como desde RTVE se propaga el último de los eslóganes publicitarios lanzado por P. Sánchez, el cual viene a decir que “España va como un cohete”, aunque la realidad sea bien distinta. Para lanzar tal afirmación el Gobierno socialcomunista y sus voceros mediáticos se agarran como a un clavo ardiendo al hecho del crecimiento del PIB en un 3,2% durante el año 2024, lo cual efectivamente no deja de ser un buen dato macroeconómico. Sin embargo, este dato, está condicionado por el hecho de que España fue de los últimos países de la Unión Europea en alcanzar los niveles de PIB prepandémicos, ya que no lo hizo hasta el año 2023, lo cual ha facilitado el posterior crecimiento en términos porcentuales. Pero es que, además de este dato, existen otros datos económicos que no dibujan una situación precisamente idílica de la situación económica española, sino más bien todo lo contrario. Así, el Déficit Público en 2024 ha sido del 2,8% del PIB, a lo cual ha contribuido sobremanera el desmesurado Gasto Público derivado de las políticas del Gobierno socialcomunista, ya que como ha demostrado el Instituto de Estudios Económicos España podría reducir dicho gasto mediante mejoras en la eficiencia administrativa en un 14%, lo que equivale a un ahorro de 60.000 millones de euros, sin comprometer la calidad de los servicios públicos. A su vez, para paliar este Déficit Público, España está obligada a endeudarse, de tal forma que con P. Sánchez al frente del Ejecutivo la Deuda Pública ha ido aumentando de forma imparable, hasta situarse en la escandalosa cifra un 101,8% del PIB, lo cual viene a significar que todo lo producido por España en un año es inferior a su deuda. Debido a ello, tan solo en 2024 el Gobierno Central tuvo que dedicar 35.800 millones de euros al pago de los intereses de la deuda, con lo cual se neutralizó la práctica totalidad del crecimiento del PIB.
Pero si dejemos los datos macroeconómicos y nos vamos a los datos microeconómicos, esto es, a los que afectan a las pymes, autónomos y trabajadores, la situación que se dibuja es absolutamente desoladora. Así, entre 2020 y 2024 desaparecieron más de 200.000 empresas, lo cual equivale a más de un 6% del tejido empresarial nacional, y además de ello solo en 2024 se han visto obligados a echar el cierre cerca de 50.000 autónomos. En gran medida esta lamentable situación ha venido determinada por la asfixiante Presión Fiscal a la que están sometidos los españoles por parte del Gobierno socialcomunista, como demuestra el hecho de que se elevara hasta el 37,3% del PIB en 2024, ocasionándose de esta forma un deterioro considerable de la economía de las familias.
Sin embargo, con ser todo ello grave, más grave resulta aún el hecho de que la Tasa de Paro Global en 2024 sea del 10,8% y la Tasa de Paro Juvenil del 25,6% , todo lo cual sitúa a España como el país de la Unión Europea con mayor porcentaje de población activa en situación de desempleo. Además, empeorando el panorama, nos encontramos con que el número de trabajadores fijos discontinuos representa el 14% del total de trabajadores con contrato, de los cuales más de la mitad se hallaban a finales de 2024 en situación de inactividad laboral, según datos del propio Gobierno, lo cual, obviamente, no hace sino aumentar la cifra real de parados.
Finalmente, para terminar con el catálogo de desastres, resulta que, según datos del INE, el 25,8% de la población, esto es, 12 millones de personas, vive en riesgo de exclusión social o pobreza, mientras que dicha tasa se eleva en el caso de los menores de 18 años hasta el 34,6%, dibujándose así un cuadro que resulta inasumible para cualquier gobernante con un mínimo de dignidad y decencia.
En definitiva, estamos ante un Gobierno corrupto e incompetente, presidido por un ser repulsivo que ejerce el poder de forma omnímoda no para servir a la ciudadanía, sino en beneficio propio y de su cuadrilla de presuntos delincuentes, de tal forma que son ellos y no España los que van como un cohete al que es fundamental derribar de forma apremiante, aunque para ello sea necesario utilizar un misil tierra-aire de última generación.
Autor

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Rafael García Alonso.
Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Preventiva, Máster en Salud Pública y Máster en Psicología Médica.
Ha trabajado como Técnico de Salud Pública responsable de Programas y Cartera de Servicios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegando a desarrollar funciones de Asesor Técnico de la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud. Actualmente desempeña labores asistenciales como Médico de Urgencias en el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Ha impartido cursos de postgrado en relación con técnicas de investigación en la Escuela Nacional de Sanidad.
Autor del libro “Las Huellas de la evolución. Una historia en el límite del caos” y coautor del libro “Evaluación de Programas Sociales”, también ha publicado numerosos artículos de investigación clínica y planificación sanitaria en revistas de ámbito nacional e internacional.
Comenzó su andadura en El Correo de España y sigue haciéndolo en ÑTV España para defender la unidad de España y el Estado de Derecho ante la amenaza socialcomunista e independentista.
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Lo del PSOE es vergonzoso un Pedro Sánchez cada vez más rodeado de palmeros mamporreros, y que decir de los sumisos votantes. Ahora bien la oposición es absolutamente torpe , con estrategias que demuestran su incapacidad, si llega a estar gobernando el PP las calles estarían ardiendo, no se gana esta corrupción sin el pueblo, y esta oposición no tiene capacidad de convocatoria con votantes que en verano prefirieron quedarae en la playa jugando al paddel.Necesitamos un líder de centro derecha con fuerza , carisma y con las ideas claras si no me parece que tenemos Pedro Sánchez para rato