14/05/2024 06:26

¿Alguien dudaba de la victoria de este bufón mediático?. Si me pones como rival al ministro de economía que ha llevado a Argentina a tener un 140% de inflación. ¿Cómo no iba a ganar?. En fin. Mis condolencias al pueblo argentino que ha tenido que elegir entre estos dos señores.
Empecemos diciendo que el señor Milei se declara seguidor de los postulados formulados nada menos que por los economistas de la escuela austriaca esa escuela que la quieren poner que es la misma que la extraordinaria escuela de Salamanca cuando no tiene nada que ver. Pero nada de nada, pues la austriaca es liberal y la otra católica. Vamos que su apoyo a la escuela austriaca es clara diciendo en su día cosas como… »la claridad conceptual de los austriacos es superlativa y domina fuertemente al resto de las escuelas». Casi nada.

Se declara partidario de la eliminación del Banco Central y su reemplazo por un sistema de banca Simons. Diversificación mayor de la banca y del crédito para un nulo control del Estado sobre los ahorros de la gente y con ello un mayor poder para la banca internacional, si señor, esa es la fórmula para combatir a ese »Leviatán mundial». Además, para este hombre la moneda elegida »por los argentinos», eso dice él, sería el dólar, vamos, para ser ya, oficialmente, una colonia norteamericana. Y es que manifiesta un alineamiento internacional con Estados Unidos, particularmente con el Partido Republicano de Donald Trump. Blanco y en botella. También simpatiza con nuestros chicos de Vox. No me extraña, se pueden dar la mano. Liberales y atlantistas los dos.

Sobre el aborto dijo, que cuando llegara a la presidencia llamaría a un plebiscito para que la población decida su continuidad. El aborto es una aberración natural señor Milei y no se debe someter a ningún tipo de sufragio pues el error no tiene derechos.
También este hombre cree en la patochada de la llamada teoría conspirativa del marxismo cultural. El marxismo cultural no existe como tal, porque es concretamente liberalismo puro y duro lo que estamos sufriendo.
Sobre el matrimonio Milei dice, que se opone al »matrimonio como institución». Otra estupidez más pues el matrimonio es uno, sino el principal, de los grandes pilares de una sociedad civilizada, es más, para mi sigue siendo una institución, si. El matrimonio es el origen de la familia y como tal baluarte cultural, afectivo e incluso protector del ser humano. Por tanto es indispensable para el desarrollo de una civilización.

Sobre la homosexualidad dice que es »la elección de cada uno». Que cada uno haga lo que le de la gana de puertas para adentro, estamos de acuerdo, pero hay que advertir de puertas hacia fuera que la homosexualidad es en el fondo una enfermedad mental con un nombre científico, »disforia de género», y que encima puede ser tratada.

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Sobre la clonación dijo que podría ser parte de su administración. Madre de Dios. Encima se declara a favor de permitir la venta de órganos entre privados y eliminar todas las regulaciones estatales. Según este bufón, »es un mercado más», y »mi primera propiedad es mi cuerpo», dice el tío. Manda narices, estos capitalistas mercadean con cualquier cosa con tal de sacar pasta y más pasta. Vergonzosas opiniones.
Se muestra a favor de la legalización de las drogas y de la inmigración y también está a favor de la prostitución. Dijo en su día sobre ella que, »no ve nada malo en pagar por sexo, que es una transacción libre». Aquí mercadeando con la salud y con la carne también, sí señor.
Ha dicho estar en contra del Papa Francisco. Vale, te puede gustar o no como a mi, pero ahora mismo es el Papa que hay y punto. En fin, se tiene por creyente pero nunca le he oído ser católico. Por otro lado sería imposible porque un liberal no podría ser jamás católico y menos un »ultraliberal» como se tacha el. Lo que si he oido de este hombre es que elogia al judaísmo y que tiene nada menos que como consejero a un rabino judío. Yo creo que con esto está todo dicho sobre su confesión religiosa.

Sobre la política nacional cuestiona y critica el gobierno de entre otros Juan Domingo Perón, para mi un gran personaje histórico junto con Evita, y que este Milei no le llega ni a la suela de los zapatos ni a uno ni a otro. Pero es que encima sus elogios los dirige al gobierno de Carlos Menem a quien considera nada menos que el »mejor presidente de la historia» y también a la presidencia del masón de Bartolomé Mitre (1821-1906), el abanderado de la injusta y vergonzosa guerra que se hizo contra el Paraguay desde 1864 a 1870.

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Nota del editor: aunque  no se convenga en el argumentario de los colaboradores, se respeta la libertad de expresión, ya sea en la crítica o la aprobación, desde la ponderación y el respeto a la legalidad.

Autor

Ivan Guerrero Vasallo
Ivan Guerrero Vasallo
Iván Guerrero Vasallo (Santander,1984) es propietario de la Librería Virtual Iván G. y editor del blog Codex Historicum. Además de estudioso y lector voraz de libros relacionados con la Historia de la Humanidad, es un gran aficionado a la escritura. Escritor y novelista.
https://www.amazon.es/Iv%C3%A1n-Guerrero-Vasallo/e/B00LDBGY1O
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Rafael F.

Me alegro por el batacazo y las rabietas de la Progredumbre Mundial, pero MUCHO CUIDADO con el ultraliberalismo, mucho cuidado con estos del «sálvese quién pueda». ¿¿De Guatemala a Guatepeor?? ¡¡Este lo primero que haría si UK les devolviese las Malvinas sería venderlas a USA!!

Macht Spanien vom Marxismus frei.

El matrimonio es un sacramento, es decir, es la unión sagrada, querida por Dios y por amor de Dios que así lo dispuso, entre hombre y mujer, que no una «institución» ni una decisión política, o un artículo de una ley civil o constitucional (toda regulación «legal» del matrimonio es ofensa a Dios y por tal ofensa responderán quienes usurpan el poder de Dios). Es la Voluntad Santísima de Dios, se sea o no verdaderamente católico y no político (infiltrado). Está perfectamente definido en el AT desde la creación del mundo y de todas sus criaturas y refrendado por Jesucristo Nuestro Señor en Mt 19, 3-9. Por desgracia, ni conservadores como este argentino, Milei (o liberales, o ultraliberales, esas etiquetas dan igual, son mero engaño y palabrería), ni mucho menos progresistas o marxistas o izquierdistas (más etiquetas para anticristos), respetan la santísima Voluntad de Dios de la indisolubilidad del matrimonio mientras viven y existen desaprovechando la misericordia que Dios les brinda. Y no es matrimonio ningún concubinato, amancebamiento, aparejamiento, contrato civil o de conveniencia. El matrimonio es unión de Dios bendecida por Dios. Y, según la Santïsima Virgen María, esposa del Espíritu Santo y casada terrenalmente con el castísimo San José, en revelación dos dejó por medio de la santa Jacinta de Fátima, «hay matrimonios que no son del agrado de Dios», como esos que no pasan por el altar católico ni son de mutua donación en el amor conyugal, sino por pura conveniencia, complejo, mandato contrario a la libertad, etc. El día en que desaparezca el matrimonio (y dos tercios de los matrimonios se rompen por falta de fidelidad a Dios y entre los cónyuges), como el día que no haya sacerdotes, se acabó la humanidad, tal cual, y comenzará el infierno sobre la tierra.

Sin matrimonio no hubiese habido familias, hijos e hijas, generaciones enteras. El matrimonio es escuela de amor sin la cual es imposible que el amor fluya fuera de las familias. Fuera del matrimonio y la familia abunda el egoísmo, la egolatría, el narcisismo, cualidades propias de satanás (Mt 4, 1-12), tan difundidas entre todos esos individuos que odian el matrimonio, la maternidad, la paternidad, los hijos e hijas y declaran el aborto como un «derecho», siendo el asesinato más salvaje contra el mas inocente. El matrimonio está cimentado en el misterio del amor conyugal, verdadera bendición y regalo de Dios a los que tienen vocación matrimonial, a diferencia de los concubinatos, los amancebamientos, los aparejamientos y las uniones forzadas o por conveniencia, que son solo para satisfacer a los que se buscan a sí mismos con enferma egolatría y narcisismo, utilizando a la otra, el otro o a ambos como si fueran meros juguetes o artículos de usar y tirar. El adulterio es pecado mortal, lleva a sus inductores al infierno eterno, como bien han enseñado innumerables santos hasta hoy y enseña san Pablo (1 Co 6, 9-10). Divorciarse, desear una mujer que no es la propia en el corazón, repudiar a la esposa o marido por otra causa diferente al adulterio por fornicación (repudio o separación, que no divorcio, pues éste último no está admitido por Dios en ningún caso) y todo tipo de relación fuera del santo matrimonio (católico y sincero, de donación mutua incondicionada, en la riqueza y la pobreza, en la salud o la enfermedad, porque el que ama, debe estar dispuesto a soportar la cruz como a gozar del amor) es, como pecado, un ultraje y ofensa gravísimo a Dios en primer lugar, un ultraje sangrante a su Sacratísimo Corazón y al Inmaculado Corazón de María que se pagará por toda la eternidad si no hay penitencia y arrepentimiento sincero, un ultraje al prójimo y un ultraje a toda la comunidad de fieles y a los santos (la inmensa mayoría de ellos, casados) y un daño irreparable que puede tener secuelas en varias generaciones. El adulterio destruye la vida de hombres y mujeres infieles y víctimas, son la peor clase de maltrato conyugal, pues ha llevado a suicidios, depresiones, enfermedades mentales y somáticas, violencia, asesinatos, enfrentamientos entre familias e individuos, destrucción de las vidas y las almas de los más inocentes, los pequeños, que sufren el escándalo del odio y el rechazo entre su padre y su madre, con consecuencias sobre ellos para toda la vida. El adulterio es un atentado contra la inocencia infantil de los hijos e hijas, todo por un puro deseo ególatra de placer. El adulterio es verdaderamente satánico. Y los adúlteros que presumen de su condición, son auténticos locos peligrosos, agentes del demonio, cizaña de la tierra, hijos del maligno y nocivos en grado sumo para toda la humanidad. El adúltero, como cualquier impuro, es un enfermo hasta el extremo, y su soberbia agranda hasta el extremo su carácter dañino y pernicioso. Si no se es fiel en la relación que más importa en la vida entre criaturas, la relación matrimonial, la que más entrega y amor requiere, ¿qué otra fidelidad y nobleza cabe esperar de los y las adúlteras, verdadera lepra apestosa de la humanidad, en cualquier ámbito de la vida (laboral, vecinal, societario, etc.)?

