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Cuando el poder ejecutivo asalta al estado y no pasa nada es que el propio estado o agoniza o directamente está muerto. Ha fenecido. Cuando un gobierno criminal como éste nuestro hace saltar los fusibles del estado de derecho para controlar todos los contrapesos del propio estado y hacerse con las riendas del tercer poder de la nación, el poder judicial, y no pasa nada, es que ya no queda nada.
Llamar golpistas a los jueces por intentar imponer la cordura, salvaguardando la unidad nacional y el decoro constitucional ante el irracional ataque de un partido que es el paradigma del crimen y el golpismo durante su terrible y sangrienta existencia, como es el PSOE, movería a risa si no fuera por la gravedad del momento histórico que nos está tocando vivir.
Esta gentuza de este nuestro gobierno ya intentó acabar a tiros con la república en el año 1934 y no contentos con este intento para acabar con el orden establecido, repitieron una segunda intentona con el pucherazo de las elecciones municipales de febrero de 1936 que propició el triunfo del Frente Popular y la deseada guerra civil, que ellos pensaban que iba a durar unos pocos días y que gracias a Dios la ganaron los buenos.
Bien. Esto ya se sabe y yo lo repito por si nos lee el ladrón de Juan Carlos Monedero o alguien cercano y aprende donde y quien estaba en la jefatura del estado, justamente en ese preciso momento de la segunda intentona golpista de esta tropa. Era Azaña y no Alcalá Zamora, como este borrico analfabeto dejó hace unos días escrito en Twitter. Y estos dan clases. Para llorar de asco e impotencia.
Vale. Pero después de este rodeo, vuelvo a la situación de suma gravedad de este último hecho de nuestro gobierno terrorista, de acabar con la independencia del poder judicial y terminar con el Tribunal Constitucional colocando en él a dos miembros de toda confianza de Sánchez para controlarlo todo y dinamitar el estado actual y convertirlo en una suerte de estado federal ideado por ellos y sus mentes enfermas.
Proponer medidas cautelares y cautelarísimas, como hace el PP, es solo fuego de artificio. Es una trampa para ganar un tiempo, que ellos creen que juega a su favor pensando en las elecciones venideras, pero que huele a un desastre de consecuencias desoladoras. La postura de VOX anunciando querellas a Sánchez es un postureo que no les va a servir para el «sorpasso» al PP.
¿Solución? Pregunten en plena calle para qué sirve el Consejo del Poder Judicial, y El Tribunal Constitucional, por ejemplo, y verán qué respuestas les dan. Nadie sabe nada y lo peor es que a la mayoría de esta sociedad idiotizada, narcotizada y ágrafa, le importa una mierda para qué sirven los poderes del estado. Ellos están en cosas más importantes, Netflix, gozar de unas Navidades cada vez más laicas y consumistas, y barajar la posibilidad de renovar el móvil lo antes posible. «Antonio» que lo sabe, está por acabar con España. El Rey y el ejército están desde hace mucho tiempo en el limbo, por decirlo suavemente. Ni están ni se les espera. Por eso estos canallas hacen lo que hacen.
Autor
- Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.
Que no, señor y señores. el asalto al Poder Judicial se produjo en 1985, no hagan ahora tantos aspavientos, no se desmelenen mientras tratan de convencernos de que en España había separación de poderes, que algunos tienen memoria y otros sabemos leer y consultar hemerotecas. Gracias.