17/05/2024 08:10
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Hace ya 100 años, el visionario Oswald Spengler, lo plasmo claramente en su recomendable libro, «La Decadencia de Occidente» (Der Untergang des Abendlandes. Umrisse einer Morphologie der Weltgeschichte).
Este historiador, filosofo y hombre de vasta cultura y perspicacia, nos explica en su gran obra, que todas las culturas pasan por un ciclo de nacimiento, desarrollo y decadencia, y que la civilización occidental estaba – ya en 1918 – en un estado avanzado de declive.
Sostenía que la ciencia, la tecnología y la razón habían llevado a la sociedad occidental a una crisis de valores y a una falta de significado y propósito.
Spengler predijo que alrededor del año 2000 la Civilización occidental entraría en el estado de emergencia previo a la muerte, lo que haría necesaria la aparición del CESARISMO (la omnipotencia extraconstitucional y, por tanto, antidemocrática, de la rama ejecutiva del gobierno central) durante doscientos años, antes del colapso final de la civilización occidental.
Ya han pasado 23 ciclos y creo que Spengler era demasiado optimista. No juzgo que sean necesarios 167 años más, con un par, considero que estamos servidos.
Estados Unidos de América, ha sido el estandarte de ese sueño americano que encarnaba la buena vida, la vidorra en mayúscula, «el vidorrón». USA era el país donde los perros se ataban con longaniza.
En italiano, para definir «hacerse el chulo» o presumir, o parecer un «triunfador» se le denomina: » Fare l’Americano». Claramente haciendo referencia a su fama de poderosos y a ese espejismo que nos han vendido tan bien.
Efectivamente, el «Americano» es un sueño porque había que tener los ojos bien cerrados y estar ausente en la inopia para no ver lo que se avecinaba.
Yo viví en ese país cuando la situación era de extrema bonanza (principios de los 90’s). Estudie en California y trabaje de fotógrafo de moda en la capital de las «tías buenas», Miami, Florida.
Conocí dos de los lugares más apetecibles de ese enorme país en aquella época de crecimiento brutal.
Pero ya había algo que se percibía en el ambiente. En aquella época no lo podía definir más allá de una sensación inexplicable y carente de fundamento, pero lo podía sentir en mis entrañas.
Muchos amigos no entendían como me quería largar del paraíso que muchos anhelaba y menos aún, cuando me estaba hiendo tan bien.
Como provengo de una familia de «Betikoak Asti», obedecí a mi sexto sentido y me largue de ese «denso» paraje.
Estados Unidos ha gobernado el mundo a punta de chantajes, asesinatos, guerras, narcotráfico, mentiras y engaños durante demasiado tiempo.
El libro «asesinando la esperanza» de William Blum, nos narra como y dónde ha «intervenido» el aparato militar industrial de la corporación de los Estados Unidos desde la segunda guerra mundial. Su negra pezuña ha estado detrás de todas las calamidades «habidas y por haber» hasta el momento. Más de 40 conflictos a lo largo y ancho del planeta han sido los resultados del ímpetu «a-marica-no» por imponer su sistema democrático -o «demoniocratico» según se mire-.
La ceguera del mundo es proporcional al descaro con que lo han hecho. Recordemos que el presidente Obama (Robama Bombama) – el marido de Michael, ex puto y drogadicto – fue recompensado con el Premio novel de La Paz en el 2009.
El negrito – descendiente de Keniatas y educado en Indonesia –  gobernó el paisito del norte desde el 20 de enero del 2009 hasta el 20 de enero de 2017. Durante ese mandato, el pacífico heredero de los «kikuyu» o los «Samburu», fue responsable de los bombardeos sobre Afganistán, Irak, Pakistán, Yemen, Somalia, entre otros.
7000 «pacificadores» del ejército americano perdieron la vida y cientos de miles de los que se negaron a arrodillarse ante Washington y sus halcones.
Pero todo tenía un trasfondo sacrosanto. Toda esa carnicería fue para que los Estados Unidos de América mantuvieran ese fantástico nivel de vida y una estabilidad y paz que nadie más podía disfrutar.