La despenalización del adulterio, especialmente con hijos e hijas a cargo, y su promoción por medio del hedonismo ególatra, la concepción de la mujer y el hombre como objetos de placer de usar y tirar, la pornografía (incluso la infantil en las aulas), la prostitución, la incitación al sexo incluso desde niños y niñas como modo de «educar» (escandalizar y corromper en verdad), la incitación a «elegir» la «pareja» y el «sexo» con «quien se quiera» y demás satánicas aberraciones de los que odian a Dios mismo y a todas sus criaturas que le aman, como la promoción de cualquier otra clase de impureza, degeneración y perversión contra la naturaleza por Dios ordenada, es un sangrante atentado contra toda clase de inocentes (impune hasta ahora por estar el poder en manos de vástagos de satanás, es decir, políticos, y no en manos de quien debía estar, los santos y santas, los elegidos de Dios). Los adúlterios e impuros corrompen incluso a los niños y ya tienen la espada de la justicia eterna sobre su cabeza (Mt 18, 5-7). El adulterio es tan pernicioso y diabólico que sería mejor para el mundo, el implacable exterminio de los que tercamente perseveran en su conducta adúltera por su repugnante soberbia y egolatría, sin acogerse arrepentidos a penitencia cambiando de vida radicalmente.

Todo católico debe evitar colaborar con cualquier político que promueva el divorcio, el adulterio, la pornografía y cualquier tipo de impureza y depravación contra Cristo, o se hará solidario con las maldades que este tipo de atentados traen a toda la humanidad.

Macht Spanien vom Marxismus frei.

El aborto es el cruel y despiadado asesinato del no nacido, hombre o mujer, criatura de Dios desde su misma concepción, como Jesucristo Nuestro Señor fue engendrado y empezó a santificar a la humanidad el mismo momento de la Anunciación a su Santísima Madre. El aborto es la peor clase de genocidio, pues se perpetra contra el inocente y el más débil. Es toda una afrenta a la Infinita Bondad de Dios, que da la Vida a toda criatura, un acto impío e inmisericorde en extremo. Un acto propio de demonios encarnados, no de hombres y mujeres. Una verdadera locura criminal perpetrada por cirujanos ginecólogos sin alma ni entrañas sobre criaturas no nacidas entregadas por sus madres como el Señor fue entregado por Judas Iscariote. Los abortistas, quienes apoyan el aborto (votando, por ejemplo) y quienes lo promueven o viven de ello, pagarán enternamente en el infierno el daño que llevan perpetrando con ese sangriento negocio criminal durante décadas en las naciones comunistas y democráticas, pues toda mujer tiene perfecto derecho a abstenerse de tener relaciones sexuales si no quiere ser madre. El aborto mata, la abstinencia no. Y si se es adulto para unirse carnalmente, no se puede eludir la responsabilidad sobre una vida que Dios ha querido y que tiene todo el derecho del mundo a vivir y a no ser asesinada por la insensatez de la madre, el padre, los parientes, los políticos (auténticos genocidas máximos responsables) y el personal asesino de los mataderos abortorios. El aborto es la señal del profundo cáncer terminal de la humanidad enferma en extremo de soberbia, egolatría y rechazo a Dios, toda una declaración de guerra a Dios, al Espíritu Santo Paráclito, Señor y Dador de Vida, contra cuya Voluntad no hay perdón, como bien enseñó Jesucristo Nuestro Señor (Mt 12, 31-32). El aborto no puede ser sometido a la «voluntad» de una mayoría como a la que se dirigió en el pretorio Poncio Pilato, para que eligieran entre liberar a Barrabás o al Señor. Bien se puede decir que quien a espada mata, a espada ha de morir. Pues todo el que apoye directa o indirectamente el aborto, difícilmente podrá no ser abortado de la Vida Eterna, por muy papa, cardenal u obispo que se sea.

Macht Spanien vom Marxismus frei

La homosexualidad, como el adulterio y cualquier otra forma de impureza y atentado contra la santa castidad, y como bien patente deja el AT con la destrucción de la corrupta en extremo y pervertida Sodoma y Gomorra y el NT con san Pablo escribiendo lo que le revela el Espíritu Santo, es un ultraje extremo a Dios, una abominación, una profanación de la naturaleza humana llamada a unirse a Dios, una enfermedad de narcisismo, egolatría y soberbia luciferina, contra naturaleza por Dios creada, que no tiene otro destino, sin arrepentimiento y penitencia («Vete y no peques más»), que las llamas del infierno. La soberbia de los homosexuales y de los que promueven la masculinización de las niñas y el afeminamiento de los niños, con su consiguiente perversión y escándalo, incluso en los colegios, y de todos los que no siéndolo, lo consienten, toleran y fomentan directa o indirectamente (votando, por ejemplo) por medio de la ideología lgtbi+ (Rm 1, 3-32), tendrá adecuada contestación de castigo eterno si no hay arrepentimiento y durísima penitencia. La homosexualidad ha difundido innumerables escándalos, especialmente entre menores, víctimas de los abusos homosexuales, ha difundido innumerables enfermedades de transmisión sexual que pagan los castos con el robo de los impuestos. Muchos homosexuales y pervertidos de todo tipo, no atienden al dolor y sufrimiento que causan a sus parientes y seres queridos, que tratan piadosa y amorosamente de disuadirles para que cambien de vida acogiéndose a la gracia santificante que Dios otorga a todos los que humildemente le buscan. Suelen actuar con una soberbia y un carácter inmisericorde e impío con todo aquél que no se arrodilla literalmente ante sus exigencias. Su grado de egolatría y narcisismo iguala al del demonio pidiendo al Señor que se postre y lo adore a cambio de todos los reinos y riquezas de éste mundo en el desierto. Exigen, además, que todo hombre o mujer se avenga en todo ámbito (laboral, vecinal, deportivo, etc.) a tolerar con sumisión servil su repugnantemente vomitiva conducta de odio a Dios, creador de hombre y mujer a su imagen y semejanza, teniendo a los políticos y sus fuerzas armadas y policía de su parte por cochinos y diabólicos intereses electorales, mercantiles y empresariales (muchos empresarios contratan homosexuales, como si no hubiesen de dar parte a Dios el Día del Juicio, como si tener la máxima rentabilidad lo «justificase» todo. ¡Ay de ellos, por muy poderosos que sean!). Si estas bestias infrahumanas perseverantes en su abominación no son implacablemente exterminadas de toda nación, los que se van a resultar pervertidos como ellos serán los inocentes y sanos que aún quedan, especialmente los niños y niñas, sus víctimas principales. Ni la Santa Iglesia Católica Apostólica, la de Jesucristo Nuestro Señor, se ha visto libre de la lepra lgtbi+ y su dictadura infernal inquisitorial de odio a todo lo santo y casto. Y la culpa recae también en los que son pasivos por conveniencia, interés, ganancia, miedo, cobardía u otra causa ante su impiedad con los castos, con el mismo Señor, pobre y célibe, la Santísima Virgen María, Inmaculada Concepción y la totalidad de santos y santas de todos los tiempos, contra cuya pureza atenta cualquier perversión egoísta y ególatra. Abusar de la misericordia de Dios es la mayor insensatez. Dios da tiempo para el arrepentimiento y la penitencia. Si no se aprovecha, luego vendrá el lamentar haber nacido entre las llamas del infierno continuamente atormentado y torturado por el demonio (son varios los santos que afirman que en el infierno, con el sentido con el que se cometen los pecados, se es atormentado, luego huelga decir qué les ocurrirá a los que no son castos). Los políticos y votantes que con engaño toleran, fomentan y promueven esta satánica perversión lgtbi+, son enemigos acérrimes de Dios y de todas sus criaturas sanas y fieles. No se puede pretender ser católico, y luego apoyar o tolerar la homosexualidad de modo directo o indirecto, pues ultrajar a Dios deliberadamente no es ser católico. San Pablo es claro y contundente. La homosexualidad es una puñalada en el Sacratísimo Corazón de Jesús. La mismísima Virgen María Santísima revela a santa Jacinta de Fátima que el pecado que más almas arrastra al infierno es el sexto, el que atenta contra la continencia y la castidad. Además ya nos advirtió claramente que no ofendiéramos más a Dios, que ya estaba muy ofendido. Los homosexuales, los impuros, los adúlteros y todos los que atentan, promueven o difunden todo tipo de atentados degenerados y pervertidos, por interés monetario, de negocios o político, contra la santa castidad, son tan enemigos de Dios como el demonio mismo, todo por su soberbia contumaz e incorregible. Son una lacra como lo fueron en Sodoma y Gomorra. Si persisten en los descarríos de su mente insensata, lamentarán haber existido por toda la eternidad.

