19/09/2024 23:41
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Entre una cosa y la otra, se nos va rompiendo España, porque han sido ya publicados los RRDD acordando los indultos a los golpistas catalanes.[1] Con ello, la nación que tanto costó forjar, ahora se encuentra hilvanada entre costuras, ya que peligra en su unidad por la insensatez de nuestro Gobierno y por la terquedad de los independistas catalanes, a los que pronto parece que se sumarán los vascos. Todo eso mediante unos RRDD carentes de motivación en su texto, ya que se remiten (a modo de motivación “in alliunde”) a los Informes del Tribunal Supremo y de la Fiscalía, siendo así que tales Informes son contrarios a los indultos, de lo cual se deduce que se trata de actos sin motivación alguna (con infracción de lo dispuesto en el artículo 35 i) de la Ley 39/2015). Por consiguiente, estamos ante unos actos -pues no otra cosa son los RRDD concediendo el indulto- incursos, ya de entrada, en falta de motivación adecuada, amén de otras infracciones de legalidad a las que luego me referiré.  Luis María Ansón ha escrito lo siguiente en su habitual columna en La Razón (que no me atrevo a parafrasear, por lo que la trascribo, en parte, tal cual). Y dice, entre otras cosas lo siguiente:[2]

“La devastadora reacción de la opinión pública ante tanta indecencia y tanta indignidad cuartearon la estabilidad política del presidente del Gobierno. Iván Redondo se dio cuenta de que era imprescindible articular un relato que salvara la cara a Pedro Sánchez. Y urdió una inteligente operación para ensombrecer el fondo del asunto, justificando los indultos a través de la concordia constitucionalista, el rechazo de la «venganza», la magnanimidad, el aplauso a la conciliación y la necesidad de una agenda política que encauzara los desplantes de los dirigentes secesionistas catalanes y favoreciera el reencuentro. Puso en marcha a los medios de comunicación afines, a los incontables columnistas del sanchismo y a los tertulianos audiovisuales. La muleta sabiamente presentada fue embestida por numerosas voces independientes que se precipitaron a discutir los inconvenientes y las ventajas de conceder los indultos. Iván Redondo ha conseguido sus objetivos y, en gran parte, el debate no gira hoy sobre la indecente felonía del do ut des sino sobre los beneficios que proporcionará a España la concesión del indulto a los encarcelados por condena unánime del Tribunal Supremo.”

El hecho es que Sánchez ha colocado a España al borde de la ruptura interna de sus costuras. porque, por si fueran pocas las divisiones existentes entre los españoles, ahora se abre ya otra bastante grande entre quienes están en contra y quienes, de una forma u otra, están a favor de los indultos. Teníamos ya una España de derechas (todos fachas, por supuesto) y otra de izquierdas (todos progres), una España que quiere enterar las heridas de nuestra guerra civil y otra que se empeña en reabrirlas, una España, en fin, que mira hacia adelante y otra que no hace más que volver la vista atrás. Pero todo se resume en esto, en definitiva: quienes mandan y quienes no tienen más remedio que obedecer, con una especie de “zona neutra” donde nos encontramos quienes nos negamos a obedecer y someternos a las insensateces. Desde esa “zona neutral” (ni mandamos ni somos sumisos) nos podemos permitir el lujo de criticar, con la debida justificación, todos los desmanes que, de forma creciente, se van produciendo desde el poder público. Eso es, precisamente lo que hago en mis artículos semanales. y en otros posts más ligeros que voy colgando en la red, dando cuenta de las sinrazones de lo acontecido en los últimos siete días. Y que luego, venga la Stasi del Gobierno a repartirnos palos que a quien disiente le llueven encima a menos que sea separatista …. “Pa mear y no echar gota” que dirían los castizos.

