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“Créeme, amigo, que es menester rogar a Nuestro Señor muy de veras que nos libre a los dos de malos hechiceros y de malos encantadores”. (Quijote, segunda parte, capítulo XLIV).

 

El lunes 18 de abril de 2022, el presidente P. Sánchez fue entrevistado en la Moncloa por la animadora televisiva Susana Griso en el programa matinal “Espejo Público”, de la cadena privada, aunque subvencionada por el Gobierno, Antena 3. Mintiendo con total descaro respecto a las dos últimas elecciones autonómicas, el falso doctor afirmó: “El señor Mañueco no fue la lista más votada, como tampoco lo fue la señora Ayuso”. Recordemos los datos: El 4 de mayo de 2021, Isabel Díaz Ayuso ganó las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid sumando más votos que toda la izquierda junta (PSOE, Más Madrid y Podemos), y ganando al PSOE en 175 de los 179 municipios madrileños. Los resultados fueron los siguientes: PP, 1.631.608 votos; PSOE, 612.622; Más Madrid, 619.215; Vox, 333.403; Podemos, 263.871; y Ciudadanos, 130.237. Así mismo, el recuento de papeletas en las recientísimas elecciones del 13 de febrero de 2022 en Castilla y León arrojó estos datos: el PP liderado por Alfonso Fernández Mañueco obtuvo 378.896 votos, el PSOE 362.204  y Vox, 212.605.

Por supuesto, la coqueta y frívola periodista pasó por alto la flagrante trola y continuó la entrevista-masaje como si tal cosa, concentrada en agradar al presidente con perenne y boba sonrisa. No obstante, al día siguiente, buena parte de los medios gubernamentales –prácticamente todos– se empeñaron en mostrar la independencia y arrojo de la “valiente” y vana Susana aludiendo a una presunta “pullita”[1] que, como es natural, de puro leve pasó completamente inadvertida. En cualquier caso, tan disimulada “objeción”, pactada para encubrir la evidente complicidad de amo y lacaya en la mencionada plataforma de propaganda gubernamental, contrasta, sin duda, con la hosquedad mostrada con Santiago Abascal el 11 de enero[2] y 8 de abril de 2019[3] en el mismo programa televisado. O con los juicios sumarísimos a otros políticos de Vox como Iván Espinosa de los Monteros (véase la entrevista del 5 de noviembre de 2019[4]) y Rocío Monasterio (véanse los programas del jueves 14 de abril [5] y martes 27 del mismo mes de 2021[6]).

Cambiando de tercio, en estos días han salido a la luz algunas pruebas de los negocios del presidente de Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con el capitán del F.C. Barcelona, Gerard Piqué. Veamos lo que decía Piqué –comisionista millonario por llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí– cuando se pronunciaba contra la Superliga: “el fútbol pertenece a los fans” (Twitter, 20 de abril de 2021). Al parecer, trasladar una competición deportiva a miles de kilómetros no implica alejar el fútbol de los aficionados. Así mismo, el presidente de la Federación, que cobra un 0,15 % de la operación y, por lo tanto, es parte interesada, afirmaba el 20 de abril de 2022 en comparecencia pública: “Cada uno tiene su propia moral, su propia ética, 47 millones de españoles, cada uno con sus valores y su ética […] No hay conflicto de intereses […] La Federación no tiene ninguna relación económica con Kosmos y Piqué”.

Por descontado, habrá a quien estas cosas le parezcan cuestiones menores, pretendiendo que asumamos la mentira como algo natural sólo porque ellos así lo hacen. Allá cada cual, dirán otros, con suficiencia negligente, restando importancia a la mentira. Y, claro, también podemos enredarnos estableciendo escalas o gradaciones entre embaucadores, farsantes, tramposos, embusteros, tahúres e impostores; patrañas, falacias, fraudes o bulos…  Y distraer, eludir y enmarañar…  Sin embargo, conviene recordar a dónde conducen cualquiera de las actitudes descritas: al relativismo moral. Y que autoengañarse también es otra forma de mentir. La forma más tonta, por cierto, aunque también la más habitual.

Reza el octavo mandamiento: “No darás falso testimonio”.

Y nos dice Cervantes por boca de Don Quijote: “[…] sería contravenir a las órdenes de caballería, que nos mandan que no digamos mentira alguna, pena de relasos[7], y el hacer una cosa por otra lo mesmo es que mentir”. (Quijote, primera parte, capítulo XXV).

LEER MÁS:  La partitocracia doméstica. Por Carlos León Roch

 

 

[1] Noticia en El Mundo, Cope, El Confidencial, el Periódico, Marca, Huffington post, Sport, eldiario.es, Superdeporte, etcétera.

[2] https://www.youtube.com/watch?v=erlcZpMxwrY

[3] https://www.youtube.com/watch?v=Yo2ypjPm2FE

[4] https://www.youtube.com/watch?v=rlgt-aZdUOU

[5] https://www.youtube.com/watch?v=SjscRDZ-GQo

[6] https://www.youtube.com/watch?v=yohaaDhHazo

[7] La pena para los relasos, relapsos o reincidentes en los procesos inquisitoriales era la de muerte.

 

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REDACCIÓN