Macht Spanien vom Marxismus frei

La clonación, la manipulación de embriones, el semen donado, los vientres de alquiler, la compra venta de niños y niñas y la compra venta de órganos, son asunto de hijos de satanás, no de verdaderos hombres y mujeres, menos de los fieles a Jesucristo Nuestro Señor por el que se cuenta el Año de Gracia en el que vivimos. Ni las bestias hacen estas cosas contra naturales. Los «científicos» que por fama y reputación académica, embriagados de egolatría codiciosa de ser el centro de atención de las instituciones universitarias e investigadoras y de alabanzas de premios nóbeles, hacen estas cosas, declaran la guerra a Dios Todopoderoso, usurpan su papel de Creador único y atentan contra la naturaleza por Él creada, desaprovechando el tiempo que Dios les da para acogerse a su Misericordia. Ningún atentado contra el medio ambiente tiene la gravedad que todas esas salvajadas de biólogos, químicos, médicos, físicos y demás denominados con engaño «científicos», puros ególatras que viven para la alabanza de medios académicos, pero que ultrajan a Dios en extremo. Y los llamados «ecologistas» callan como prostitutas ante este tipo de atentados, demostrando el falso y vano amor que supuestamente tienen por la naturaleza, en realidad mentira podrida y engaño masivo para tener influencia política y de negocios. Si no se arrepienten, destruyen el resultado de sus demoníacas investigaciones y desisten de vivir así, lo lamentarán toda la eternidad. Los santos y santas no mienten, ya que por ellos nos ha hablado y ha actuado Dios (revelación y milagros). La ofensa a Dios lleva al infierno si no hay arrepentimiento y penitencia. Por muy poderoso o por muchos votos que se saquen en elecciones para salvar patrimonios o poder, que nunca para el bien de las naciones.

Los mercaderes que trafican con órganos son como aquellos que el Señor expulsó del Templo a correazo limpio, volcándoles sus mesas y puestos y llamándoles lo que realmente son «cueva de ladrones». A medida que la humanidad ha rechazado a Dios de sus vidas, el límite moral para hacer empresa, para trabajar y para el negocio ha caído hasta el suelo. Ya vale todo en todo ámbito con tal de ganar mucho dinero (mentir, engañar, defraudar, ser moroso, irresponsable con los riesgos, timador, vendedor de catedrales, traficante de drogas, proxeneta, vividores de subvenciones millonarias con pérdidas para el estado, ganancias para los accionistas (socialismo empresarial), ser judío fariseo hipócrita de la irresponsabilidad social(ista) corporativa (RSC), imponer la «doctrina social» a la Iglesia del Señor bajo mil chantajes y amenazas a papas, cardenales, obispos y sacerdotes, etc.) . Robar sin tasa, es la manera de vivir de políticos, empresarios, patronales, sindicatos y cada vez más y más profesionales y trabajadores, que, por supuesto, ni creen, ni esperan, ni adoran, ni aman a Dios Nuestro Señor, Uno y Trino. Y, encima, tratan de «justificarse» con soberbia desorejada, amenazando incluso a los que osen poner en peligro sus negocios. Así es como la Bestia camina hacia su autodestrucción. Dios quiera que los católicos verdaderos, los fieles a Cristo, no se vean arrastrados con esa lepra de mercaderes que lamentarán eternamente haber actuado como actúan, salvo que se arrepientan y hagan penitencia a tiempo.

Macht Spanien vom Marxismus frei

Las drogas, legalizadas y extremadamente dañinas y mortales como el alcohol y el tabaco, o ilegales como la heroína, la cocaína ,el hachís, etc., cada vez menos, y poco o nada perseguidas, son el veneno con que los políticos demócratas y marxistas destruyen a sus pueblos haciéndoles creer que les importan (el vodka es el asesino de los asesinos entre las drogas). Se suele perseguir siempre a los narcotraficantes pequeños, nunca a los grandes, que tienen comprados a los gobiernos, y nunca se persigue a la demanda, sin la cual, no habría drogas. Los que consumen drogas son esclavos, han rechazado su propia libertad, no pueden decir no al alcohol, al tabaco, al hachís, a la cocaína, a la heroína y a cualquier otro tipo de droga que les esclaviza, pero además suelen ser egoístas, al no considerar el daño que hacen a terceros, parientes y personas queridas incluidos (fumadores pasivos, por ejemplo, o niños y niñas hijos de alcohólicos y fumadores. Además, gracias a los malnacidos políticos y sus siervos votantes, los fumadores, mayoría de votantes de las naciones, tienen total impunidad de hacer fumar pasivamente en las paradas de autobús, a los no fumadores. La policía y el ejército se ponen siempre del lado de los que les pagan las nóminas y defienden a los fumadores y drogatas, a los yonkies que destrozan la vida de los demás, empezando por sus padres, hermanos, hijos, etc.). Para los siervos del demonio liberales, ultraliberales, ultraconservadores o conservadores, el tabaco y el alcohol, así como otras drogas, son un negocio muy lucrativo que genera «mucho empleo» (por ejemplo en Holanda, donde son «legales»), por eso quieren que no desaparezcan. Y para los marxistas, el narcotráfico mundial, es su principal fuente de ingresos (a decir verdad, es una fuente de ingresos creciente para los gobiernos, por eso no les interesa en absoluto acabar con el narcotráfico y sí aprovecharse de él). A los españoles se debe la evangelización de los otros cuatro continentes fuera de España, a los ingleses la propagación del opio por toda la tierra. Dios juzgará a cada nación según hechos, que no propaganda.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

No es verdad que la escuela austriaca de pensamiento económico no tenga «nada que ver» con la escuela de Salamanca. Podrá ser diferente en su inspiración moral, tal vez, pero tienen ambas en común un punto fundamental que les enfrenta frontalmente al marxismo: la teoría del valor. Es más, las teorías económicas escolásticas anteriores a la más moderna de Salamanca del XVI hablan de cosas tan absurdas como «precios justos» o condenan el beneficio comercial. Hayek, en lo moral y en lo jurídico es claramente un conservador como no lo son ni los economistas clásicos liberales posteriores a la escuela de Salamanca ni Milei como anarcocapitalista.

Macht Spanien vom Marxismus frei.

