Andrés García-Carro habla de su libro Católico ergo antiliberal, días antes de presentarlo en la Feria del Libro de Madrid. Por Javier Navascués

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El próximo domingo 28 tenemos una cita mucho mejor que con las urnas: una cita con Andrés García-Carro, que estará en la Feria del Libro de Madrid, de las 19 a las 21 horas, firmando sus libros Escritos de un contrarrevolucionario y Católico ergo antiliberal y otros ensayos político-religiosos en la caseta 141, de SND Editores. Con tal ocasión reproduzco la entrevista que le hice cuando publicó el segundo de esos libros.

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Con motivo de la publicación de su nuevo libro, Católico ergo antiliberal y otros ensayos político-religiosos, entrevistamos a Andrés García-Carro, colaborador de El Correo de España. Debajo de la entrevista incluimos el enlace de la página web de SND, editorial que ha publicado el libro y a través de la cual pueden comprarse ejemplares del mismo.

¿Por qué Católico ergo antiliberal como título del libro? ¿Es realmente un axioma que ser católico implica ser antiliberal?

Es el título del primero de los siete ensayos que componen el libro y ese título, ese axioma como bien dice usted, los identifica a todos. El tema del liberalismo, de la incompatibilidad entre catolicismo y liberalismo, es recurrente a lo largo de las más de trescientas páginas que tiene la obra. Hay muchísimos pasajes en los que, partiendo de la definición clara de lo que es el liberalismo (el non serviam luciferino) y ofreciendo múltiples ejemplos y argumentos, explico el radical antagonismo de aquél con la Fe católica. Pretender conciliar liberalismo y catolicismo es como pretender la cuadratura del círculo. Un católico digno de tal nombre pone necesariamente a Dios por encima y como fundamento de todo, tanto en un plano personal como político. Liberales los hay de diversos grados, según los tipifica perfectamente el Papa León XIII en su encíclica Libertas praestantissimum, cuya lectura tantas veces he recomendado, incluso hay liberales que se dicen católicos, pero todos ellos coinciden en apartar a Dios de la vida pública, de la política, lo cual es contrario al Reinado Social de Nuestro Señor Jesucristo («instaurar todo en Cristo») que nos enseña inmutablemente la doctrina católica.

¿Por qué eligió la imagen de Santiago Apóstol (preciosa imagen, por cierto) para la portada?

Esa imagen en concreto la eligió Álvaro Romero, editor del libro, y en efecto es una imagen muy bonita, pero la idea de poner a Santiago Apóstol se la propuse yo. Siendo Santiago uno de los grandes apóstoles y nuestro Patrón de España, sintetiza inmejorablemente el contenido de mi libro en su doble vertiente religiosa y política, católica y patriótica, así como su espíritu combativo. Para mí es un honor publicar un libro que lleva en su portada a Santiago Apóstol, tanto más por cuanto que Santiago es también mi Patrón por serlo de Galicia (yo nací en La Coruña) y por ser el Patrón del Arma de Caballería, en la que serví como soldado.

Durante el decenio (2013-2022) en que usted escribió estos ensayos hubo en la Iglesia –y aún hay, al tiempo de hacerle esta entrevista– lo que podríamos llamar una bicefalia papal, con Francisco como Papa en activo, digamos, y Benedicto XVI como Papa emérito. ¿Cómo aborda esta cuestión en su libro?

Es otro de los grandes temas que trato, otro tema recurrente, fijándome más en Francisco que en Benedicto, pero recordando que, al fin y al cabo, ambos son frutos de un mismo árbol, el modernista Concilio Vaticano II, y por tanto no haciendo diferencias de fondo entre uno y otro, aunque sí formales. Ninguno de los dos, pues, sale bien parado en mi libro.

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Habla mucho también de Monseñor Lefebvre, el fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

Sí, hablo mucho de él o, para ser más preciso, digo de él lo justo y necesario. Monseñor Lefebvre es el salvador de la Misa tradicional, de la Misa católica de siempre, nada menos. El más egregio católico de la segunda mitad del siglo XX, un gigante de la Fe. Creo que queda clara mi postura respecto a él.

¿Qué otros personajes tienen peso en Católico ergo antiliberal y otros ensayos político-religiosos?

¡Hablo de tantos personajes y de tan variada procedencia y condición…! Por sólo poner dos ejemplos de cierto peso, como usted dice, que me vienen a la memoria así a bote pronto y que no son, como los ya mencionados, del ámbito eclesiástico, dedico bastantes párrafos al historiador Pío Moa y otros a Donald Trump, cuando fue elegido presidente de Estados Unidos. Al primero (a quien dicho sea de paso aprecio y le guardo gratitud, entre otras cosas, por haberme presentado un libro) lo interpelo a propósito de la democracia, de la que él se erige en defensor desde su empecinamiento liberal. En cuanto a Trump, en el libro me posiciono a su favor no porque lo considere uno de los nuestros (no deja de ser un exponente de la nación fundacionalmente protestante a la que pertenece), sino porque así tomo partido contra todos los sectores de la tiranía de lo políticamente correcto que lo atacaron.