Ahora le toca el turno (casi obligado) a los indultos, que han sido aprobados por el Consejo de Ministros, con un texto que difiere muy poco de lo anunciado y conocido por todos. La magnanimidad es el eje central de estos acuerdos (bajo la forma de Reales Decretos) apoyados, también en la supuesta “utilidad pública” que comportan las medidas de gracia. Unas medidas que han sido abiertamente rechazadas por los propios separatistas y, muy especialmente, por su ala más radical. Dos miembros de los autodenominados ‘Comités de Defensa de la República’ (CDR) han arrancado el lunes la bandera de España colgada en la fachada del Ayuntamiento de Vic (Barcelona) para posteriormente prenderle fuego como así lo demuestra un video colgado en las redes sociales.[3]

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¿Dónde se encuentra, entonces, la “utilidad pública” de los indultos? Porque si no sirven ni para “calmar” a los independentistas ya me dirán para qué sirven, salvo para que Sanchez presuma de magnanimidad. Y si los indultados siguen apostando por la vía unilateral de la independencia, pues … apaga y vámonos, porque todo este paripé no habrá servido para nada que se parezca, siquiera de forma remota a la “utilidad pública”.[4] Si, encima, sumamos a esto el nulo arrepentimiento de los indultados, resulta que no se cumplen los requisitos legalmente establecidos (por la vieja Ley de 18 de junio de 1870 para la concesión de los indultos, motivo por el cual, además de inútiles (para el fin que persigue Sanchez) son claramente ilegales. De todo esto ya he hablado en el manifiesto firmado por un centenar de juristas -entre los que me encuentro- y que he dado a conocer en otro post al que me remito.[5]

Y es que los RRDD son como “flanecitos” de arena hechos con el mismo cubo; (todos iguales), lo que viene a demostrar que nos encontramos “de facto” ante un indulto general, pero troceado, pretendiendo burlar así la prohibición de indultos generales (expresamente vetados por el art. 62 de nuestra Constitución). En el mismo proceso fueron juzgados todos los independistas (aunque, como es lógico, cada uno de ellos fue sentenciado aparte) y con el mismo molde son indultados (aunque se utilicen RRDD para cada uno). Como acertadamente dice nuestro Tribunal Supremo, no se aprecian “razones de justicia, equidad y utilidad pública que justificarían la concesión de la medida de gracia”. La medida de gracia contempla la extinción de las penas de prisión que les restan por cumplir a los condenados, y fija un periodo de seguridad de entre 3 y 6 años -según el condenado- que condiciona el perdón a que no vuelvan a cometer delitos graves durante este periodo.

De modo, que estamos ante unos indultos que, ni cumplen los requisitos exigidos por la Ley 39/2015 (en cuanto a la motivación), ni por la Ley de 18 de junio de 1870, ni por la propia Constitución (no lo digo yo solo, lo dice nuestro TS) y que, para colmo, no van a servir para calmar las ansias independentistas, por mucho que Sánchez los presente como gesto de magnanimidad. Una de dos, o este hombre no sabe de qué va la cosa (y se deja tomar el pelo) o tiene la intención de llegar a admitir un referéndum a todas luces ilegal. O ambas cosas a la vez, que todo es posible en el reino de los tontos con apariencia de listos, especialmente si se acumula a semejante condición una vanidad y egocentrismo exacerbados.

Lo que está claro es que Sánchez se ha empeñado en romper en pedacitos España y resulta tan peligroso, o más, que los propios independistas con quienes no tiene inconveniente en sentarse a “dialogar” o “pactar” en una mesa y en igualdad de condiciones. De Gobierno a Gobierno como si se tratase de una cumbre entre dos estados, pero esta vez sin correr detrás de Biden, sino de unos sujetos que han pretendido (y siguen haciéndolo) romper España. Y lo siguen pretendiendo -que es lo peor de todo- porque así lo han manifestado públicamente, para desesperación de quienes no entendemos nada de este sórdido asunto. Sórdido porque no tiene más finalidad que la de comprar votos para seguir manteniéndose en el poder y lo de la “magnanimidad” es una palabra hueca con la que se pretende disfrazar esa finalidad real.