Los Estados Unidos es la nación con más diversidad religiosa – y racial – del mundo. Más de 1,500 cuerpos y sectas religiosas conviven en ese país que -sobre todo- adora al dinero.
Cabe destacar que la mayoría son protestantes con un 46.5%.
Uno de los epicentros del imperio (USA), es California y en especial, la ciudad de Los Ángeles – ¿caídos? -.
La capital del «WOKISMO» (woke = consciencia social y progresismo en terminología anglosajona moderna) es conocida por su retorcida y macabra realidad oculta.  Hollywood (Horriwood) es el nido de abominables seres poderosos que crean los espejismos que hipnotizan a la humanidad.
De hecho, Hollywood, significa «sagrada» «madera», o lo que es lo mismo, «Varita mágica».
Son conocidas las sectas satánicas y sucedáneas que inundan la Mecca del cine y del espectáculo en general.
Esta Sodoma y Gomorra moderna, da cobijo a seres tan «honorables» como Harvey Weinstein, Kevin Spacey, Marilyn Mason o a la promotora de comer insectos y adoptar niños de todas las razas -la ya no atractiva – Angelina Jolie. Entre fiestas y orgías donde la barra libre de cocaína es tan común como las patatas fritas, los faranduleros cometen todo tipo de excesos que te puedas imaginar.
Algunos valientes como Jim Carrey lo han denunciado pero la mayoría son practicantes, asiduos y cómplices  de toda clase de aberraciones.
Incluso hay «famosetes» que venden a sus propias hijas aun no adolescentes para que sean juguetes sexuales de sus amigos y conocidos. La promiscuidad, la concupiscencia, los cultos carnales a Baphomet y las sectas lujuriosas tienen innumerables seguidores que luego son adorados por los incautos fans que los ven sonreír en la gran pantalla.
Los excesos más obscenos son comunes alrededor de las «luminarias» que sirven de imagen a la juventud mundial.  Estos payasos bien pagados, hacen méritos para ser recompensados por sus «handlers» («manejadores» en términos de «control psicológico o mental MK Ultra»).
Personajes siniestros como Anton La Vey.
En 1966, el arlequín narigón, LaVey fundó la Iglesia de Satán en San Francisco, California, y escribió el libro «La Biblia Satánica» (The Satanic Bible), que se convirtió en un texto clave en la ideología de la Iglesia de Satán.
LaVey promovió la idea de que el satanismo es una religión naturalista (¿emergencia climática?)  celebra la individualidad, la indulgencia personal y la gratificación de los deseos. También creía en la magia ritual y en la existencia de fuerzas sobrenaturales.
LaVey fue una figura controvertida y a menudo se le ha acusado de promover la violencia y la depravación. Falleció en 1997 en San Francisco, California. LaVey tenía su centro de operaciones -» La Casa Negra» (Black House)-  en Richmond, San Francisco.
No es de extrañar que el australiano -y cristiano-  Mel Gibson, el protagonista de «Brave Heart» (corazón valiente) y director de «Apocalípto» o «La Pasión de Cristo», en varias ocasiones denunciara la ideología oscura – por decirlo suave – que flota en el aire de ese cenagal.
No ha sido el único; muchos otros actores, periodistas, directores de cine y gente normal, han denunciado la perversión descomunal que impera en el lugar donde las estrellas del firmamento «hollywoodi-ano» cohabitan.
Obscenidad, Pederastia y depravación conviven en esa extensa metrópoli (Los Ángeles-Long Beach-Anaheim, cubre una superficie de aproximadamente 13,132 km²).
Para tener una idea, Liechtenstein tiene aproximadamente 160 km², y el ex reino de Navarra, aproximadamente 10,400 km².
En este páramo, aparecen cada día nuevos casos de violencia, caos y delirio apocalíptico.
Solamente en la zona de los Ángeles, ocurren 696 – curioso número – homicidios al año (2020). Para tener una idea, en España, en ese mismo periodo, ocurrieron 291, o sea, En Los Ángeles, hay un 140% más de asesinatos. Si lo comparáramos con Navarra (7 homicidios al año) sería 9942% mayor el indice de asesinatos en aproximadamente,  la misma extensión territorial.