La escuela austriaca (Von Mises y Hayek como máximos exponentes), reconocieron a la escuela española de Salamanca (principalmente las aportaciones de Azpilicueta), como verdadera descubridora de la teoría cuantitativa del dinero (el vínculo inequívoco entre la masa o base monetaria y los precios, el hecho de que la inflación es un fenómeno monetario. Todo ello en el contexto de la llegada de remesas de oro y plata procedentes de América), que luego los monetaristas con el judío economista premio Nobel Milton Friedmann, formalizarían en los años cincuenta del siglo pasado, una de las principales aportaciones del análisis económico de aceptación generalizada. Después vendría el debate entre reglas o normas y discrecionalidad referentes a la política monetaria, además del objetivo de controlar tipos de interés o determinados agregados monetarios, es decir, entre usar o no la política monetaria como instrumento de política económica para, supuestamente, controlar la inflación y estimular la actividad económica y el empleo (objetivos aparentemente incompatibles a corto plazo según los hallazgos empíricos de la curva de Phillips, pero que a largo plazo no dejan lugar a dudas de la neutralidad del dinero en cuanto a lograr un mayor crecimiento económico, traduciéndose los aumentos de la masa monetaria en subidas en los índices de precios de igual magnitud y solo provocando efectos económicos las sorpresas monetarias a corto plazo, pues las expectativas de los agentes económicos suelen neutralizar los efectos de cualquier política monetaria). Los neokeynesianos son partidarios de la discrecionalidad (fine tunning), por eso los políticos son todos neokeynesianos (tienen más manga ancha para su irresponsabilidad criminal con economistas neokeynesianos), y los monetaristas de las reglas (que nunca serían eficaces para prevenir inflación y desempleo, al menos a corto plazo, ante shocks de demanda u oferta, ni siquiera una regla elaborada por la hoy tan afamada IA, que dudosamente podría paliar el riesgo moral que produce toda actividad política) y la independencia de la autoridad monetaria para «garantizar» el control sobre la inflación (pura fantasía, vamos). Actualmente, la independencia de la Fed y del BCE son solo nominales como las leyes y las constituciones (se cumplen e incumplen a capricho). Son, en realidad, meros instrumentos de la política progre o cons imperante, otro ministerio más de los gobiernos y al servicio no de la economía, sino de ganar elecciones y del populismo democrático. Su actuación en la pandemia pasada, emitiendo más euros y dólares que en todo el siglo anterior, para salvar las economías y las empresas de la quiebra generalizada, no tiene precedente en lo que a señoriaje se refiere. Ningún rey o emperador en el pasado hizo algo semejante jamás devaluando su propia moneda de contenido aurífero o emitiendo deuda hasta los extremos de emisión actuales. La reciente actuación de esos bancos centrales asemeja a la que hace un siglo perpetraron los bancos centrales de Alemania y Hungría para poder pagar la esclavitud de las deudas por reparación de guerra, con la consiguiente hiperinflación. Hoy no hay tal, porque los efectos del señoriaje (impuesto inflacionario debido a la monetización de los déficit públicos con compra masiva de deuda, algo totalmente prohibido en los estatutos de estas entidades) se reparten por toda la tierra con coordinación entre la propia Fed y el BCE, ya que el dólar y el euro acaparan más del 90% de las transacciones mundiales. Ahora bien, Argentina, con hiperinflación actualmente, y con un banco central corrupto hasta la bandera, como los citados de USA y UE, no puede aspirar a una especie de «reseteo» de su propia divisa como hizo Alemania en 1924 (que dejó a millones de alemanes en la más absoluta miseria y contribuyendo así a la propagación del peligro bolchevique a la propia Alemania. Lenin destruyó también el rublo provocando una hiperinflación para garantizarse el poder en Rusia), porque Argentina ya vive con más de la mitad de la población en la miseria y el hambre, y tal cosa sería ya la guerra civil de aniquilación por paliar el hambre. Milei hereda un infierno, y ni dolarizando la economía argentina (rica en petróleo, cereales, minerales y bastantes recursos agrícolas) va a poder apagar las llamas de ese infierno, además de estar sometido a los vaivenes de la Fed. El socialismo se implanta muy fácilmente, porque a muchísima gente sin fe y sin dignidad alguna, le gusta mucho el privilegio generalizado de vivir de la sopa boba o de la generosidad política e irresponsable del gobierno, sean pobres o ricos. Lo malo es el amargo despertar de ese socialismo arruinador y degenerador de masas, que no solo es camino a la ruina material, hambre y miseria física, sino camino al infierno por haberse vendido por un plato de lentejas (entiéndase, subvención, contrato, puesto, paguita, beca, asignación, pensión, prebenda, privilegio, per, pac, etc.) colaborando personalmente con esa ruina física y moral. Y hoy, hasta la derecha más firmemente conservadora es socialista del socialismo empresarial del «sálvese la empresa que pueda con las ayudas y subvenciones que pueda».

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Vale. De acuerdo. ¿Y? Es Vd. un niño aplicado y sabidillo pero no sabe ser pertinente. Yo respondía al autor del artículo, cuando dice que la Escuela de Salamanca «no tiene nada que ver» con la Escuela Austriaca. A él le contrariaba yo. De todos modos, en toda su perorata, no se plantea lo que yo señalo como punto fundamental, que es el error grave de la estúpida teoría marxista del valor y su corolario en la tonteoría de la plusvalía marxista. Véase la teoría del valor subjetivo de Covarrubias.

https://link.springer.com/article/10.1007/s11127-019-00662-y

https://plato.stanford.edu/entries/school-salamanca/

Por cierto, abandone de una vez esa dicotomía entre «socialismo» (¿qué?) y no socialismo. No es lo mismo que el Estado sea dueño de los medios de producción (marxismo clásico) que que sea el que «distribuya la riqueza» (renta en realidad, como si el robo no fuese también redistribución de la riqueza)(socialchusmocracias) o que la sociedad disponga de un ager publicus, de unas tierras comunales o eclesiales o el georgismo chino contemporáneo.

También se equivoca al caracterizar como señoraje lo que no es sino monetización de la deuda. Los efectos son parecidos pero las causas o la naturaleza misma del proceso es distinta.

Lo de «riesgo moral» es un calco del inglés de marras y su «moral hazard». No es una buena traducción.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Vale. De acuerdo. ¿Y? Es Vd. un niño aplicado y sabidillo pero no sabe ser pertinente. Yo respondía al autor del artículo, cuando dice que la Escuela de Salamanca «no tiene nada que ver» con la Escuela Austriaca. A él le contrariaba yo. De todos modos, en toda su perorata, no se plantea lo que yo señalo como punto fundamental, que es el error grave de la estúpida teoría marxista del valor y su corolario en la tonteoría de la plusvalía marxista. Véase la teoría del valor subjetivo de Covarrubias.

link.springerDOTcom/article/10.1007/s11127-019-00662-y

plato.stanfordDOTedu/entries/school-salamanca/

/link.springerDOTcom/article/10.1007/s11138-021-00541-0

Por cierto, abandone de una vez esa dicotomía entre «socialismo» (¿qué?) y no socialismo. No es lo mismo que el Estado sea dueño de los medios de producción (marxismo clásico) que que sea el que «distribuya la riqueza» (renta en realidad, como si el robo no fuese también redistribución de la riqueza)(socialchusmocracias) o que la sociedad disponga de un ager publicus, de unas tierras comunales o eclesiales o el georgismo chino contemporáneo.

También se equivoca al caracterizar como señoraje lo que no es sino monetización de la deuda. Los efectos son parecidos pero las causas o la naturaleza misma del proceso es distinta.

Lo de «riesgo moral» es un calco del inglés de marras y su «moral hazard». No es una buena traducción.

Hakenkreuz

La teoría marxista del valor no existe. Marx tomó esa teoría del economista clásico David Ricardo, la teoría del valor trabajo. Marx consideraba que el valor consistía en la cantidad de trabajo que los bienes llevaban incorporados y en nada más, considerando «plusvalía» al beneficio que correspondía al empresario (aunque sin considerar pérdidas). La escuela de Salamanca trató el tema del valor por medio de P. Azpilucueta en el contexto (siglo XVI) de una inflación considerable que mermó la capacidad adquisitiva de los españoles y, luego, de los europeos, como consecuencia de la llegada masiva de remesas de oro y plata. Es entonces, a partir de la escuela de Salamanca, cuando se empieza a comprender el carácter nominal ,que no real, del dinero, de cómo los precios o valor de los bienes y servicios, están asociados a la cantidad de masa monetaria, es decir, que el valor monetario no es el real. Es todo un descubrimiento y mucho más prematuro y acertado que la teoría del valor dual de Adam Smith, entre valor de uso y valor de cambio (paradoja del agua y los diamantes), autor que asignó a los precios o valor de mercado, tres componentes, uno para pagar salarios, otro para pagar la renta de la tierra y el tercero para el beneficio del empresario.
La identidad de la escuela austriaca (siglo XIX) con la de Salamanca (siglo XVI) está, precisamente, en la teoría cuantitativa del dinero, que es la que explica los precios y el valor. ¿Se ha enterado usted ya de una vez o sigue usted engañando como los políticos?

El socialismo o intervencionismo económico, social democracia o marxismo, se inicia antes de Marx. Lo que hicieron en la España del siglo XIX a partir de Cea Bermudez, De la Rosa, Toreno, Mendizábal, Madoz, etc., los entonces denominados liberales (hoy liberal conservadores), es ese tipo de intervencionismo que hoy llamamos social democracia o «estado del bienestar». No llegó a suprimir la propiedad privada, pero privó a muchos millones de españoles de ella, especialmente en el sur, donde vivían del usufructo de tierras de la Iglesia Católica desde hacía siglos. Si a las amortizaciones se les prefiere llamar de otra manera que a la colectivización socialista, es asunto de mera opinión. Uno puede decir que 400 euros mensuales a un afilado del PSOE en Andalucía es socialismo, aunque niegue esa denominación a 400 millones de euros de subvención para salvar un banco y sus cuatro millones de accionistas de la quiebra total. Para mí, socialismo, uno de rojos, otro de derechas, pero SOCIALISMO total. Tampoco considero distinción alguna entre el aborto de PP-VOX y el de PSOE-ETA-BILDU-ERC-PODEMOS-SUMAR-RESTAR-LIQUIDAR…. El aborto, como el mal, es mal, haga quien lo haga. Ya se que para un cerebro democrático no es así: hay racismos malos y buenos, xenofobias buenas y malas, aborto «justificable» y no justificable y….socialismo bueno y socialismo malo.

El señoriaje es impuesto inflacionario de toda la vida, es la facultad de crear moneda, circulación fiduciaria, a capricho del que la crea. Le moleste a usted y a todos los catedráticos de Macroeconomía de España.

Qué soberana estupidez lo que usted ha puesto sobre el riesgo moral. No tiene ni puta idea de economía, lo ve hasta un ciego. Seguro que no sabe ni lo que es.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

No sé si da cuenta o responde en piloto automático con la mirada perdida pero me está dando la razón en casi todo lo que dije. Lo que no está reconociendo es que mi parrafada primera estaba destinada a contradecir ciertas afirmaciones hechas en el artículo. Que a Vd. le guste darse por aludido es un asunto distinto.

