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Más del 50% de los enfermos atendidos por el Equipo de Soporte de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Móstoles no son oncológicos. Servicios como Medicina Interna, Neurología, Neumología, Geriatría y Cardiología, entre otros, han incrementado la derivación de pacientes para que tengan el mejor tratamiento al final de la vida. La capacidad del equipo de médicos y enfermeras de Cuidados Paliativos para crear confianza entre otros servicios y su voluntad de ofrecer su experiencia y conocimientos para que los pacientes puedan beneficiarse del máximo control de los síntomas hasta el último día, ha promovido esta tendencia. Cada vez más, otras especialidades médicas cuentan con el equipo de Soporte de Cuidados Paliativos para realizar el seguimiento de la última fase de la vida de muchos pacientes. Las consultas externas de Cuidados Paliativos, el ingreso de pacientes directamente a su cargo, la coordinación con los hospitales de media estancia y la atención domiciliaria permiten ofrecer una asistencia continuada y en cada momento adaptada a las necesidades del paciente.

Para mejorar su calidad de vida pacientes diagnosticados de demencia senil, insuficiencia cardíaca, renal o, respiratoria, patologías neurodegenerativas, oncológicas y hematológicas, entre otras, son derivados para “controlar y aliviar todos los síntomas, ayudarle con las limitaciones funcionales y la adaptación a las nuevas circunstancias. Por el paciente se puede hacer mucho hasta el último día”, explica la doctora Mercedes Rubert, responsable del equipo de soporte de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario de Móstoles-, quien recuerda que “hay mucha medicina que hacer, muchos cuidados que proporcionar para atender adecuadamente  a un paciente que tiene desestimado un tratamiento curativo”.

Cada día el equipo de Soporte de Cuidados Paliativos atiende una media de 12 pacientes hospitalizados, muchos de ellos ingresados a su cargo, y otros en coordinación con servicios médicos y quirúrgicos, completando la atención que necesitan. La colaboración y la experiencia adquirida por parte de los profesionales de enfermería de hospitalización ha permitido que estos pacientes puedan recibir atención y cuidados en todo el hospital facilitando mucho la atención paliativa.

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Con motivo del Día de los Cuidados Paliativos se considera fundamental recordar que se trata de cuidar al paciente en la última fase de la vida, que puede prolongarse durante meses. Y que incluye, desde el afrontamiento del pronóstico, hasta el alivio de todos los síntomas sin olvidar la planificación de todo aquello que el enfermo considere necesario. El tratamiento con el enfermo y junto a la familia  permite  poder planificar y organizar aquello que el paciente considere importante en sus vidas.

Hay dos de las herramientas fundamentales para el seguimiento en cuidados paliativos: la continuidad de los cuidados en el ámbito asistencial, tanto en  el domicilio, como desde el centro de salud, el hospital de referencia o en el de media estancia dedicado a este perfil de pacientes; y la formación de los profesionales médicos y de enfermería para atender a este paciente, complejo y que requiere muchos cuidados.

En el Hospital, la actividad del equipo incluye consultas externas, interconsultas derivadas de otros servicios, hospitalización y la coordinación los otros recursos mencionados que ofrecen la continuidad asistencial (Atención Primaria, Atención Domiciliaria y hospitales de media estancia).

Autor

REDACCIÓN