Poderosos y divos, de la nada divina estrellada metrópolis, son protagonistas de escándalos de todo tipo. La droga es lo más suave que ocurre en ese rincón de herejía perenne.
Según el Informe Nacional sobre el Uso de Drogas de 2020, publicado por la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés), aproximadamente el 13.0% de las personas mayores de 12 años en los Estados Unidos reportaron haber usado una droga ilícita en ese periodo.
El «Fentanilo», es la considerada como  «droga zombi» que está diezmando ciudades importantes.
Cien veces más potente que la morfina y 50 más que la heroína, destruye a sus consumidores, convirtiéndolos en muertos vivientes.
En 2021, más de 107,000 personas fallecieron por drogas (opioides) en la cuna de la libertad (USA).
Alexander von Humboldt, el famoso naturalista y explorador alemán, viajó a los Estados Unidos en el año 1804. Pasó varios meses recorriendo el país, visitando ciudades como Filadelfia, Washington D.C., Nueva York y Boston. Las ciudades más relevantes del país en aquel siglo.
El noble prusiano, comparo el país anglo-sajón con sus homólogos del sur hispano. En la comparativa pudo apreciar que en la América española, se vivía mucho mejor en todos los sentidos.
El científico humanista – fundador de la geografía física -, dejo plasmado como la parte española era mucho más adelantada, culta, limpia, lujosa, organizada y libre que la contraparte inglesa de América.
Llego incluso a decir que no había visto pueblos más felices que los gobernados por España. También añadió que: <<El agricultor indio español es pobre, pero libre>>. O qué <<El número de esclavos es prácticamente cero, mientras que en los estados confederados de América, había un millón (1/6 parte de su población)>>. Y también que, <<Los mineros mexicanos cobraban 6 o 7 veces más de salario que los alemanes.>>
Los tiempos cambiaron y se logró derrumbar nuestro legado en América. Estados Unidos se convirtió en el imperio dominante y sus ciudades en las nuevas provincias afortunadas.
Ahora parece que el imperio se está desmoronando a una velocidad de vértigo.
Filadelfia: Era la ciudad más grande y la capital temporal de Estados Unidos hasta 1800, cuando la capital se trasladó a Washington D.C.También fue un importante centro comercial y cultural, con una gran cantidad de instituciones y negocios establecidos.
Hoy en día, Philadelphia, parece un escenario salido de una truculenta y macabra película de zombis.
La avenida Kensington de Filadelfia fue trazada originalmente en 1691 por el fundador de Filadelfia, William Penn. En ese momento, la avenida Kensington era una de las principales vías de comunicación entre Filadelfia y el norte de Pensilvania. Durante los siglos XVIII y XIX, la avenida Kensington se convirtió en una crucial zona industrial y de fabricación de Filadelfia, con fábricas y talleres que producían una amplia variedad de bienes, incluyendo textiles, maquinaria y productos químicos.
En la actualidad, caminar por ese lugar es transportarse a un videojuego distópico donde cadáveres andantes bailan torpes por el infierno .
La suciedad es desagradable hasta límites insospechados, los locales están cerrados, las paredes pintarrajeadas y hordas de drogadictos en estado catatónico pululan torpemente antes de caerse entre orines e inmundicia.
Las agujas de las jeringuillas y los seres de ultratumba abonan la calle de un cementerio en construcción.
Mientras el presidente del país – Joe el «gaga» – habla con sus amigos imaginarios e intenta encontrar su propia mano derecha, el país se va precipitando hacia la hecatombe más rotunda.
En Washington (Distrito de Columbia)  existen más de 24 albergues temporales. Dos calles más allá de la Casa Blanca -donde el «amigo de los niños» hace sus shows humorísticos -hay infinidad de tiendas de campaña con miserables «homeless» (sin techo) en estado terminal.
Mientras en los colegios se enseña que no existen los géneros y que amputarse los genitales es «cool» a niños de 8 años, el país va entrando en un bucle de desesperación.