La teoría marxista del valor existe aunque no sea original. Es más, puestos a buscarle antecedentes «ilustres», Ibn Khaldun fue uno de sus pioneros conocidos. Es un concepto trampa, que se presenta con facilidad facilona. En lo que todos estamos de acuerdo creo hoy es que la idea del valor subjetivo (Covarrubias) rompe contra la tradición anterior a Salamanca y que tanto los economistas clásicos (Adam Smith, David Ricardo,…) como el marxismo no se dan por enterados. Tienen que ser los austriacos los que salen al rescate de Salamanca para hacer justicia histórica. La teoría del valor subjetivo es lo que hoy en economía se conoce como utilidad, como en las curvas de indiferencia.

Lo que no debe hacer -como Vd. hace- es confundir las teorías u observaciones sobre la relación entre los cambios en la masa monetaria y el nivel precios. Es lo de Azpilicueta. Lea los artículos referenciados en los enlaces que publico aquí. La inflación producida por el oro americano no mermó la capacidad adquisitiva de los españoles. Eso es falso. Al contrario, mermó su capacidad productiva y al cabo de 100 años, que es distinto.

El intervencionismo en los mercados es muy antiguo. Por ejemplo, Moctezuma compraba con dinero del Estado mexica mercancías en los mercados de Tenochtitlán cuando los comerciantes no habían tenido un buen día. Mezclar a tontas y a locas diversos conceptos de «socialismo» (¿qué?) es tratar de substraerse a la clasificación de Samuelson sobre sistemas económicos fundamentales.

Se equivoca Vd. de pe a pa con lo del señoriaje. Sí es la facultad de crear moneda y sí equivale a un impuesto. Si resulta en inflación o no, sólo va a depender de cuanta moneda se acuñe, conforme a la conocida fórmula de masa monetaria por velocidad del dinero igual a precios por producción. Si la moneda es fiudiciaria o no, no importa. El dueño de una mina inmensa de oro también puede ser causante de la inflación.

Investopedia: Moral hazard is the risk that a party has not entered into a contract in good faith or has provided misleading information about its assets, liabilities, or credit capacity. Es decir, actuar de mala fe en los contratos. La actividad política no está asociada a ningún «moral hazard» per se.

Mejore su capacidad lectora y comunicativa. Sea CRACCO: conciso, relevante, agudo, conocedor, claro y original. Así es como podrá ejercer una comunicación efectiva.

Hakenkreuz

Insisto. No tiene usted ni puta idea de economía. No ha estudiado economía, no sabe ni lo que escribe. Lea cualquier libro de Microeconomía para que le confirme lo que le he escrito sobre el riesgo moral. Usted no comunica, usted engaña (porque previamente le han engañado o se autoengaña). O le han engañado o su limitado cerebro le impide comprender el cambio que a lo largo de la historia viene dándose en la teoría del valor (de uso y de cambio). Hoy, se considera, después de todo, que el valor (precio) de las cosas, no es más que el que establece una autoridad interventora (gobiernos centrales, regionales, locales, instituciones públicas) o el que se forma en el mercado por interacción de oferta y demanda, de compradores y vendedores, de oferentes y demandantes. No hay una teoría del valor objetiva, como pretendían los clásicos primeros, ni como pretendía Marx. Y esto en cuanto al valor material, no a los valores morales, obviamente.

Paul Samuelson, socialista keynesiano más trasnochado que el propio Keynes, efectivamente, es muy estudiado a nivel introductorio , nunca fue a más, en las facultades de derecho o aquellas que no son de economía porque así conviene a la nueva élite universitaria, que no quiere economistas sabios, sino políticos al servicio del socialismo. Y eso en todo el mundo. Su libro de Economía, lleva varias ediciones, en efecto, pero no pasa de ser más que un tratado de iniciación para principiantes muy en consonancia con la corriente keynesiana, ya totalmente superada en el ámbito del análisis económico riguroso y serio, como bien afirmaría a finales de los setenta R. Jr. Lucas, principal economista de la economía neoclásica y quizá el mayor economista hasta ahora con sus aportaciones imprescindibles sobre las expectativas racionales, de generalizada aceptación, además de sus aportaciones a la teoría del crecimiento económico y la Real Business Cycle Theory, en apoyo de Kydland, Prescott y otros excelentes economistas de la nueva escuela clásica de economía, la única sabia, aunque con muy poca influencia política, para desgracia de las economías modernas. Ya Robert Jr. Lucas afirmó hacia 1978 que el keynesianismo está muerto, que ningún economista serio y riguroso se definía keynesiano. Si el keynesianismo ha revivido, ha sido por la política, que no por el análisis económico riguroso, del cual, los que estudian por el libro de Samuelson, no tienen ni pajolera idea, limitado su cerebro a entender la complejidad de la Macroeconomía y la Microeconomía avanzadas, con elevado contenido matemático y empírico, algo de lo que carece el manual político de Samuelson. Samuelson es el principal keynesiano de los años cincuenta y sesenta, socialista él, por tanto, muy bien relacionado con el poder, y, responsable, sin ninguna duda, junto con los economistas keynesianos y neokeynesianos, de la inevitable ruina económica que acaece a toda economía que ha seguido durante décadas las prescripciones de esas escuelas. Ya se sabe por todo entorno académico que los neokeynesianos no son más que funcionarios, y que su impacto es meramente político, desacreditados cada vez más del rigor académico.

No obstante, cada día estoy más convencido que el tan idolatrado «diálogo», es estéril de todo punto. Hoy no hay comunicación, sino engaño, mentira, manipulación, hipocresía. A ser católico se le califica, por la última moda de los vástagos de satanás, pueril y de niños. Es como cuando en tiempos del santo Cura de Ars, se decía que ir a misa y rezar el santo rosario era cosa de viejas y de mujeres. El demonio no para de instigar en sus vástagos todo tipo de complejos para intentar desviar a los fieles a Cristo de la Verdad. Por eso no les funciona bien el cerebro, no están en sintonía con la Verdad. Si no se tiene el corazón limpio, no ha concordancia con la verdad, razonamiento sano y limpio. Hay dos estirpes, la de la mujer y la de la serpiente, la del trigo y la de la cizaña, como enseñó Nuestro Señor. El diálogo con marxistas, comunistas, socialistas, socialdemócratas, liberales, conservadores, masones, judaizantes y judíos, etc., no solo es estéril (no se puede convertir al demonio y sus vástagos. Me han bastado unos meses en este medio, supuestamente patriota y de derechas, para constatarlo totalmente. Tengo grabadas las intervenciones para remitirlas a quienes le interese), sino que cada vez asemeja más a aquel diálogo que sostuvo Eva con la serpiente del paraíso, con el demonio, seductor o satanás (con minúscula). El diálogo con un progresista, corre el peligro, para los que no tienen fe o poca fe, en ser inicio de la apostasía, incluso de la fidelidad al marxismo por medio de la «teología de la liberación». Lo mismo sucede en el diálogo con los conservadores (o liberal conservadores, según etiquetas lingüísticas tan del gusto de filósofos y filólogos, que en eso ponen sus esfuerzos, en nada más), corre el peligro de apostatar en favor del dinero. Y no se puede servir a dos señores, aunque lo intenten hasta tal punto de crear sus propias sectas protestantes, anglicanas, ortodoxas, de doctrina social, de política como «caridad», etc.

Y en cuanto a la comunicación, que para usted bien se ve que es engaño, manipulación e hipocresía, guárdese sus pésimos consejos para usted. El mandato de todo católico es dar testimonio de la Verdad, de Jesucristo Nuestro Señor, que no fue, ni es, precisamente popular para la mayoría.