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Moncloa ha tomado una trascendente decisión, la de mayor calado de la legislatura, porque pone en juego la unidad de España. Son conscientes en el Ejecutivo del coste que lleva aparejada la medida, pero es esta apelación a lo político, lo que recorre la argumentación de Justicia en los nueve informes que han sido elevados al Consejo de Ministros para su aprobación. Fundamentándolos en la “utilidad pública” del perdón, el Gobierno ha hecho valer la facultad discrecional que tiene constitucionalmente para activar la medida de gracia, y “restablecer” así “la convivencia y la concordia entre la sociedad catalana y la española”.[6] Eso dicen, pero, insisto, nuestro Tribunal Supremo no aprecia la existencia de ninguna clase de “utilidad pública” y tampoco de justicia o equidad, motivo por el cual estamos ante una medida absolutamente arbitraria. Así que, con estos indultos, ya ha cumplido Sánchez todas sus promesas electorales, por lo que podrá dormir tranquilo y descansar en paz:

Nunca pactaremos con Bildu
No podría dormir con Iglesias de Vicepresidente
Nunca acordaremos nada con los golpistas
Reforzaré el delito de rebelión y no concederé indultos

Podría continuar exponiendo los motivos de mi desacuerdo e indignación, como jurista y como simple ciudadano, con los indultos aprobados, pero ahora prefiero esperar para ver cómo quien solo busca su propio beneficio sale escaldado de tan sórdida maniobra. De modo, que me despido con mi sonrisa etrusca desviada hacia la simple mueca, recordando el pensamiento del Maestro Ihering: “cuando la arbitrariedad y la ilegalidad se atreven a levantar la cabeza con insolencia e impudicia, es siempre un signo seguro de que los llamados a defender la ley no han cumplido con su deber”.

 

 

 

[1] RRDD 465 a 464/2021     publicados en el BOE del 23/06/2021-

 

[2] Vid: https://www.larazon.es/opinion/20210622/3neb4o7qgjf7zihp2rwlhmupre.html

 

[3] “Estamos en Vic para liberarla del Estado, porque ningún indulto nos hará libres», aseguran los radicales separatistas”. Esta acción se produjo horas después del anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aplicar esta medida de gracia a los condenados del 1-O. Los Mossos ya han abierto diligencias para identificar a los autores de esta acción. Vid https://okdiario.com/cataluna/cdr-queman-bandera-espana-del-ayuntamiento-vic-protestar-contra-indultos-7405782

 

[4] La concesión de los indultos a los nueve golpistas encarcelados no ha servido para apaciguar a los dirigentes de ERC y Junts per Catalunya (JxCat) ni para rebajar el tono del separatismo, sino todo lo contrario. El mantra independentista es que los indultos no solucionan el «conflicto» político, que el independentismo ha superado la mitad de los votos y que hay que pactar un referéndum y conceder la amnistía para cancelar todos los procesos judiciales contra los separatistas. Aragonès ha insistido en que las medidas de gracia implican un «reconocimiento de que las condenas fueron injustas». Opina que servirán para aliviar a los presos y sus familiares y para «paliar el sufrimiento de una gran parte de la ciudadanía que quería a sus líderes fuera de prisión, pero en ningún caso acaban contra los que queremos decidir si Cataluña debe ser una república independiente». Vid: https://www.libertaddigital.com/espana/2021-06-22/el-govern-catalan-toma-nota-de-los-indultos-sube-el-tono-y-exige-la-amnistia-y-un-referendum-6792813/

 

[5] Vid https://www.linkedin.com/posts/jose-luis-villar-ezcurra-62180422_un-centenar-de-juristas-firman-un-manifiesto-activity-6811642963379195904-EVKf

 

[6] Vid https://www.larazon.es/espana/20210622/j7wlzebdsbbgnkunysauqrpfsa.html

 

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REDACCIÓN