Una señora transexual entra con un hacha en la tienda de una gasolinera. Trata de cortar la cabeza a un chaval que estaba intentando pagar una chocolatina y a otra joven la mata por la espalda. Luego se va tan contenta.
Un jovenzuelo con disforia de género se lía a tiros en una escuela de secundaria —Cristiana— en Nashville. Asesina a 3 niños y a empleados, supuestamente porque no le bajaba la regla o sabe dios porque.
La epidemia de violencia sigue cobrándose víctimas más que nunca.
El problema de América siempre ha sido alarmante y no es porque la gente tenga armas – Suiza también las tiene – , sino porque es una sociedad totalmente inmoral y poseída por fuerzas ocultas que han trastornado a toda su población.
Los herederos de los «cowboys», consumen miedo a raudales desde los medios de programación (comunicación, algunos los llaman). Sumado a que no tienen un nivel educacional alto, más una cultura enfocada al consumo desmedido, se crea una sociedad desquiciada sin valores sólidos.
El Distrito de Columbia tuvo un PIB (Producto Interno Bruto) per cápita significativamente más alto que cualquier estado de los Estados Unidos en 2021, con una cifra de $226,861 dólares. La media en USA, en 2021, fue de alrededor de $65,297 dólares.  Estados Unidos en 2022 tenía aproximadamente 333 millones de personas.
La deuda pública de USA por PIB es de 129,7% mientras la Rusa es del 17% por poner otro ejemplo.
La deuda per cápita – actual – es de aproximadamente $94,28 mil dólares por persona. Cada Americano tiene un déficit anual de – $30,000 dólares.
Según datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, en 2020 la tasa de pobreza oficial en USA fue del 9,1%, lo que significa que alrededor de 30 millones de personas vivían en condiciones de pobreza.
La nueva realidad de «Zombilandia», parece que no tiene solución. La paranoia se ha instaurado y las progresivas políticas – «ya no sé cómo definirlas» – lo está empeorando.
El miedo está en su ADN y es la moneda de cambio de esta – antes- gran nación que en algún momento no sufría este síndrome tan acuciosamente.
Más de 26 millones de personas, tienen más de un trabajo, pero siguen siendo pobres. (working poor se les denomina en inglés).
65% de los estadounidenses viven al día, tan solo siendo capaces de poder pagar sus gastos y no ahorrar nada en absoluto. Esto son los nuevos esclavos de la modernidad.
Otro Wallmart (supermercado donde se vende de todo) ha sido asaltado en Chicago. Cuando digo asaltado me refiero a que ha entrado una masa en tropel y ha robado y destrozado todo. Ya van 4 en esa misma ciudad y la empresa está cerrando sus centros en algunos barrios y ciudades.
Las imágenes se suceden cada día. Se observa como gente – en la mayoría «oscurita» – entra en cualquier tienda y empieza a meter en sus bolsos lo que le apetezca, para luego salir tranquilamente sin pagarlo.
Los guardias de seguridad en muchos casos no hacen nada. A veces son grupos que arramplan con zapatillas caras de esas que usan los «rappers», camisetas de baloncesto de marca o latas de cerveza. Sisan de todo impunemente y a la vista del resto de clientes que se quedan con cara de tontos.
Y en la televisión, transexuales anuncian cervezas mientras nos cuentan sus primeras menstruaciones…
Esta situación en los «estados hundidos», obviamente, amplia los trastornos de todo tipo.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés), aproximadamente 1 de cada 5 adultos en los Estados Unidos experimenta algún tipo de trastorno mental en un año determinado.
66.6 millones de personas trastornadas en la Babilonia actual. Bonita cifra.
Parece ser que Estados Unidos ya ha cumplido su función y ahora ya no tiene utilidad. Si antes fue el machorro más chulo del barrio, el que tenía el pene más inmenso y el que se follaba al planeta entero, da la sensación que su virilidad ha tocado a su fin.
La flacidez se puede apreciar en su subsecretaria de salud, la transexual Rachel Levine. Este señor, que se disfraza de señora, era la secretaria de salud de «Pene-silvania».
Sí, secretaria de Salud. Hoy en dia es la viceministra de un tal «Becerra» (assistant secretary for health ).