De las anécdotas que cuenta en el libro, ¿Cuáles destacaría?

También éstas son muy abundantes. Me limitaré a enunciar un par de ellas: un encontronazo dialéctico que tuve con Jaime Mayor Oreja, el que fuera ministro del Interior con Aznar y eurodiputado, en una sala del Parlamento Europeo de Bruselas durante un simposio sobre las víctimas del terrorismo, y mi encuentro con Santiago Abascal, recién iniciada su andadura con Vox, en una manifestación por la unidad de España celebrada en Barcelona. A Vox, por cierto, le hago un seguimiento crítico que seguramente no agrade, aunque espero les sea útil, a quienes se han sumado a ese partido liberal-conservador enarbolando banderas tradicionalistas.

¿Para qué público está pensado su libro?

Está pensado para todas aquellas personas a las que de buena fe les importe España; no sólo para los españoles sino también para nuestros hermanos hispanoamericanos.

En la contraportada se nos dice que usted ha evolucionado desde posiciones filofranquistas hasta la Tradición y más concretamente hasta el Carlismo legitimista. ¿A qué se ha debido esta evolución suya?

Se ha debido a que he comprendido, según he ido ahondando en mi fe y conociendo mejor la historia de España, que nuestro verdadero patriotismo, un patriotismo completo y consecuente, es indisociable de la esencia católica de nuestra patria y que, por tanto, sólo puede asumirse cabalmente retomando la tradición de la Monarquía hispánica, de la unidad católica, que es lo que defiende y representa el Carlismo. En mi libro soy elogioso, en líneas generales o generalísimas, con la figura de Francisco Franco, pero a día de hoy mi opinión sobre él es bastante menos halagüeña. Pensemos por ejemplo en el personaje que nos dejó como sucesor suyo en la jefatura de Estado.

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Algunos de los ensayos los escribió en Bruselas y otros en Palma de Mallorca. ¿En qué medida se ve esto reflejado en el contenido del libro?

Así es, escribí los cuatro primeros ensayos en Bruselas, donde vivía en aquellos años, y los tres últimos en Palma de Mallorca, donde resido desde 2017, pero creo que la incidencia que esto tiene en el libro es meramente anecdótica. Con los medios de comunicación de los que disponemos en nuestros días, uno puede estar igualmente informado sobre la actualidad de su país viva donde viva, y yo desde luego siempre he estado pendiente de lo que sucede en el mío, aparte que venía a España con mucha frecuencia cuando vivía en Bruselas. Sí que me sirvió el vivir allí para conocer de primera mano, lo cual lo recojo en el libro, el clima de tensión generado por el terrorismo yihadista, del que Bruselas fue su epicentro, o para poder asomarme al meollo de la Unión Europea, de lo que ya he puesto como ejemplo mi anécdota mayororejiana. Pero por lo demás, como digo, no pasa de lo anecdótico el que escribiera algunos de mis ensayos en el extranjero. Donde estoy yo, España está conmigo.

¿Diría usted que Católico ergo antiliberal y otros ensayos político-religiosos es el libro de su vida?

Diría y digo, ya que me hace usted esta pregunta tan sensacional, que es el que mejor y más ampliamente recoge mi pensamiento político y religioso. Y es también el que está mejor editado de todos los míos, no sólo por su preciosa portada, que ya hemos comentado, sino por su formato de gran tamaño, etc. Además el libro cuenta con tres magníficos prólogos (de Javier Barraycoa, de Guillermo Pérez Galicia y de usted mismo). Así que, ¿por qué no decirlo?, es (en su género) el libro de mi vida, sí.

PARA COMPRAR EL LIBRO:

Católico ergo antiliberal. Y otros ensayos político-religiosos – SND EDITORES

Autor

Javier Navascués: Subdirector de Ñ TV España. Presentador de radio y TV, speaker y guionista.

Ha sido redactor deportivo de El Periódico de Aragón y Canal 44. Ha colaborado en medios como EWTN, Radio María, NSE, y Canal Sant Josep y Agnus Dei Prod. Actor en el documental del Cura de Ars y en otro trabajo contra el marxismo cultural, John Navasco. Tiene vídeos virales como El Master Plan o El Valle no se toca.

Tiene un blog en InfoCatólica y participa en medios como Somatemps, Tradición Viva, Ahora Información, Gloria TV, Español Digital y Radio Reconquista en Dallas, Texas. Colaboró con Javier Cárdenas en su podcast de OKDIARIO.