Hakenkreuz

El riesgo moral (véase cualquier tratado en papel, no de internet, sino en libro, de microeconomía) es lo que los teóricos de la microeconomía alegan como un «fallo del mercado» (término absolutamente arbitrario e impreciso, aparte de demagógico, como tantos en economía, por desgracia). El riesgo moral es una situación que hace que los equilibrios a los que se llega en los mercados no sean eficientes. Por ejemplo, los seguros conllevan el riesgo de que el asegurado no cuide debidamente del bien asegurado, no se esfuerce por evitar la contingencia asegurada. Si la cobertura del seguro incita al asegurado a ser descuidado, habrá muchos más siniestros, con lo cual la compañía de seguros tendrá que, o bien aumentar las primas de seguro, si puede conforme a la competencia, o bien quebrar, así de claro. Por eso el riesgo moral ha de tener en cuenta los incentivos de los asegurados y premiar las conductas cuidadosas (por ejemplo, en los seguros de automóviles, no dar parte durante años, rebaja la prima que ha de pagar el asegurado).
A nivel nacional, el riesgo moral existe cuando el Estado, por evidentes razones políticas y de presión de grupos de poder, se hace cargo de pérdidas (muchas veces muy fuertes) de bancos, instituciones financieras (recuérdese Freddy Mac y Fanny Mae en USA, detonantes ambas de la crisis sub prime del 2007), multinacionales, grandes empresas y sectores. Este «aval» del Estado a las pérdidas de corporaciones e instituciones puede llevar al riesgo moral a los directivos, asumiendo riesgos económicos y financieros que no asumirían de otro modo, pues los beneficios serían mayores, y las pérdidas, en caso de darse, las asume el Estado, es decir, el conjunto de los robados contribuyentes. ¿Comprende ahora lo que es el riesgo moral a nivel microeconómico?. Sería muy fácil jugarse todo el patrimonio en un casino si el Estado nos garantizase que, en caso de perder, él paga toda la apuesta, mientras que si acertamos, los beneficios son para nosotros. Así juega cualquiera.
Lo mismo ocurre con situaciones mucho más delicadas y graves, como el secuestro de un avión por parte de terroristas. Si las autoridades pagan el rescate exigido para liberar a los rehenes, el incentivo a nuevos secuestros es enorme. Por eso, muchos abogan por no atender el pago exigido por terroristas, incluso aunque acaben matando a los rehenes.
También, los denominados «derechos de emisión de CO2» a nivel internacional, estaban afectados por el riesgo moral de los gobiernos. Así, se produjo un macro chantaje internacional durante años por parte de no pocos gobiernos de naciones «emergentes» contra las ricas, exigiendo transferencias de capital (con cargo, cómo no, a los robados contribuyentes) desorbitadas, a cambio de no incrementar sus emisiones. Toda una macroeconomía mundial de corrupción y terror «ecológico» internacional, con todo tipo de represalias económicas multilaterales.

Todo esto, a muchos les importará un pimiento (eso sí, luego se quejarán de que cada vez hay más pobreza y socialismo), pero las crisis que se generan por riesgo moral afectan a decenas de millones de personas muy gravemente (y a todos por medio de los impuestos, del socialismo, aunque a algunos no les guste la palabra socialismo), tienen una importancia muy grande que trasciende la mera palabrería sofisticada o no de la «filosofía» de las más deslumbrantes mentes o de andar por casa y de la «terminología» lingüística más exigente, impotentes, analfabetas de todo punto para explicarlas y, mucho menos, resolverlas.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Los ejemplos que propone Vd. son congruentes con la definición que yo ofrezco y no lo son con la definición que Vd. ofrece. También confunde «moral hazard» con el problema de agencia en economía, cuando el representante de un representado no actúa conforme al interés de su representado sino conforme a su interés propios. El ejemplo de los secuestradores pertenece a otra familia de problemas estudiados por la teoría de juegos.

Si tiene en mente algún libro en papel que no esté en internet, debe ser porque su biblioteca personal está obsoleta. Sea como sea, cite entonces el libro.

Además, «market failure» no se debe traducir como fallo sino como fracaso del mercado. La idea del.»market failure» es, sencillamente, una barrabasada comunistoide y en eso estamos de acuerdo. Eso sí, aprenda a redactar un texto con una progresión ordenada.

Hakenkreuz

Mi biblioteca, en efecto, no es esa de lo «no obsoleto» de hoy día: la de la «economía circular e inclusiva», la del «cambio climático», la de la «sostenibilidad», la de la «economía verde», la de la «economía feminista», etc., es decir, la literatura propagandística política (no de análisis económico serio y riguroso) no obsoleta de hoy día, que supongo que es la que a usted le gusta tanto por su no «obsolescencia». La mentira, la manipulación, el engaño y la hipocresía no son análisis económico serio y riguroso, sino política a conveniencia de cada cual. Y por muy actual que sea la política, por muy obsoleta que sea la búsqueda sincera de la verdad, no deja de atraer a los fieles, como en el caso de la teología de santo Tomás de Aquino, por poner solo un ejemplo. El Aquinate, obsoleto para algunos, no deja de ser un fiel a la Verdad.
También las universidades han sido extinguidas y sustituidas por centros de adoctrinamiento político (públicas) y centros de influencias (privadas). Las verdaderas universidades ya no existen. Las denominadas así actuales ya no merecen ni ese nombre. Es la universidad misma, tal como fue concebida por los ministros de Dios hace un milenio, es decir, como centros del saber (sabiduría como don del Espíritu Santo), del razonamiento santo y de la búsqueda sincera de la Verdad, que es Dios y nada más, ya no existen, ya han quedado obsoletas, efectivamente. En eso no le falta razón. La mentira es, transitoriamente esperamos, lo no obsoleto. Por eso manda la política, de momento y mientras Dios lo permita. Así que eso de la «obsolescencia» es vano recurso.

Riesgo moral: hay muchísimos casos además de los citados (seguros, «comercio de derechos de emisión», intervención de instituciones financieras en riesgo de quiebra, etc.), uno de ellos el que usted dice, el problema de agencia (principal y agente). Pero el del caso del secuestro de aviones por terroristas es también de riesgo moral. No engañe. En los tratados de Microeconomía figuran así, que no es invención mía. Usted confunde la teoría de juegos con el problema de la credibilidad gubernamental asociada al riesgo moral que surge ante la disquisición pagar o no el rescate (con intervención policial violenta). Si se paga, se incentiva otros secuestros, por muy dura que sea la reacción política, mediática y social contra el gobierno que actúa policialmente y por el eco político y electoral que utilizará la oposición de las víctimas mortales. Pero no pagar desincentiva nuevos secuestros. El caso es idéntico al del riesgo moral financiero que provocaron esas dos instituciones financieras políticas de USA que concedían hipotecas hasta el 110% del valor de tasación de la vivienda hipotecada (hipotecas concedidas por razones electorales, incluso a trabajadores precarios) con aval del Estado. Esas instituciones, Freddy Mac y Fanny Mae, dominadas por afán político de atraer votos, estaban, como aquí en España las cajas de ahorros, en manos de políticos. Y, aquí en España, además por patronales, sindicatos, partidos políticos (todos, sin excepción), logias masónicas y todo hijo de satanás y vendidos que uno pueda concebir (no se salvó ni el BdE y su equipo directivo, impune, cómo no), aunque hoy se «olvide» interesadamente. Sus hipotecas (las de esas dos instituciones de USA) se titulizaron por bancos de inversión privados como Lehman Brothers, extendiéndose el riesgo por muchos países. Se «confiaba» que el Estado respondería en caso de impago masivo de esas hipotecas, aunque el Estado no respondió (al menos, en su totalidad). Eso es el riesgo moral, le guste a usted o no. Y de aquello vino la crisis financiera consiguiente con sus terribles consecuencias. Y, aquí en España, aunque hoy los judíos hipócritas fariseos lo olvidan a conveniencia o por mala conciencia de votantes (memoria selectiva), las cajas de ahorros, no quebraron porque el Estado las «rescató» con el dinero robado de impuestos a todos los españoles (por cierto, CaixaCatalunya fue la más beneficiada, eso sí, silenciada frente a Bankia). Las cajas de ahorros habían asumido riesgos que ningún banco privado asumió para conceder préstamos a cambio de votos.

La denominación de «fallos del mercado» no es mía, analfabeto. Está en todos los libros de Microeconomía serios, con el consentimiento de sus autores, muchos premios Nobel, que con sucesivas ediciones no los han retirado. La distinción entre fallo y fracaso (de la traducción del inglés), desde luego que existirá a nivel filosófico o lingüístico, tanto español como inglés, pero a efectos del análisis económico es totalmente irrelevante, por mucho que su keynesiano Samuelson diga lo contrario (lea cómo lo denomina él mismo y verá). «Fallo de mercado» es, como «fallo del Estado», que también hay tal denominación para las asignaciones que genera la intervención de gobiernos, es una denominación para un equilibrio de mercado que no conviene según qué intereses y grupos de presión y políticos. Para un católico, es dificilísimo hacer coherente la intervención del Estado, en uno u otro sentido según intereses políticos o económicos, con la palabra del Señor, el abandono en la divina providencia. Si Dios provee, ¿quién como Dios?. Si comemos y bebemos cada día gracias a que Dios provee, ¿quién afirma que el abandono en la divina providencia es peor que su intervencionismo?

Macht Spanien vom Marxismus frei.