Alguien en algún lugar tiene un sentido del humor bastante peculiar…
Esta «cosa» con falda, además de ser Almirante del ejército, es «profesore» de pediatría y psiquiatría en la Facultad de Medicina de Penn State (Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania).
Si aún no te parece divertido, Levine fue nombrada Mujer del Año por «USA Today» en 2022.
Mientras el abuelete con demencia que huele el cabello de las niñas y magrea a quien se le ponga a tiro, vive «la vida loca» y este «dragqueen» se encarga de la salud, se van aprobando leyes aún más kafkianas en el país de nunca jamás.
El proyecto de ley 5599 del Senado (20 de abril del 2023), es una evisceración impresionante de los derechos de los padres.
El proyecto de ley permitiría al Estado ocultar legalmente a los niños fugados de sus padres si éstos no consienten la «transición de género» o el aborto de su hija menor de edad. No se requiere ninguna alegación de abuso por parte de estos. Simplemente, se les quita su patria potestad por la cara.
Como se describe en la sección 2 del proyecto de ley, el deseo de un menor de buscar «servicios sanitarios protegidos» es una razón de peso para no notificar a los padres la ubicación del menor o para no solicitar el consentimiento paterno antes de que se castre al niño y se le convierta en un eunuco «woke».
Al mismo tiempo, Disney – la del logo con tres seises – sigue produciendo monstruosidades para promover la disforia de género y seducir a los niños más pequeños de que se disfracen de princesitas y luego se hormonen de por vida.
Las princesitas ahora son lesbianas, los príncipes «mariconsonsotes» y con novio, y dentro de poco Blancanieves disfrutará de un «gang bang» con los siete enanitos que serán – por supuesto – multirraciales para que nadie se quede sin su tajada blanca.
Entre sus últimas maravillas, la también progresista NETFLIX, ha presentado a Cleopatra como una macumba más negra que el futuro de USA.
Y mientras se transiciona a un manicomio violento y caótico, los americanos siguen pagando tasas religiosamente y el gobierno del «progreso feliz» – continúa con su tragicómica función de demolición.
Para Proteger Estados Unidos – eso dicen los de la Casa Blanca – envían 150 billones USD para Ucrania.
Para así poder conseguir una guerra que se amplíe a Europa o qué termine por ser la tercera guerra mundial que tanto anhelan.
Parece que les sobran las armas y el dinero, porque hace dos años dejaron a los talibanes 85 billones de dólares en armas a su disposición.

Casi 80 aviones estadounidenses —con los paneles de control destrozados, eso sí y menos mal— quedaron abandonados en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul cuando Estados Unidos se retiró. Lo «G.I. Joes»  dejaron atrás casi 42.000 piezas de equipos de visión nocturna, vigilancia, biométricos y de posicionamiento en el país controlado por los simpáticos talibanes.
Cuando el último avión de transporte estadounidense abandonó el espacio aéreo afgano el 30 de agosto del 2021, quedaba en el país el 70% de las armas estadounidenses entregadas a las fuerzas afganas en los últimos 16 años, así como munición por valor de casi 48 millones de dólares.
Seguramente se les olvidaron o quizás con las prisas, no se las pudieron llevar…
Y si no quieres pagar tus obligados «impuestos», tienen 87,000 agentes de la IRS (Hacienda) armados para convencerte de que es tu deber patriota.
A todo esto, miles de extranjeros de Hispanoamérica, – por alguna razón – llegan a sus fronteras. Cuando 1,6 millones de estadounidenses ya han hecho las maletas y se han largado a México.
Muchos otros se están escapando a otros países porque están hasta sus «gringas» pelotas y no querrán que sus hijos sean convertidos a la nueva religión woke que cada día es más convincente.
La demolición de Estados Unidos es más que obvia.
Su función de matón de barrio mundial ya ha terminado y ahora el condón «USAdo» -que ha jodido el mundo durante décadas-, ya no sirve.
¡Pero cuidado! El pollón sigue intacto. Estados Unidos tan solo fue la marca del preservativo que utilizaron esta vez.
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