Un católico, fiel a Cristo que es Camino, Verdad y Vida, no puede ser de ningún partido político, como Jesucristo no tomó parte en ninguna facción política de su época. Un católico, pues, no puede ser liberal, ni ultraliberal, ni conservador, ni centrista, ni social demócrata, ni socialista, ni comunista, ni bolchevique, ni ecologista, ni animalista, ni masón, ni judaizante, ni protestante, ni anglicano, ni ortodoxo, ni budista, ni islamista, ni pertenecer a ninguna organización diabólica por el estilo. De lo contrario, ofendería a Dios, pues todas esas facciones, tienen en común que son embusteras, siervas del demonio, padre de la mentira. Y un católico tiene que dar testimonio de la Verdad, aunque le cueste la vida. No hay ningún vástago de satanás político, sea del signo que sea, que no sea un falso profeta, de los que el mismo Señor nos previno. Milei no es una excepción, por mucha «esperanza» y «alegría» que haya despertado en los no marxistas. Rápidamente quedarán totalmente decepcionados, pues la salvación de Argentina, como la de cualquier otra nación, no viene de las urnas y de las políticas (todo lo contrario), sino de Dios, de una población que se convierta sinceramente. Si se rechaza a Dios, no hay salvación posible, por muy buena «gestión» económica que Milei aplique. Sin el Señor no podemos hacer nada, seríamos sarmientos estériles para quemar en el fuego. La política no solo no resuelve nada, sino que es la mayor asesina de almas de nuestro tiempo, sea cual sea el partido y los políticos.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Una tontería sectaria porque el credo es una cuestión teológica y moral, no una de economía o de ciencias naturales, por ejemplo, y el católico sólo tiene obligación de ser congruente con su credo. Hay teorías económicas contrarias a la fundamentación jurídica o iusnaturalista de la sociedad pero hay otras varias que no. Si bien en el santo Evangelio se nos dice buscad el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás os será dado por añadidura, el caso es que el Evangelio no aporta teoría de la justicia alguna. Eso, afortunadamente, nos viene de la racionalidad grecorromana. Además, un católico educado e instruido deberá tener, como toda persona culta, educada e instruida, católica o no, una actitud ecuánime con formas de pensamiento diversas por la medida en las que éstas tengan algo de razón en algo. Nadie se equivoca en todo. Ni siquiera los peores y, por tanto, mantener un diálogo público y abierto con todos es bueno. Si bien Jesus dijo que la verdad nos hará libre, lo cierto también es que las mentiras nos harán inteligentes y nos harán comprender mejor la verdad misma al final si seguimos un proceso reflexivo. No hay mal que por bien no venga y Milei puede ser uno de esos renglones torcidos de Dios.

Macht Spanien vom Marxismus frei.

Lo que DIOS NUESTRO SEÑOR, JESUCRISTO, nos enseñó sobre la JUSTICIA:

Mt 5, 6: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la JUSTICIA, porque ellos serán saciados».

Mt 5, 20: «Porque os digo que, si VUESTRA JUSTICIA no es mayor que LA DE LOS ESCRIBAS Y FARISEOS, no entraréis en el Reino de los Cielos

Mt 6, 1: «Cuidad de no practicar VUESTRA JUSTICIA delante de los hombres para que os vean; en tal caso no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.»

Mt 7, 1-5: «No juzguéis, para no ser juzgados. Porque seréis juzgados con el juicio con que juzguéis, y seréis medidos con la medida con la que midáis. ¿Cómo eres capaz de mirar la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: Deja que te saque la brizna del ojo´, teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano".</em>

<strong>Mt 10, 14-15: </strong><em>"Pero </em><strong><em><u>si no os acogen ni escuchan vuestras palabras</u></em></strong><em>, al salir de la casa o del pueblo aquel sacudíos el polvo de vuestros pies. </em><strong><em>Os aseguro que el <u>DÍA DEL JUICIO </u>habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquel pueblo</em></strong><em>".</em>

<strong>Mt 10, 17-18: </strong><em>"Guardaos de los hombres, porque </em><strong><em><u>os entregarán a los TRIBUNALES </u></em></strong><em>y os azotarán en sus SINAGOGAS, seréis conducidos ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos y ante los paganos."</em>

<strong>Mt 10, 41: </strong><em>"Quien acoja a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta, y </em><strong><em>quien acoja a un JUSTO por ser JUSTO, recibirá recompensa de JUSTO</em></strong><em>".</em>

<strong>Mt 11, 21-24: </strong><em>"¡Ay de tí, Corazín! ¡Ay de tí, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertos de sayal y sentados en ceniza. Por eso, os digo que </em><strong><em>el DÍA DEL JUICIO habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras</em></strong><em>. Y tú, Cafarnaún, ¿pretendes encumbrarte hasta el cielo? ¡Pues hasta el Hades te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en tí, todavía existiría hoy. Por eso os digo que el DÍA DEL JUICIO habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para tí".</em>

<strong>Mt 12, 32: </strong><em>"Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; </em><strong><em><u>PERO AL QUE LA DIGA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO, NO SE LE PERDONARÁ, NI EN ESTE MUNDO NI EN EL OTRO</u></em></strong><em>".</em>

<strong>Mt 12, 36: </strong><em>"Os digo que </em><strong><em>los hombres darán cuenta el DÍA DEL JUICIO de toda palabra ociosa que pronuncien</em></strong><em>. Porque por tus palabras serás declarado JUSTO y por tus palabras serás condenado".</em>

<strong>Mt 19, 28: </strong>Jesús les dijo: <em>"Os aseguro que vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, </em><strong><em>os sentaréis también vosotros en doce tronos <u>para juzgar a las doce tribus de Israel</u></em></strong><em>".</em>

<strong>Mt 20, 11-16: <em>"</em></strong><em>Tras cobrarlo, se quejaron al propietario; le dijeron:Estos últimos no han trabajado más que una hora, y resulta que les pagas como a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el calor. Pero él contestó a uno de ellos: `Amigo, NO TE HAGO NINGUNA INJUSTICIA. ¿No te ajustaste conmigo en un denario? Pues toma lo tuyo y vete. Por mi parte, quiero dar a este último lo mismo que a ti. ¿Es que no puedo hacer con lo mío lo que quiero? ¿O va a ser tu ojo malo porque yo soy bueno? Así, los últimos serán primeros, y los primeros, últimos».

Mt 21, 32: «Porque vino Juan a vosotros POR CAMINO DE JUSTICIA y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él».

Mt 23, 23-24: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y habéis descuidado lo más importante de la Ley: LA JUSTICIA, LA MISERICORDIA Y LA FE!. ESTO ES LO QUE HABÍA QUE PRACTICAR, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!».

Mt 23, 27-28: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así sois también vosotros, que POR FUERA APARECÉIS JUSTOS ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad».

Mt 25, 31-46: «Cuando el hijo del hombre venga en su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Entonces serán congregadas delante de Él todas las naciones, y Él irá separando a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y acudisteis a mí´. Entonces LOS JUSTOS le responderán: ´Se​ñor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te acogimos, o desnudo y te vestimos? ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y acudimos a ti? ´ Y el Rey les dirá: ´Os aseguro que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis´ Entonces dirá también a los de su izquierda: ´Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me acogisteis, anduve desnudo y no me vestisteis, estuve enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis´ Entonces dirán también éstos. ´Señor; ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? Y Él entonces les responderá: ´Os aseguro que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo. E irán éstos a un castigo eterno, y LOS JUSTOS a una vida eterna«.

Mt 27, 24-26: Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente, diciendo: «Inocente soy de LA SANGRE DE ESTE JUSTO. Vosotros veréis» Y todo el PUEBLO respondió: «¡SU SANGRE SOBRE NOSOTROS Y SOBRE NUESTROS HIJOS!» Entonces les soltó a Barrabás. Y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado.

Mc 3, 29: «Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo NO TENDRÁ PERDÓN NUNCA; antes bien, será reo de PECADO ETERNO«.

Mc 13, 9: «En cuanto a vosotros, mirad por vosotros mismos, pues os entregarán a los tribunales, seréis azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mi causa, para que deis testimonio ante ellos.»

Lc 1, 51-53: «Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero.
DERRIBÓ A LOS POTENTADOS DE SUS TRONOS Y EXALTÓ A LOS HUMILDES. A LOS HAMBRIENTOS COLMÓ DE BIENES Y DESPIDIÓ A LOS RICOS CON LAS MANOS VACÍAS.«

Lc 6, 37: «No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados«.

SOBRE LA MENTIRA (y el diálogo)

Jn 8, 44: «Vosotros sois hijos de vuestro padre el diablo, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Éste fue homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira».

1 Jn 21-22: No os escribí porque desconozcáis la verdad, sino porque ya la conocéis y sabéis que ningún mentiroso procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es precisamente el ANTICRISTO, el que niega al Padre y al Hijo.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Está claro que el Santo Evangelio habla de justicia. Lo que no dice es qué sea ésta. A eso me refería. Aprenda a leer, mejore su comprensión lectora y no se deje llevar por esa exaltación maliciosa en modo hipointerpretativo. Incluso con ejemplos de comportamiento moralmente justo como los que cita, no disponemos de una teoría de la justicia operativa y teórica. Por otra parte, debe haber alguna confusión en todo esto porque la caridad no es justicia. La justicia es una virtud cardinal y la caridad es una virtud teologal. Sin embargo, esas citas del Santo Evangelio se refieren claramente a la caridad aunque se hayan traducido como justicia.

Hakenkreuz

¿Cómo que no?¿Pero no lee usted?

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

El que no lee es Vd. en profundidad por falta de capacidad hermeneútica y heurística.

Hakenkreuz

Al engaño y la mentira le llama usted así.

Hakenkreuz

¿Que «la caridad no es justicia» ha escrito usted? Es decir, Dios mismo se hace Hombre para salvarnos y redimirnos, muere en la Cruz por nosotros, derrama su Preciosísima Sangre por nosotros, nos exige amor al prójimo, caridad, porque Él nos ha amado hasta el extremo, y usted se permite el lujo de vomitar aquí que «la caridad no es justicia», que no debemos responder a ese amor infinito por justicia. Entonces, dígame usted, si yo no perdono (caridad), ¿qué justicia y misericordia puedo esperar de Dios, que me perdone a mí? Usted no sabe ni lo que escribe, señor Navarrete o como se llame. Usted no conoce, ni ama, ni cree, ni espera a Dios. Si tuviese usted humildad alguna, meditaría bien lo que escribe y pediría perdón a Dios en su sacramento de la Penitencia.
Seguramente usted no es un tonto, ni un ignorante, ni un analfabeto, ni un loco, ni un retrasado mental, ni un drogadicto, ni nada por el estilo. Se le ve en la manera que escribe. Pero eso de decir que «la caridad no es justicia», cuando Dios mismo, Padre, Hijo y Espíritu Santo se apiadó de toda la humanidad con su infinita misericordia y caridad, exigiendo que guardásemos su Palabra y sus mandamientos, por justicia, es para que a usted le instruya cualquier santo. Busque usted al que quiera, léalo y medite bien lo que usted ha escrito. Y déjese de internet, links, blogs, webs, etc., que internet está contaminado hasta los topes. Vaya directamente al papel, al PAPEL, al libro.

La justicia es perdonar, pues de lo contrario no seremos perdonados. ¿No nos perdonó Dios enviando a su Santísimo Hijo a redimirnos del pecado?.
La justicia es dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al peregrino, visitar al enfermo y al que está en la cárcel, de lo contrario, ¿qué misericordia esperamos de Dios, si se identifica con los pequeños que pasan hambre, sed, desnudez, enfermedad, etc.?
La justicia es dar a cada cual lo que corresponde (incluido el César, LO QUE LE CORRESPONDE, no lo que le apetezca según su arbitraria autoridad) y no exigir más de lo que a uno le corresponde (vea usted la parábola de los viñadores y medite, si puede, en lo que hacen, por ejemplo, los sindicatos, y más cuando hay un paro descomunal).
La justicia es no tomarse la libertad como pretexto para cometer todo tipo de pecados y maldades (por ejemplo, cobrar impuestos, robo, so pretexto de financiar sanidad, educación, infraestructuras, jueces, policías, etc., cuando luego se utilizan, como toda la historia, para comprar ejércitos y voluntades), es no abusar de la infinita misericordia de Dios teniendo la pretensión de que ya solo con la fe estamos salvados, como creen los herejes protestantes.
La justicia es no jactarse de hacer cualquier buena obra, como hacen los hipócritas y fariseos, es decir, los políticos, para ser vistos por los demás, es decir, la justicia se practica en secreto, en SECRETO, sin jactancia y sin llevar cuentas de a quién y qué hacemos bien, bien conscientes de que somos siervos inútiles e indignos. Evidentemente, esto es algo que los ateos y los que ni creen, ni conocen, ni aman, ni adoran a Dios, quieren comprender por su propia conveniencia mundana y material.
La justicia es la que Jesucristo mismo le enseñó a aquel joven rico cuando le pidió consejo para heredar Vida eterna y afirmó que «todo eso ya lo he guardado». Lo que ocurre, es que no se quiere comprender, porque ser católico es algo muy duro, es un camino lleno de espinas y dolor que pocos quieren seguir, y, por eso se dice que la religión es ámbito de lo privado, de lo personal, de lo moral, de lo subjetivo, separado de la economía, que la economía está al margen de todo eso, la típica «justificación» ateo, protestante o pelagiana, al gusto de cada enemigo de Dios, pues quien no ama a Dios con su conducta, no lo ama de palabra.

¿Cómo puede exigirnos el Señor justicia, cómo puede afirmar que debemos practicar la justicia y la misericordia, cómo nos puede exigir una justicia superior a la de los fariseos sin habernos enseñado con claridad transparente en sus Evangelios a ser justos en su propia Persona?
Lo que usted ha escrito es verdaderamente inasumible, impropio de alguien supuestamente «formado». Es más bien lo propio de un soberbio, que está cegado de su propia doctrina, que no la que el Señor nos transmitió y que refrendan todos los santos de todas las épocas. Que Dios le perdone.

Daniel Antonio Jaimen Navarrete

Ulpiano: la justicia es dar a cada cual lo suyo. Ahora que venga Ulpiano y nos diga qué pertenece a quién y porqué y no sólo en un caso concreto. Casuística no es teoría. Algunos de los ejemplos de injusticia que Vd. propone pueden darnos una pista pero mezclar moralidad y justicia en un mismo nivel de análisis es el camino equivocado. La relación íntima entre moralidad y legalidad es evidente para algunos de nosotros. La diferenciación entre ambas, por los visto, desafortunadamente, no lo es.

Hakenkreuz

Que usted no se entera o no se quiere enterar. Que Juez es Dios, que es Él y solo Él el que establece lo que es Justo e injusto en el NT. El juzgará al mundo, no Ulpiano. Y es Jesucristo, Dios hecho Hombre, el que nos exige una justicia superior a la de los escribas y fariseos hipócritas (lea el Evangelio según san Mateo, que no es invención, como las suyas) si queremos entrar en el Reino de los Cielos. ¿Cómo se puede exigir justicia sin decir cómo debemos actuar? Usted se cierra, como por desgracia tantísimos en nuestros tiempos, a la Verdad. ¿Es usted capaz de pensar en la profundidad y riqueza del Decálogo, por ejemplo, así como de los Evangelios? ¿Y dice usted que Dios no nos prescribió su justicia? Madre mía cómo está.

Usted, le repito, ha afirmado que: «la caridad no es justicia». Es imposible mantener un diálogo serio con alguien así. Es como hablar a una piedra o, pero aún, con una serpiente como esos que llaman políticos (imagen de la bestia, seductores, estafadores, embusteros, mentirosos, embaucadores, hipócritas, miserables desalmados. Ciegos que guían a otros ciegos. Qué triste que a tanta gente inocente los lleven a la perdición).

Usted no comunica, no. Usted no escribe, no. Usted engaña, quizá porque a usted le han engañado previamente. Usted no entiende (al menos, por su bien eterno, así lo espero, porque el que no sabe lo que hace, tampoco es plenamente culpable, la verdad), que la Palabra de Dios, los Evangelios, no son políticos, ni populistas, ni están para agradar al mundo, ni para dar gloria a un partido político o cualquier otro grupo de mundano y material interés, no están para ser «políticamente correctos» o del agrado de las autoridades y de todos los ciegos que les idolatran con votos o con «comunicación», es decir, engaño. No están para agradarle a usted y sus intereses políticos o económicos. No está para agradar a los ateos (es decir, ese tipo de hombres y mujeres que lo que no soportan es ser Dios ellos mismos, que se les rinda culto a ellos mismos. Eso y no otra cosa es ser un ateo), o los que quieren un «Cristo» a conveniencia. Usted quiere leer lo que a usted le gusta y a los autores que usted le gusta. Usted es como un «dios» para sí mismo afirmando tales cosas, seguro que cree en la política como un pelagiano más. Ha llegado a afirmar usted mismo (transcribo de arriba): «lo cierto también es que las mentiras nos harán inteligentes». ¿Cómo se puede afirmar semejante estupidez, además de herejía aberrante?. Usted no tiene ni el más mínimo respeto de la Verdad, ni atiende al mensaje revelado por Dios: lea simplemente el capítulo del Génesis referente a las tentaciones, si su soberbia se lo permite y medite bien en lo que escribe. Su ceguera se lo impide ver y comprender. Ni lee, ni entiende en su limitado cerebro porque le ciega la soberbia de quien rechaza a Dios, de quien no reconoce que la inteligencia y la sabiduría no es de hombre alguno, sino don de Dios, dones del Espíritu Santo que cada cual utiliza para gloria de Dios (como se debe) o gloria propia (como hace usted, tan engreído «escritor»). No puede entender las Sagradas Escrituras como los judíos (Jn 8, 41 y ss.) que querían matar al Señor a pesar de todos los milagros que ante sus barbas realizó. No les interesaba el bien, sino el poder, el conservarlo. Usted no es católico, bueno, es su elección. A nadie se le puede obligar a amar ni siquiera a Dios, que es la Verdad. Pero no pretenda comprender la justicia si usted afirma semejantes aberraciones que le delatan como individuo, que la «caridad no es justicia» o que «las mentiras nos harán inteligentes». No señor, la caridad es JUSTICIA, es algo que exige el que dio su Preciosísima Sangre por todos nosotros y todos los que nos precedieron y vendrán. No hay CARIDAD sin JUSTICIA. Son inseparables. Y la mentira lleva a la perdición, como a Eva, Adán y todos los demás. ¿O es que usted pretende no pasar por la muerte?. Usted mismo, que no yo, descubre su fatal ignorancia y analfabetismo (y espero que sea ignorancia y analfabetismo, repito, porque el que no sabe lo que hace (escribe, en este caso), es merecedor del «Perdónales Padre, porque no saben lo que hacen». Más le vale. Solo faltaría que usted realmente creyera todo lo que escribe y fuera usted en realidad sabio, responsable y adulto para escribir lo que escribe). Lo dicho, que Dios se apiade de usted.

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